Que fue de la vida de Ayelén Paleo: de vedette y protagonista de escándalos a CEO de una inmobiliaria

El nombre de la exvedette volvió a estar bajo los reflectores luego de que su madre fue detenida por su presunta participación en una red de trata

Guardar
Ayelén Paleo y su madre,
Ayelén Paleo y su madre,

El recorrido público de Ayelén Paleo se caracteriza por una transformación marcada a lo largo del tiempo. Durante los años 2000, la protagonista se consolidó como una de las figuras más visibles del espectáculo argentino. Debutó con fuerza en el teatro de revistas y tuvo una participación significativa en Bailando por un sueño, lo que la convirtió en presencia frecuente en la televisión y parte de la cultura popular. Muchas veces, esa exposición estuvo atravesada por controversias, disputas y relatos de escándalos.

La irrupción en los medios no resultó accidental. Rápidamente, su imagen quedó ligada al espectáculo y la polémica, especialmente al integrarse al elenco de Bravísima junto a Carmen Barbieri y Santiago Bal. El episodio ligado a un supuesto romance con el reconocido director teatral desencadenó uno de los escándalos más recordados de la farándula nacional.

Esa situación culminó con el final de la relación Barbieri-Bal tras más de un cuarto de siglo juntos. A pesar de negar siempre su responsabilidad en ese desenlace, la presión mediática y la intensidad de las acusaciones impactaron enormemente en sus primeros años bajo la atención pública.

En 2011, la agitación mediática alrededor de la bailarina alcanzó un punto máximo. El apodo de “tercera en discordia” la acompañó durante meses. En 2012, los espectadores presenciaron un nuevo capítulo cuando ambas mujeres coincidieron en un programa televisivo.

Ayelén junto a su mamá,
Ayelén junto a su mamá, quien el miércoles fue detenida por ser su presunta participación en una red de trata

Allí surgió una escena inesperada: Carmen Barbieri, en su rol de jurado, elogió su desempeño con una frase contundente: “Esta pareja tiene futuro, a Ayelén le he tenido mucha confianza, la elegí por su talento. Empezaste bien tu carrera y así la vas a continuar”. Aunque la tensión flotaba en el ambiente, la valoración reconoció su destreza artística y su potencial.

Con el paso de los años, la protagonista estableció distancia respecto a aquellos episodios. Desde la madurez, miró ese pasado con autocrítica: “Yo era muy chica y quizás hoy tengo otra madurez y otra forma de manejarme con los medios. Vuelvo hacia atrás y siento que a mis 19 años me dejaron parada como la mala de la película, pero hoy entiendo que pude revertir esa situación y siento que la gente me quiere. Pero no la pasé bien, sufrí mucho y era muy chiquita”. Su perspectiva señala el impacto del escrutinio público sobre las jóvenes figuras del espectáculo y plantea preguntas sobre la protección y el acompañamiento en contextos de alta visibilidad.

Llegado ese umbral, la salida de la exposición no fue abrupta, sino paulatina. El primer paso consistió en potenciar la disciplina del entrenamiento físico. A través de las redes sociales, la exvedette compartió rutinas y consejos para una vida saludable, construyendo una comunidad digital sólida y fiel. Pronto aprovechó su certificación profesional para ofrecer servicios como entrenadora, tanto presenciales como virtuales. Esta etapa le permitió forjar nuevos vínculos, favoreciendo la transición hacia una actividad totalmente diferente.

Ayelén dejó las tablas para
Ayelén dejó las tablas para dedicarse al rubro inmobiliario (Foto: Instagram)

La apuesta verdadera por reinventarse se consolidó con el salto al mundo inmobiliario. Invirtió junto a su hermano en un ambicioso proyecto, enfocado en el segmento premium de Puerto Madero. Desde la fundación de una empresa dedicada al asesoramiento integral de compradores, su perfil cambió de manera radical. Ocupó el rol de CEO, liderando la compañía y orientando a clientes en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de Buenos Aires. El giro laboral se acompañó de un cambio estético visible: dejó atrás la impronta extravagante para adoptar un estilo prolijo y elegante, acorde a la nueva industria.

El contraste entre el presente y aquellos años de exposición es notorio. Hoy, quien consulta con la empresaria ya no encuentra rastros de la persona mediatizada por escándalos. Durante una entrevista, expresó: “No extraño la televisión porque hoy, con muchísima humildad, logré revertir una situación donde parecía que todo el país estaba en mi contra. Ahora la gente me quiere mucho y siento que me lo gané”. En esta nueva etapa, la atención al detalle y el trato cercano constituyen pilares estratégicos par consolidar su reputación en el competitivo mercado de bienes raíces de lujo.

Sin embargo, la tranquilidad conseguida en este período reciente experimentó una sacudida inesperada. Su madre fue arrestada en el marco de una causa judicial vinculada a delitos de trata. Se trata de Elizabeth Rodrigo, de 62 años, detenida en su casa de la Ciudad de Buenos Aires, acusada de ser parte de una red de explotación sexual y económica de mujeres que tenía su epicentro en La Plata. ¿Su rol en la red? Ser la fotógrafa de las víctimas, clave ya que las imágenes de las chicas eran subidas en sitios web donde eran prostituidas.

Este episodio provocó que el nombre de Ayelén Paleo volviera a ocupar espacio en los medios masivos, renovando la exposición pública. El desafío actual radica en mantener la distancia entre su faceta profesional y aquellos acontecimientos familiares ajenos a la nueva realidad empresarial.