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Nacha Guevara expresó algunas dudas sobre su regreso a la Argentina y reflexionó sobre la situación actual del país (Video: Ángel responde/ Bondi Live)

“Es muy cansador ver que el país repite sus mismos defectos”, expresó Nacha Guevara al compartir su mirada sobre la Argentina actual. La reconocida artista, figura emblemática de la cultura nacional, abordó en una entrevista con Ángel de Brito en Bondi Live su decisión de permanecer en el país tras su regreso durante la presidencia de Raúl Alfonsín y profundizó en una autocrítica social sobre la responsabilidad colectiva en el rumbo nacional.

La actriz recordó que su retorno coincidió con la llamada “primavera democrática”, un periodo que, según describió, se vivía con entusiasmo y expectativas renovadas. “Yo volví para cuando Alfonsín, y ese fue un momento... En la llamada primavera se respiraba algo tan lindo, tan claro, tan de esperanza, tan de proyectos, tan de creer que realmente lo que había pasado nos había transformado. O sea, fue un momento hermoso”, relató. Nacha, que había residido en España, Puerto Rico, México y Estados Unidos, eligió instalarse nuevamente en Argentina, una decisión que, admitió, reconsideró en más de una ocasión a lo largo de los 40 años transcurridos desde entonces.

Al reflexionar sobre las razones que la llevaron a quedarse, la exjurado de Cantando 2024 se definió con ironía como “cómoda”, restando dramatismo a su elección y descartando motivaciones heroicas. “Me quedé por haragana, por vaga, sí. Por cómoda. Por comodidad”, afirmó.

La artista analizó el desencanto
La artista analizó el desencanto social, la repetición de errores históricos y el impacto del exilio en su vida y carrera

Consultada sobre su visión del país en la actualidad, la cantante manifestó su desencanto ante la falta de rumbo y la repetición de errores históricos. “No lo veo. Lo veo que va como a los tumbos, que no encuentra su camino”, señaló. Para ilustrar su análisis, recurrió a una metáfora: “El país no es como este camioncito precioso que tenés ahí”, afirmó, señalando un vehículo en miniatura que estaba arriba de la mesa. “No es un objeto. El país, si fuera ese objeto, está lleno de seres humanos y esos seres humanos le delegan el poder al que maneja el camioncito. ¿Desde dónde lo delegan? Desde su estado de conciencia, desde su nivel cultural, desde sus creencias, desde sus miedos. Si nosotros no logramos cambiar a los pasajeros, el chofer nunca cambiará. Es más cómodo creer lo contrario”, manifestó.

En su reflexión, la intérprete de “Mi ciudad” y “Yo te nombro” puso el foco en el plano individual como colectivo. “Creemos que es más fácil, pero en realidad echar la culpa, tanto en una cosa colectiva como una cosa individual, nos hace víctimas siempre. Si yo te echo la culpa a vos de algo, te estoy dando el poder. El poder de hacerme sentir mal, de no pagarme el sueldo”, explicó.

Guevara destacó el impacto del
Guevara destacó el impacto del exilio en su vida y cuestionó las razones de su retorno tras la dictadura

Previamente, en una charla con Infobae, Nacha ya había abordado el tema del exilio por el cual había dejado el país durante la última dictadura cívico-militar del país. “El exilio para mí es la experiencia de mayor aprendizaje de mi vida. Lo que podría haber sido un desastre se convirtió en eso: conocí gente extraordinaria, compartí con gente extraordinaria, llegué a los lugares a los que quería llegar, me hice amiga de los artistas que admiraba del mundo”, contó.

Además, añadió: “Voy a ser muy sincera: cometí un enorme error volviendo, debí haberme quedado. Estaba en un momento de mi carrera extraordinario, debí haber vuelto y debí haberme ido de vuelta. Ir y volver. Esa vida de nómade no debí haberla abandonado. ¿Tiene explicaciones de por qué? Por supuesto: la tierra, los lazos, la familia… pero igual me equivoqué, yo no seguí creciendo de la misma manera. Aquí todo me cuesta un esfuerzo extraordinario y no estoy en el exilio, o sí, es una especie de exilio”.

“Esos años que nos separaron, estuve diez años separada del país, hicieron que mi evolución fuera muy distinta a la evolución de los que se quedaron, como es lógico. Y eso creó una distancia, creó algo que no sé cómo definir, pero es como si llegaras a la casa de tu familia y están todos comiendo pero el plato no está puesto para vos. Se van a levantar y lo van a poner, pero la mesa no está lista para vos. Esos diez años crearon ese desapego, ese distanciamiento, porque lo que yo viví en esos diez años es muy poderoso, y lo que se vivió aquí fue muy poderoso pero muy diferente”, analizó.