“Que se apagan todas las luces, se prenden y es el momento: es ahora o nunca, tenés que cantar”, recordó Alan Lez, cantante y protagonista de la audición más vista de La Voz Argentina en YouTube y actual integrante del “team Lali” en el reality musical de Telefe. El músico, cuyo apellido real es Lezcano, se confesó agradecido por la oportunidad de mostrarse en el programa y por el respaldo incondicional de su familia, luego de años de buscar su lugar entre castings, canciones propias y covers.
Para Lez, la música fue refugio en la infancia y sostén en los momentos más difíciles, y hoy vive un presente de reconocimiento y cambio tras su paso por el escenario que lo conectó con miles de fans en todo el país. “En la música encontré el abrazo de poder expresarme en palabras”, afirmó el artista en diálogo con Infobae.
—¿Cómo viviste tu llegada al escenario del reality?
—La Voz es un programa que te expone de manera muy grande a todo el país y un poco fui con la intención de mostrar lo que yo hacía, de compartirlo con más gente. Si encima tenía la posibilidad de que algún jurado se diera vuelta, iba a ser un plus de alegría. Estoy contento y agradecido por haber tenido el espacio y la posibilidad de estar ahora en el team Lali y celebrando con ella todas estas performances.
—¿Qué sentiste al interpretar una canción de Miranda! frente a los autores y los jurados?
—Fue desafiante porque siento que es una canción de nuestro pop argentino que tiene una relevancia cultural muy grande y realmente quería hacerle honor y hacerla con mucho respeto y amor, sobre todo sabiendo que iban a estar ahí. Sí, fue desafiante, fue lindo.
—¿Cómo fue ese momento en que tres de cuatro jueces giraron sus sillas para elegirte?
—Fue de éxtasis porque no te imaginás bien qué va a suceder. Es hostil estar en ese escenario: se apagan todas las luces, se prenden y es ese momento, es ahora o nunca. Me encontré con esa sensación de surrealismo, viendo a la Sole discutir con Lali, peleando para ver con quién me iba en su equipo. Y los Miranda ahí, que vinieron a saludarme y a abrazarme. Abrazar a Ale Sergi y Juliana fue muy de ensueño.
—¿Por qué elegiste sumarte al equipo de Lali?
—Elegí a Lali, fui por el camino del pop, porque es lo que quería en este programa.
—¿Cómo es ella como coach?
—Es una minaza. Tiene un ángel y siento que todos crecimos con Lali un poco y la vemos como una amiga. Esa es la sensación que da, porque te contiene. Pasó muchísimas cosas para estar donde está ahora. Lo lindo de tener una coach así es que transmite todo ese conocimiento y esa profesionalidad con un grado de carisma y de cercanía.
—¿Te sentís reflejado en ella?
—Sí, porque ella la viene luchando desde siempre y en mi historia es un poco eso también. Vengo desde muy chico queriendo tener exposición y que la gente conozca y escuche lo que hago.

—¿Desde cuándo comenzaste a escribir canciones?
—Desde chico. Empecé haciendo covers y después mis propios temas.
—¿Cómo fue que decidiste dedicarte a la música?
—El click creo que me lo di cuando era chico y veía en los videos a Freddie Mercury cantando, o veía a Charly con el piano y un poco la sensación esa de compartir lo que uno siente. Porque a veces en las canciones uno escribe historias que pueden ser de uno o de otras personas, pero en sí es compartir. Sentía esa necesidad desde chico de exponer lo que sentía a través de la música, del arte.
—¿Qué te motivaba en esos primeros años?
—Arranqué a eso de los catorce, quince años a componer muchísima música, haciendo covers también, pero sobre todo con esa necesidad de expresar lo que sentía. Encontré ahí un refugio para esas emociones que por ahí las tenía ocultas o guardadas.
—¿Qué sentimientos te surgían al escribir de joven?
—Creo que uno de chico habla mucho desde la inocencia, pero todo chico con esa inocencia también tiene cierto grado de profundidad. De muy chico me cargaban muchísimo en el colegio por cantar o querer presentarme, por ser extrovertido. Eso generaba cierta distancia entre mis compañeros. Expresaba en las canciones esas sensaciones, que no quería estar solo, y ahora lo relaciono con lo que me pasa de grande también.
—¿Considerás la música un refugio para la soledad?
—Yo creo que sí. Cuando uno se siente solo, más allá de que uno sabe que a veces se tiene uno mismo, encontrar en la música ese refugio es importantísimo. Siento que todos en algún momento nos encontramos con una letra, con alguna poesía, que nos contiene. El poder de la música y de las palabras es lo que más nos lleva a esos lugares de paz.
—¿Cuál fue tu momento más difícil en que la música fue un camino de escape?
—Hace dos años, mi papá sufrió dos ACVs que lo dejaron en un estado muy vulnerable. Mi padre es albañil, trabajó toda su vida, siempre muy enfocado en salir adelante y sacar a la familia adelante. Cuando le sucedió esto fue como un golpazo para él, porque no podía hacer un montón de cosas que quería hacer. Para mí fue como ponerme de golpe la mochila de acompañar a mi vieja, acompañarlo a mi viejo y tener la conciencia de que son situaciones en las que uno está muy cerca de la muerte, que te hacen crecer de golpe. En la música lo que encontré fue eso, el refugio y el abrazo de poder expresarlo en palabras. No digo que soy un genio del poeta, pero con mis palabras quería ponerlo en música, esa soledad o esa tristeza.
—¿Sentiste que te convertiste en el sostén de tu familia?
—En parte sí, porque de golpe verlo tan vulnerable a mi viejo sentía esa necesidad de acompañar a mi vieja también desde ese lado. Arranqué a trabajar como diseñador gráfico y es lo que me permitió establecer un equilibrio respecto a lo que me gustaría hacer con la música y respecto a la vida de salir adelante y pagar un alquiler y todas las cosas que nos hace vivir. Pero sí, era difícil al principio.

—¿Alguna vez pensaste en seguir la carrera de tu papá como albañil?
—Sí, muchas veces veo que son trabajos en los que uno necesita un ejercicio extra con el cuerpo. Mi viejo puso mucho el cuerpo en su trabajo, entonces él quería que yo me dedique a otra cosa, pero nunca lo descarté porque es un trabajo y está buenísimo todo lo que nos haga salir adelante. Yo lo respeté mucho porque no quería que yo me dedique a eso y estudie otra cosa, así que me puse a estudiar diseño gráfico.
—¿Por qué elegiste el camino de la música?
—La música siento que es algo que estuvo conmigo siempre. Cuando era más chico era más teatral, me gustaba mucho más el teatro o la actuación, pero en la música encontré la fusión de ambas. Ahí podía expresarme tanto cantando como a nivel escénico, y sentía que el camino era ese, encontrarme con la música, con las letras, con la melodía.
—¿Cómo fue tu decisión de presentarte al casting de La Voz?
—Siempre tuve ese bichito que me decía: “Estaría bueno sumarse a un reality o algo así”. Cuando estaba Operación Triunfo, yo decía que algún día me gustaría vivir la experiencia. Vi mucho las ediciones anteriores de La Voz y me daba miedo realmente enfrentarme a algo así, pero cumplí 29 años en marzo y dije: “Bueno, me animo también a encontrarme con estas sensaciones distintas”. Se presentó la oportunidad: primero fui presencial al casting en Buenos Aires, esperé horas con mucha gente que viene de distintos lugares por el mismo sueño. No se me dio en ese presencial, pero se me dio por redes sociales, donde hice el casting de forma virtual y me llamaron por TikTok.
—¿Por qué decidiste grabar el casting en TikTok?
—Siento que hay que insistir. Cuando no se me dio de forma presencial, un amigo me dijo: “Hay otra oportunidad en redes”, y lo probé. Me parece que se trata de eso, de insistir y ver si hay posibilidades. Si no hay, será en otro momento, pero al menos probé.
—¿Qué creés que vieron en vos en el video de TikTok que no habían visto en persona?
—No sé, la verdad. Siento que por ahí las elecciones de las canciones influyen mucho o la forma en la que uno interpreta. En mi casting fui muy distendido, lo mandé sin ninguna expectativa porque quería simplemente mostrar qué era lo que hacía.
—¿Cómo respondió tu familia cuando supo que quedaste en el reality?
—La mejor. Tuve la suerte de que mis viejos siempre me apoyaron en todo lo que quería hacer. No porque soy hijo único, sino que era muy natural de su parte. Siento que realmente apreciaban que yo quisiera hacer lo que me gusta, y eso es un valor que cualquier familia tiene que estimular. Ellos vieron todo el proceso, vieron cómo fui creciendo o insistiendo y cuando se da una oportunidad, la celebran. Después de todo lo que le pasó, lo lindo es que él lo está viviendo conmigo. Siento que lo más valioso es poder estar viviéndolo con mi papá.
—¿Te presentaste en otros castings además del reality?
—Sí, me he presentado a castings de publicidad, de teatro, para obras y musicales también. En la mayoría no he quedado, son contados los que quedé. Me fortalecía cada vez que me decían que no. La próxima mejoro, la próxima me enfoco más, la próxima veo cómo mejorar lo que tal vez no gusta. Siempre preparándome, buscando la vuelta a que en algún momento ese sí llegue.
—¿Te sentís autoexigente con tu carrera?
—No sé si busco la perfección, porque sé que nada es perfecto, pero sí intento ser lo mejor posible en lo que te querés dedicar. En algún punto todos tenemos autoexigencia.
—¿Cómo viviste la espera hasta recibir el llamado del programa?
—No me lo esperaba realmente. Dejé el TikTok y seguí con lo mío, escribiendo música, cantando, produciendo canciones. Estaba la idea de que si me llamaban iba a ser genial, pero no lo materializás hasta que se realiza. Cuando llegó el sí, fue como: “Bueno, vamos a mandarle”.
—¿Cómo sentís la exposición de cantar tus propias canciones?
—Siento que todo artista que se expone ante el público o al subirse a un escenario, está exponiendo el alma. Es muy loco, porque la música, cuando uno la compone o interpreta, es lo más cercano al alma de uno. Es un desafío constante, pero es lindo cuando sucede, porque la gente lo toma, puede gustar o no, pero llega.
—¿Tus canciones surgen de experiencias propias?
—A veces sí y otras tomo historias que escuché y las interpreto. Pero últimamente, en estas últimas canciones, son todas experiencias propias.

—¿Te pasó que alguien se reconozca en tus letras?
—No, no me ha pasado. Pero sí me escribieron amigos preguntando: “¿Esta canción es sobre esta persona?” Y sí, ¿viste? Pero claramente hay cosas que no se dicen.
—¿Te contactaron personas del pasado al verte en el reality?
—Un poco sí. Hay mucha gente que se acerca después de mucho tiempo cuando tenés un nivel de exposición así. Siento que depende cómo te vinculaste con esa persona, pero fue divertido que esas personas que por ahí se alejaron, se acerquen y te manden un saludo o felicitación, que también es un poco eso, no podemos estar con resentimiento en la vida.
—¿Tu objetivo en el programa era mostrar tu disco y tu trabajo previo?
—Sí, no solo con mi disco, sino con todo lo que venía haciendo antes. Yo sentía que al ingresar, me podía jugar en contra tener ya mucho material y videos mostrando mi recorrido. Pero siento que se acercaron justamente por este camino y esa exposición. Todo es vorágine en este momento y siento que si después del reality la gente se sigue acordando de mí, por lo menos les habré brindado un momento de sonrisa y algo lindo con la música.
—¿Es difícil ser músico independiente?
—Sí, es difícil. Todo trabajo tiene sus cosas, pero el músico independiente tiene esa cuota extra que es la incertidumbre, de no saber hasta dónde ir ni llegar. Tiene su adrenalina y está buenísimo, pero es un camino que hay que transitar con templanza. Hay que estar consciente de que todo lo que uno va haciendo tiene una cuota extra: subir canciones, grabar videoclips, sacar fotos, editar videos, hacer TikToks. Pensar estrategias para conectar con la gente y vender una entrada. Hay que usar las redes y la tecnología como herramienta para lo que uno quiere hacer.
—¿Qué dice la gente sobre vos?
—Dicen muchas cosas. Estoy mucho en Twitter, leo muchos comentarios. Me enteré que hay un grupo de fans que va creciendo, y es muy loco ver cómo conectan con mi música. Es muy lindo que quieran saber más de vos. Muchos repiten mi audición, la escuchan muchas veces. Es muy loco formar parte de la vida de esas personas desde la música.
—¿Sentís que cambió tu vida el reality?
—Sí, está dando un giro ciento ochenta grados y se agradece, porque lo estaba necesitando en esta etapa.
—¿Cómo te ves en el futuro?
—Espero haciendo música y siguiendo este camino, tanto sea del pop, del rock o de la música en sí. No me cierro a ningún género, pero sobre todo compartiendo lo que me gusta hacer a la gente. Si le puedo dar a la gente un momento de alegría con la música, yo ya estoy hecho.
—¿Te considerás un posible ganador de La Voz Argentina?
—No lo sé, la verdad. Es como muy lejano, pero ¿por qué no?
Fotos: Adrián Escandar