Un nuevo estudio desafía la moda de las duchas frías y advierte sobre sus efectos reales

La inmersión en agua a bajas temperaturas es tendencia en el mundo del bienestar, pero una revisión sugirió que sus beneficios podrían no ser tan significativos como se promueve

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Los beneficios en la reducción
Los beneficios en la reducción del estrés duran solo 12 horas, según el estudio publicado en PLOS One (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Sumergirse en agua fría se convirtió en una tendencia en el mundo del bienestar y el deporte, con afirmaciones que van desde la mejora del estado de ánimo hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Sin embargo, un metaanálisis realizado por la Universidad del Sur de Australia cuestiona muchas de estas creencias. El estudio, publicado en la revista PLOS One, analizó 11 investigaciones con 3177 participantes y encontró que, si bien existen algunos efectos positivos, estos son temporales, inconsistentes y en algunos casos, contradictorios.

La inmersión en agua fría
La inmersión en agua fría no mostró fortalecimiento inmediato del sistema inmunológico (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

“La inmersión en agua fría se ha investigado y utilizado ampliamente en contextos deportivos para ayudar a los atletas a recuperarse, pero se sabe poco sobre sus efectos en la población general”, afirmó Tara Cain, coautora de la investigación, en un comunicado oficial de la universidad.

Hallazgos principales del estudio

Los investigadores analizaron datos sobre la inmersión en agua fría, que incluían duchas frías, baños de hielo y zambullidas en agua a temperaturas de 10 a 15 grados Celsius. Se evaluaron distintos factores de salud, como el estrés, el sueño, la inflamación, la inmunidad y la calidad de vida.

Uno de los hallazgos más relevantes fue que la inmersión en agua fría puede reducir los niveles de estrés, pero solo durante 12 horas posteriores a la exposición. No se observaron efectos inmediatos ni tampoco después de 24 o 48 horas.

Además, algunos participantes que tomaron duchas frías de 20, 60 o 90 segundos reportaron mejoras en la calidad de vida, pero estos efectos desaparecieron después de tres meses.

El metaanálisis también indicó que la inmersión en agua fría podría contribuir a una reducción del 29% en el ausentismo laboral por enfermedad en quienes se duchaban regularmente con agua fría.

No obstante, los investigadores subrayaron que aún faltan estudios de alta calidad para confirmar este efecto en poblaciones más amplias.

Dudas sobre la eficacia de la inmersión en agua fría

A pesar de su creciente popularidad, el estudio encontró poca evidencia para respaldar muchas de las afirmaciones comunes sobre los beneficios de la inmersión en agua fría.

El ausentismo laboral por enfermedad
El ausentismo laboral por enfermedad disminuyó un 29% en quienes se duchaban regularmente con agua fría (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

No se hallaron pruebas concluyentes de que fortalezca el sistema inmunológico. Ni inmediatamente después de la exposición ni una hora más tarde hubo efectos significativos en la función inmune de los participantes.

El impacto sobre el estado de ánimo sigue siendo incierto. Aunque algunas personas reportan sentirse revitalizadas tras una inmersión en agua fría, el estudio no encontró datos sólidos que respalden esta percepción.

Los efectos sobre el sueño fueron limitados. Se observaron mejoras en la calidad del descanso, pero los datos solo incluyeron a hombres, por lo que no es posible generalizar los resultados.

El impacto en la inflamación y los riesgos potenciales

Uno de los resultados más sorprendentes del estudio fue sobre la inflamación. A diferencia de la creencia popular, los datos indicaron que provoca un aumento inmediato en la inflamación, tanto justo después de la inmersión como una hora más tarde.

Expertos advierten que prácticas de
Expertos advierten que prácticas de inmersión requieren precaución en personas con condiciones inflamatorias (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

El Dr. Ben Singh, coautor del estudio, explicó este fenómeno: “El aumento inmediato de la inflamación es la reacción del cuerpo al frío como factor estresante”.

“Ayuda al cuerpo a adaptarse y recuperarse, de manera similar a cómo el ejercicio causa daño muscular antes de fortalecer los músculos, por eso los atletas lo usan a pesar del aumento a corto plazo”, agregó Singh en el comunicado de la institución australiana.

Sin embargo, este proceso podría representar un riesgo para personas con condiciones de salud preexistentes. Singh advirtió que aquellas personas con problemas inflamatorios o enfermedades crónicas deben tener precaución si practican la inmersión en agua fría.

El debate sobre la inmersión en agua fría en el deporte y el bienestar

El uso de la inmersión en agua fría en el ámbito deportivo fue ampliamente estudiado, especialmente como técnica de recuperación para atletas de alto rendimiento.

Sin embargo, los investigadores de la universidad advirtieron que los efectos observados en deportistas no necesariamente se traducen a la población general.

Justamente, el estudio subrayó una brecha entre la evidencia científica y la percepción pública. La inmersión en agua fría ganó popularidad entre personas que buscan mejorar su bienestar diario, impulsada por testimonios personales y por su difusión en redes sociales.

“Tanto si eres un deportista de élite como si buscas el bienestar todos los días, es importante que comprendas los efectos de lo que sometes a tu cuerpo”, afirmó Cain.

“En este momento, no hay suficientes investigaciones de alta calidad para decir exactamente quién se beneficia más o cuál es el enfoque ideal para la inmersión en agua fría”, cerró.

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