Guardar
Paula Chaves revela su incomodidad al pagarle a su psicóloga y propone cambios en la modalidad de cobro (Video: Tapados de Laburo, OLGA)

Durante la última emisión de Tapados de Laburo, programa del canal de streaming OLGA, Paula Chaves volvió a reírse de sí misma y de las contradicciones de la vida cotidiana. En el ciclo, la modelo y conductora confesó que hay algo que no logra superar: el momento de pagarle a su psicóloga. “Me molesta que la psicóloga me cobre”, dijo entre risas, provocando la carcajada general en el estudio.

Acompañada por Mortedor, Nacho Elizalde y Luli González, Paula reconoció que, aunque valora el espacio terapéutico, le resulta incómodo sacar la billetera al final de la sesión. “Hay algo que me pasa en el momento en el que le tengo que pagar, que me hace mal. Es como… estamos hablando de amor, de vínculos, de emociones, y de repente: ‘tomá, te pago’. No me da”, explicó divertida. Luego agregó entre risas: “Toda rota, ‘tomá, secate… bueno, son 50′. Y yo tipo contando los billetes, pagándole, me hace sentir como que me usó”.

La charla derivó en un intercambio con sus compañeros sobre cómo enfrentan ellos ese momento. Nacho Elizalde opinó que debería existir un margen: “Para mí, dos días después te pago. Cuando ya bajó la espumilla”. Su comentario provocó nuevas risas en el grupo. Luli González, por su parte, contó que su psicóloga tiene un sistema más flexible: “Ella es una capa con eso. Me acumula sesiones y de repente en una le digo: ‘Che, te debo tres, ¿no?’, y me responde: ‘Sí, Lu, tranqui’. Así me siento menos culpable”.

La modelo compartió anécdotas sobre
La modelo compartió anécdotas sobre terapia y reflexionó sobre el vínculo entre paciente y profesional

Más allá del humor, Paula aprovechó para dejar una reflexión sobre cómo podrían simplificarse esas situaciones: “Tal vez sería mejor que los psicólogos cobren por adelantado. Cuatro sesiones juntas y listo. Así uno ya tiene el compromiso de ir una vez por semana y no hay ese momento incómodo al final”.

Durante otro stream del mismo canal, Paula Chaves se convirtió en una figura esencial para contener a su pareja, Pedro Alfonso. Todo comenzó al aire de Faltan Varones, el programa de OLGA. Allí los conductores plantearon la posibilidad de realizarse piercings en vivo. Alfonso accedió, pero no ocultó su temor por la dolorosa situación. Mientras sus compañeros buscaban calmarlo, Chaves se hizo presente e intentó ayudarlo a afrontar el proceso.

Pedro Alfonso enfrenta su miedo a los piercings en vivo con el apoyo de Paula Chaves en un programa de streaming (Video: Faltan Varones, OLGA)

Mientras lo abrazaba, sentada en su regazo, Paula le expresó su apoyo: “Vos me estuviste sosteniendo la mano cuando yo estaba pariendo a nuestros hijos, yo voy a estar ahí si vos me necesitas”. Fue entonces cuando Pedro comparó el dolor que se debe atravesar en ambas situaciones: “Siento que es el mismo dolor”.

Ante las risas y quejas de los demás conductores, Paula explicó: “Para él es lo mismo”. Fue entonces cuando Homero Pettinato mostró su sorpresa: “Yo no puedo creer los nervios que tenés en este momento, solo hablando de esto, mirá como estas”.

Así las cosas, la modelo recordó cómo fue su labor de parto y reveló un dato íntimo de la reacción de Alfonso: “Yo parí una niña de 4,6 kg sin anestesia, y él estaba desmayado a un costado. Eso no es un dato menor”.

Chaves recordó su parto sin
Chaves recordó su parto sin anestesia y comparó la experiencia con el temor de Alfonso al piercing

Después de tanta queja, angustia y charla, Pedro accedió a realizarse el piercing. Sentado en una silla, con un pañuelo en su oreja y todos sus compañeros alrededor, Alfonso dijo: “Vi muchos videos de ‘a la cuenta de tres y pum’. Quiero que me avisen. Si no no confío”. En paralelo, Chaves estaba arrodillada a sus pies, dándole su apoyo: “Me encantaría que tenga dos. Mirame a mi. En el uno te tenés que quedar petrificado. Dale nene, yo parí a una nena de 4,6 kg”.

Con la misma idea de apoyar a su compañero, Pettinato comentó: “Pensá en Los Piojos, un verdadero piojoso tiene un aro”. Fue entonces cuando Pedro le dio un beso en el cachete a todos sus compañeros de ciclo y se preparó para la perforación. Aún así, aprovechó un instante antes de que el profesional comenzara para hacer unas preguntas: “¿Cuándo se normaliza? ¿Cuándo se cierra el agujero?”. Así las cosas, la situación continuó.Con total desesperación, Alfonso gritó en el momento que perforaron su oreja: “Ay, no. Lo siento. Dale hijo de p...te odio”. Para cerrar el tema, su esposa le dijo: “Pedro mirame, abrí los ojos”.