Creencias limitantes: cómo identificarlas, cuestionarlas y superarlas, según María Paz Blanco

En este episodio de La Fórmula Podcast, la psicóloga comparte cómo el dolor y la resiliencia marcaron su camino hacia el autoconocimiento. También destaca la importancia de abrazar la soledad como un espacio de conexión interior y comparte los pasos esenciales para cuidar el cuerpo

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María Paz Blanco, psicóloga y Life Coach, comparte en La Fórmula Podcast su camino hacia el autoconocimiento, destacando el impacto de la resiliencia y el dolor en el proceso de transformación personal, enfocado en la gestión emocional y el fortalecimiento del amor propio

En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, María Paz Blanco, psicóloga y Life Coach, compartió cómo el dolor y la resiliencia marcaron su camino hacia el autoconocimiento. La especialista explicó la importancia de aprender a estar en soledad y cómo el proceso de terapia y los momentos difíciles de la vida pueden ser clave para descubrir y transformar creencias limitantes en creencias potenciadoras. El episodio completo podés encontrarlo en Spotify y YouTube.

María Paz es madre de tres hijos, psicóloga, magíster en Conducta del Consumidor y Life Coach certificada. Reconocida como una de las principales referentes en autoestima, amor propio y crecimiento personal en Chile, lleva casi una década dedicándose a fortalecer la relación con uno mismo. Tras ocho años de experiencia en Recursos Humanos, decidió dar un giro a su carrera para enfocarse en su misión de empoderar a las mujeres. Para ello, creó el Método Aplicado a la Psicología de Imagen Personal (MAPIP®), una innovadora metodología que fusiona la psicología con la imagen personal, ayudando a miles de personas a desarrollarse a través del autoconocimiento y la gestión emocional. Además, es autora del libro El poder de quererte.

— La posibilidad de escribir el libro llega a tu vida a través de una razón muy personal. ¿Cómo fue ese proceso?

— Este fue un libro que fue escrito para poder ser un pequeño faro de luz o una pequeña guía de esperanza e ilusión en la vida de quien lo lea. Es mi primer libro y fue una maravillosa invitación a partir de lo que venía haciendo como life coach, el proceso de transformación personal que viví a partir de mi tercer hijo, que tiene discapacidad y aun no tiene diagnóstico, a través de esos mensajes y de esa resiliencia, pero también mucha vulnerabilidad.

El proceso de autoconocimiento se
El proceso de autoconocimiento se fortalece en momentos de adversidad, cuando la introspección se convierte en una herramienta de sanación (Imagen Ilustrativa Infobae)

En este libro, de cierta manera, nace el relato de mi propio proceso personal, pero no es una biografía ni nada de eso. Tras la llegada de mi tercer hijo, tengo dos más: Dominga y Mateo y en el 2017 nace Santiago. Era un embarazo totalmente normal, al nacer hubo un par de complicaciones que llamaron la atención, pero ya a los cuatro meses empezamos a darnos cuenta de que venían ciertos problemas y tras varios exámenes y resonancias magnéticas, punciones lumbares y un montón de cosas llegamos, con mi marido Gonzalo, a recibir el peor pronóstico que una madre puede recibir, me dijeron: “Todo indica que Santiago no va a ser un niño autónomo, él no va a caminar, no va a pensar y va a requerir ayuda constante. Es importante que ustedes se preparen en todo sentido desde lo emocional”, aún no hay diagnóstico porque es un caso único en el mundo y vivir como madre con esa incertidumbre es muy fuerte.

Así nace este proceso de transformación que en mi caso el dolor fue el motor y para alguien podría ser un quiebre matrimonial, el dolor en experiencias es transversal en la vida, pero creo que lo que se aprende en los momentos de oscuridad jamás lo vas a aprender en los momentos de luz.

En el libro hablo del autocuidado en la totalidad de nuestro ser y no en la división. Se divide por un fin práctico, para poder abordarlo desde aristas, pero somos cuerpo, mente y alma. Cuando se trabaja en uno mismo es importante que se trabajen las tres dimensiones. Mucha gente aun cree que trabajar la mente es seguir haciendo otro posgrado, trabajando, lo ven desde lo intelectual y al final trabajar la mente es hacerte cargo de tus pensamientos, de tu diálogo interior, es comprender a tu mente y decidir qué pensamientos entran o no. Tenemos esa creencia de que las cosas nos pasan y decimos: “Es que me hizo sentir así”, “Mi jefe con su mal modo me hace sentir así” y yo no lo desconozco, quizás el jefe tiene un mal modo y es real, pero la que permite que el mal modo te afecte eres tú y eso no se trata de minimizar en el fondo lo que el resto hace, pero es una decisión consciente decir: “¿En qué me quiero enfocar?”. Porque finalmente a la que le hace daño es a ti y nos han enseñado desde lo cultural a ser fuertes, que la vulnerabilidad está mal, que no demostremos emociones y es al contrario, nadie nos ha dicho que atender las emocione es crucial, porque lo que siente nuestra mente y nuestra boca calla finalmente, se expresa en el cuerpo. Así vemos cómo hay personas que desarrollan enfermedades crónicas, se les afecta la microbiota en el intestino, se les cae el pelo y tienen insomnio porque hay una mala gestión emocional de hacerse cargo. Es doloroso hacerse cargo porque no nos enseñaron.

El libro "El poder de quererte", escrito por María Paz Blanco, nace de su proceso de transformación personal tras la llegada de su tercer hijo, Santiago, quien aún no tiene diagnóstico y presenta una discapacidad única en el mundo

— ¿Cuál fue tu camino de autoconocimiento? ¿Cómo comenzaste a diferenciar y nombrar tus emociones y qué hiciste para procesarlas una vez identificadas?

— Al ser psicóloga una cuenta con más herramientas que los demás, pero desde muy pequeña intentaba lidiar con lo que sentía. Mi papá, por ejemplo, falleció de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad muy dura. Mis papás se divorciaron cuando yo tenía 9 años, entonces desde pequeña empecé a sentir emociones displacenteras y aprendí a mencionar lo que me pasaba. Eso me parece que es lo fundamental: no reprimirle nunca a los chicos qué es lo que les está pasando, sino que hay que preguntarles: “¿Qué sientes y dónde lo sientes?” porque hay cosas que se sienten en la panza, otras que se sienten en el pecho. Entonces, crecí en ese ambiente de una contención emocional, pero yo te diría que al final el autoconocimiento más grande que he logrado en mi vida no lo tuve ni en la facultad, yo creo que cuando uno más se descubre es en esos momentos de oscuridad, donde estás a solas con tu problema, dónde eres tú y nadie más, donde no está la careta, no está el amigo que te da ese palmazo que te ayuda a levantarte, y en ese lugar es donde descubres tu sombra, que es importantísima, como decía Carl Jung, porque la única manera de amarte en tu totalidad es integrando tu luz, ese aspecto luminoso que te encanta de ti, que te identificas, tus valores, tus talentos.

Pero para conocer la sombra hay que tener coraje, valentía y muchas veces ese autoconocimiento viene gatillado tras momentos de dolor, quizás en un proceso de terapia. Es más fácil verlo de afuera porque está tan dentro tuyo, creciste tanto con estas creencias que no las vas a identificar. Eso pasa con las creencias limitantes, que muchas veces son heredadas. Son heredadas de tus tutores o tus padres o esas personas significativas con las creciste y te criaron, venían con estas creencias y son de cierta manera las creencias que hoy tienes tú. Y no es el minuto ahora de culpar a los padres, en absoluto, porque ellos tampoco saben que tienen esas creencias, pero no es una herencia que es voluntaria, no nos damos cuenta hasta que parece esa oveja negra o esa persona que rompe el ciclo y el patrón y es un despertar que quiere romper la creencia.

María Paz Blanco reflexiona sobre
María Paz Blanco reflexiona sobre la necesidad de cuestionar nuestras creencias limitantes para alcanzar nuestro verdadero potencial (Candela Teicheira)

¿Cómo se puede trabajar? Ahí está el rol del terapeuta, del psicólogo, del psiquiatra o del coach, con quién estés trabajando, que es el observador. Cuando tú observas desde otro lugar la realidad cambia, entonces yo creo que los profesionales de la salud tienen esa facilidad y esas herramientas para poder observar esta creencia, analizarla y poder derribarla, que al final es esta reestructuración cognitiva que es cuestionar la creencia: ¿Por qué crees eso? ¿Por qué le asignan esa veracidad? ¿Quién te lo dijo? ¿Cuándo lo has vivido? Entonces empiezas con un cuestionamiento así, bien duro, donde terminas dándote cuenta que al final es más una invención. Es un proceso que es mejor siempre hacerlo guiado, con un profesional que te ayude a transitar mejor esas creencias, identificarlas y reestructurarlas por creencias positivas.

— ¿Cuáles son las creencias limitantes que escuchas con más frecuencia tanto en mujeres como en hombres, reflejando algo cultural o repetitivo?

— Para las mujeres está muy arraigada la creencia de que no somos suficiente, de que siempre hay algo que nos falta, a toda edad. Dices: “Sí, tengo todo listo, pero tal vez me falta un curso más” y empieza a hacer ese curso que a veces es la excusa para no lanzarte con un emprendimiento o creer que simplemente necesitamos otra cosa para ser feliz porque crecimos con la tontera de la media naranja cuando en realidad ya eres una persona completa, lo que pasa que tus elecciones y tus decisiones no te han permitido expresar ese potencial y ese es el problema. Ya está, está en ti la semilla, entonces ¿a qué te invita el libro? Saquémonos las corazas, todo lo que te está impidiendo hoy no verte como el diamante que eres, estamos viendo la roca y creemos que somos eso y no, eres un diamante y no necesitas a nadie a tu lado para que te complemente. Sí podes estar con alguien a tu lado porque te hace feliz, pero desde la decisión, la elección, no desde la necesidad, porque si yo necesito a alguien para ser feliz siempre voy a necesitar y voy a depender de esa persona para ser feliz.

— Hablamos de la parte mente, vamos al cuerpo y el alma: ¿cómo es ese mismo cuidado o esa misma atención para empezar a conocer y desentrañar los patrones?

— Esta tríada que somos mente, cuerpo y alma es como una mesa que tiene tres patas. Imagínate que vas a tomar un café y la mesa tiene tres patitas, pero resulta que una de las patitas está un poquito coja ¿qué pasa con el café? Se empieza a tambalear la mesa, el café se derrama, ¿para qué sirve la mesa? Para estar estable. Es lo mismo con nosotros, al ser mente, alma y cuerpo tenemos que pensar que somos esa mesita con tres patas y tenemos que trabajar en cada arista para que estén las tres en armonía.

María Paz Blanco explica que el dolor, a menudo visto como un quieto, puede ser el motor para el autoconocimiento y la creación de creencias potenciadoras, subrayando que lo aprendido en los momentos oscuros es invaluable para el crecimiento personal

En lo que respecta al cuerpo tiene más mala prensa porque se ve más banal, pero el cuerpo es el hogar de tu alma, es tu templo. Entonces, qué es lo importante en esto: amar el cuerpo, siempre desde la gratitud. Damos el cuerpo por sentado hasta que por algún motivo, por una enfermedad o algo que ocurrió empezamos recién a agradecer: hoy llegaste a la oficina, te sentaste en tu sillón, agarras el vaso de agua, después si quieres agarras tu bicicleta, en el auto y te vas por tu cuenta. Hasta que después por algún motivo caes en la clínica y resulta que no te puedes parar ni a hacer pis al baño. ¿Por qué tenemos que perder la salud para valorar el cuerpo?

Tenemos que entender que cuidar el cuerpo, nuestra salud, es cuidar también de nuestra mente porque cuando tú tienes malos pensamientos, de queja, de insuficiencia, liberas hormonas que son muy dañinas que crean inflamación y afectan tu microbiota. Se sabe que el intestino es el segundo cerebro, es donde está nuestra pared de defensa más grande, hoy en día todo el mundo tiene colon irritable, apareció el SIBO, un montón de afecciones a la microbiota y que creemos que son de los alimentos y muchas veces son nuestros propios pensamientos, es el estrés negativo, que lamentablemente afecta el cuerpo, entonces no podemos omitir el cuerpo cuando hablamos de amor propio, de bienestar, de sentirnos bien, el cuerpo es nuestro instrumento.

— Hay un cuento sobre un elefante que mencionas al abordar las creencias limitantes y que transmite una gran enseñanza. ¿Podrías compartirlo?

— Era un elefante que nace en un circo y por supuesto para que no corriera y se escapara le pusieron una estaca amarradita a una de sus patitas con una cadena. El elefantito todos los días lo sacaban a hacer su show y después volvía a la estaca. Cuando era chiquitito él trató de salir de la estaca, pero la estaca era grande, la cadena era grande y él todavía era muy bebé, entonces no tenía la fuerza para mover la estaca. Este elefantito fue creciendo con la idea de que la estaca era grande y la cadena pesada.

La psicóloga y Life Coach
La psicóloga y Life Coach comparte consejos prácticos para cuidar la salud emocional y superar obstáculos en el camino hacia el autoconocimiento (Imagen ilustrativa Infobae)

Entonces, empezó a crecer, pero el elefantito ya dejó de pelear con la estaca y con la cadena ¿y por qué? Porque cuando chiquitito fue tanto lo que luchó, lo que intentó escapar, pero no podía porque en ese minuto no tenía la fuerza. Su cerebro se convenció de que él nunca más iba a poder tener la fuerza para romper la estaca y ahora era un elefante gigante que pesaba toneladas y la estaca era nada, la podía romper en un segundo, pero dejó de intentarlo y al final, no sé si es una metáfora o un cuento, pero es muy real porque todos crecemos con esas creencias limitantes, con esas estacas que después las tomamos como creencias absolutas y nunca nos dedicamos a derribarlas porque creemos que no podemos. Fracasar no tiene que ver con fallar, fracasar tiene que ver con no intentarlo, por lo tanto si tenemos esas creencias limitantes nuestra clave es identificarlas para poder derribarlas.

— Te voy a hacer la última pregunta que hago a todos los invitados. Decime una cosa que sentís que todos tenemos en común como especie, como humanos, que nos identifica y crees que es lo que más importa.

— Creo que sin excepción todos los seres humanos nacemos y tenemos la capacidad de resiliencia, que es esa capacidad de sobreponernos ante la adversidad. Algunos creen que no, que es solamente una habilidad de pocos o un gen y la verdad es que todos, sin excepción, la tenemos, lo que pasa es que no lo sabemos. El mensaje va más allá de la resiliencia es creer para ver, lo más importante en toda tu vida. Hemos crecido con el paradigma de ver para creer, pero tienes el potencial, las capacidades, el talento y la resiliencia, comienza creyendo en ti y una vez que empieces, ese potencial por sí solo se va a desplegar.

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