La pavlova es un postre que conquista a primera vista con su delicada apariencia y sorprende con su combinación de texturas: un merengue crujiente por fuera y suave por dentro, coronado con crema batida y frutas frescas.
Se dice que fue creado en honor a la célebre bailarina rusa Anna Pavlova durante una de sus giras por Australia y Nueva Zelanda, aunque ambos países reclaman su invención. Lo cierto es que este postre se ha convertido en un clásico de la repostería mundial, ideal para celebraciones o como un dulce final después de una comida especial.
La pavlova es versátil y permite múltiples variaciones según los gustos y la temporada: desde la clásica versión con fresas y kiwi hasta opciones más tropicales con mango y maracuyá. Lo fundamental para su éxito es lograr un merengue perfecto, ligero y aireado, que se deshaga en la boca con cada bocado.
Receta de pavlola clásica
La pavlova se elabora a partir de una base de merengue que se hornea lentamente hasta que se seca por fuera, pero conserva un centro ligeramente esponjoso.
Luego, se cubre con crema batida y una selección de frutas frescas que aportan frescura y equilibrio al dulce del merengue. Aunque su preparación es sencilla, hay que seguir algunos pasos clave para obtener la textura perfecta.
Tiempo de preparación
La pavlova es una receta que requiere alrededor de:
- 15 minutos para preparar el merengue.
- 1 hora de horneado a baja temperatura.
- 30 minutos de enfriado antes de decorar con crema y frutas.
En total, el tiempo estimado para su preparación es de 1 hora y 45 minutos.
Ingredientes
Para el merengue necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 4 claras de huevo.
- 220 g de azúcar (preferentemente glas o superfina).
- 1 cucharadita de vinagre blanco o jugo de limón.
- 1 cucharadita de maicena.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Para la decoración necesitamos:
- 250 ml de crema de leche (nata para montar).
- 2 cucharadas de azúcar glas.
- Frutas frescas al gusto (fresas, kiwi, maracuyá, frambuesas, etc.).
Cómo hacer pavlova clásica, paso a paso
- Precalentar el horno a 120 °C y forrar una bandeja con papel de hornear.
- Batir las claras a velocidad media-alta hasta que formen picos suaves.
- Añadir el azúcar poco a poco, batiendo constantemente, hasta obtener un merengue firme y brillante.
- Incorporar el vinagre, la maicena y la vainilla, mezclando suavemente con movimientos envolventes.
- Formar un disco de merengue en la bandeja de horno, creando un pequeño hueco en el centro para la crema.
- Hornear durante 1 hora o hasta que el merengue esté seco al tacto. Apagar el horno y dejar enfriar con la puerta entreabierta.
- Montar la crema de leche con el azúcar glas hasta que tenga consistencia firme.
- Decorar la pavlova con la crema batida y las frutas frescas justo antes de servir.
¿Cuántas porciones rinde?
Esta receta rinde aproximadamente 6 a 8 porciones, dependiendo del tamaño de cada porción servida.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción?
Cada porción de pavlova clásica contiene aproximadamente:
- Calorías: 250 kcal
- Grasas: 10 g
- Grasas saturadas: 6 g
- Carbohidratos: 35 g
- Azúcares: 32 g
- Proteínas: 3 g
Vale resaltar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción servida.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
La pavlova debe consumirse el mismo día para disfrutar de su mejor textura. Sin embargo, el merengue sin decorar puede conservarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante hasta 2 días. Una vez añadida la crema y las frutas, es recomendable refrigerarla y consumirla en el mismo día.