Receta de bruschetta de jamón crudo, rápida y fácil

Las bruschettas de jamón crudo son una delicia italiana que combina la frescura del pan tostado con ingredientes de alta calidad. Este aperitivo es perfecto para una reunión con amigos, una cena informal o incluso para disfrutar como un tentempié rápido.

Con raíces en la cocina campesina de Italia, las bruschettas eran una forma sencilla de aprovechar el pan duro, renovándolo con un toque de aceite de oliva y productos frescos. En la actualidad, evolución hasta convertirse en una opción sofisticada, versátil y muy apreciada en todo el mundo.

El contraste entre la textura crujiente del pan, el sabor salado y delicado del jamón crudo, y el toque fresco de ingredientes como el tomate, la albahaca y el aceite de oliva, hacen de esta receta un equilibrio perfecto de sabores. Además, su preparación no requiere experiencia culinaria, y puede personalizarse a gusto para adaptarse a diferentes preferencias.

La bruschetta es una tradición italiana que data de siglos atrás, nacida como una forma sencilla y deliciosa de aprovechar el pan que comenzaba a endurecerse. En su versión clásica, solo llevaba aceite de oliva y ajo, pero con el tiempo, se enriqueció con ingredientes frescos y de temporada. Esta receta, que combina jamón crudo con toques mediterráneos, es un homenaje a esa evolución, ideal para quienes buscan sorprender con un aperitivo lleno de sabor, pero sin complicaciones.

El pan rústico tostado es la base perfecta para combinar con el delicado sabor salado del jamón crudo, la frescura de los tomates maduros y el aroma inconfundible de la albahaca. Este aperitivo no solo es versátil y fácil de preparar, sino que también se puede personalizar añadiendo elementos como un toque de queso parmesano o un chorrito de aceto balsámico. Es una opción ideal para cenas con amigos, reuniones familiares o cualquier ocasión en la que quieras impresionar con algo simple pero sofisticado.

Esta receta de bruschetta de jamón crudo lleva aproximadamente 15 minutos en total.

• Preparación de los ingredientes: 10 minutos.
• Montaje: 5 minutos.

1. 1 baguette o pan rústico.
2. 200 g de jamón crudo (como prosciutto).
3. 2 tomates maduros.
4. 1 diente de ajo.
5. Hojas frescas de albahaca.
6. Aceite de oliva virgen extra.
7. Sal y pimienta negra a gusto.
8. Queso parmesano rallado para decorar (opcional).

1. Cortar la baguette en rebanadas de aproximadamente 1 cm de grosor.
2. Tostar las rebanadas en el horno o en una sartén hasta que estén doradas y crujientes.
3. Pelar el ajo y frotarlo sobre un lado de cada rebanada de pan para aportar un toque de sabor.
4. Lavar los tomates, picarlos en cubos pequeños y colocarlos en un bol. Añadir un chorrito de aceite de oliva, sal, y pimienta a gusto. Mezclar bien.
5. Colocar una porción del tomate marinado sobre cada rebanada de pan.
6. Cubrir con una o dos lonchas de jamón crudo.
7. Decorar con hojas de albahaca fresca y, si se desea, espolvorear un poco de queso parmesano rallado.
8. Servir inmediatamente para disfrutar de la textura crujiente del pan.

Con esta cantidad de ingredientes, esta receta rinde entre 8 y 10 bruschettas, dependiendo del tamaño de las rebanadas de pan.

Cada bruschetta contiene aproximadamente:

• Calorías: 120
• Grasas: 7 g
• Grasas saturadas: 2 g
• Carbohidratos: 10 g
• Azúcares: 1 g
• Proteínas: 6 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Aunque se recomienda disfrutar las bruschettas recién preparadas, los ingredientes, como el tomate y el jamón, pueden almacenarse por separado en la heladera hasta 2 días. Ensamblar las bruschettas justo antes de servir para mantener la textura crujiente del pan.