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Peter Lanzani contó lo que le pidió extirparse Luis Ortega para su papel en El Ángel

Las transformaciones físicas de Peter Lanzani han sido una constante a lo largo de su carrera, y su más reciente cambio de look responde a una motivación artística más que estética. Durante una participación en el programa de Alan Parodi, Terapia Picante, el actor compartió detalles sobre cómo la apariencia influye en la construcción de sus personajes, mientras enfrentaba el desafío de degustar aderezos cada vez más picantes, lo que lo llevó a limpiarse varias veces las lágrimas con una servilleta y recurrir a un vaso de leche para mitigar el ardor.

En la charla, Lanzani reveló un momento insólito de su carrera, el de cambiar para siempre su imagen física, ya que su rostro daba “muy bueno”, cuando Luis Ortega le sugirió eliminar su característico lunar. “En El Ángel y en El Clan. Porque me lo preguntaron. Dije: ‘No, ¿cómo me vas a sacar un lunar?’”, relató el actor durante la entrevista. Explicó que hubiera cedido si se trataba de otra cosa: “Una verruguita o algo, digo, ‘bueno, dale, no sé. Lo volamos’. Un lunar, no”. Y contó el motivo: “Mucha gente me reconoce por el lunar”.

La solución, finalmente, apareció y se mostró durante la charla: “Me lo taparon un poco, me lo quisieron tapar como para que no sea... No sé qué quiso hacer Luis, para que no sea tan yo”, detalló, en referencia al director Luis Ortega.

Peter Lanzani en su paso
Peter Lanzani en su paso por Terapia Picante

El aspecto físico, según Lanzani, es fundamental para sumergirse en un nuevo rol. “El look te ayuda a armar el personaje”, le comentó Parodi durante la entrevista, a lo que el actor respondió: “Muchísimo. Ya te coloca en otra, viste. Lo mismo cuando te cortás el pelo. O sea, yo tenía el pelo largo hace poco. Cuando te cortás el pelo, ya te cambia un poco la postura, todo. Entonces, eso ayuda bastante a tratar de meterse en otra y jugar”.

En los sets, el equipo de maquillaje y peinado contribuye a esa transformación, aunque no siempre el resultado coincide con sus preferencias personales. “La gran mayoría de las veces yo no tengo un look que a mí me gustaría tener. A veces aparezco con cada cosa rara, bigotes y cosas raras, pelo largo, con cortes raros y maneras de peinarlo rarísimo, buscando a un personaje. Y bueno... El look ayuda a buscarlo, cien por ciento”, afirmó Lanzani.

La película El Ángel es de 2018, dirigida por Luis Ortega, narra los crímenes de Carlos Robledo Puch, el asesino serial argentino que tiene cadena perpetua, y cuenta con Lorenzo Ferro en el papel principal. En ese contexto, la imagen de Lanzani debía distanciarse de su identidad habitual para encarnar personajes vinculados al hampa, lo que implicó un trabajo minucioso en el diseño del vestuario y el peinado. “El lookete está buenísimo, viste. Sí, bastante intenso ese bigotezo, tipo del hampa. Lo buscamos bastante y se buscó bastante también en el rodaje. Luis es un director que es maravilloso”, expresó el actor en la entrevista.

El reciente corte de cabello de Lanzani no fue una decisión casual, sino que respondió a las exigencias de su regreso a los escenarios con la obra El Emperador Gynt. En una entrevista con Infobae precisamente horas antes del cambio de look, el actor explicó que el reestreno de la pieza teatral, en la que interpreta 14 personajes distintos encarnados en Pedro Gynt, motivó el paso por la peluquería: “Hoy me voy a cortar el pelo y me voy a dar cuenta que me va a cambiar la fisicalidad. Y eso es lo que trato de buscar en los personajes. Te coloca en otro lugar o te pone un peso, o te abre los hombros, o te hace respirar de otra manera, o te tira una mirada más al ras de los ojos, o con una leve soberbia, o con una angustia para abajo...”.

El look anterior de Peter
El look anterior de Peter Lanzani, antes de cortarse el pelo para El Emperador Gynt. Casualidad: lucía el mismo sweater que en la entrevista de Terapia Picante

Lanzani está sobre el escenario del teatro Broadway todos los martes y jueves, dando vida a una tragicomedia que explora el poder del “yo” y el autoconocimiento, y que aborda con humor el impacto de las críticas en la autoestima. El destino de Pedro Gynt, empeñado en convencer al “Fundidor de Almas” de su valía, funciona como una metáfora de la lucha interna de muchos artistas frente al juicio ajeno.

En la misma conversación con Infobae, Lanzani abordó la vulnerabilidad inherente a la exposición pública. “A mí me han tildado de todo, desde sucio, de linyera, y he sido desde un zurdo de izquierda asqueroso hasta un facho de derecha. Hiere. Somos, por sobre todas las cosas, seres sensibles. Por más que hay gente que se haga la dura, las balas pasan, claro que duele”, admitió el actor, quien suele recurrir al humor para sobrellevar los embates, aunque en esta ocasión la sinceridad dejó al descubierto el peso de ser considerado un “punching ball” por parte de algunos.