Ariel Ansaldo, conocido como Big Ari y recordado por su paso por Gran Hermano, se incorporó como nuevo participante al reality Cuestión de Peso. Su llegada al programa, emitido por Eltrece y conducido por Mario Massaccesi, generó impacto inmediato por su carisma y las confesiones personales que compartió en su presentación. Ansaldo, de 48 años, inició su participación con un peso de 149,4 kilogramos y manifestó su determinación de transformar su vida, motivado por el deseo de mejorar su salud y bienestar.
Durante su primera aparición en el estudio, fue recibido con entusiasmo por el conductor y el resto de los participantes. Massaccesi lo presentó como el “Brad Pitt de Cuestión de peso”, a lo que el propio Ariel respondió con humor: “Yo era hermoso, era como Brad Pitt. Era una preciosura, era rubio, tenía pelo largo, físico estupendo, carisma. Llegar a un lugar y llamar la atención, ser el centro de las miradas. Ahora también lo soy, pero un par de cambios hubo, unos 20 o 30 kilitos de más”. El ex Gran Hermano relató que lleva tres años participando en distintos programas de televisión y se mostró dispuesto a compartir detalles íntimos de su vida y los desafíos que enfrenta debido a la obesidad.

En su aparición, Big Ari explicó que su principal motivación para sumarse al programa es dar un giro radical a su salud y su cuerpo. “Llegó el momento de enfrentar un gran cambio y sacrificio, de salir de una vez por todas de mi zona de confort. Quiero mejorar mi cuerpo, mi salud y, por qué no, mi vida”, afirmó. Reconoció que la decisión de participar no fue sencilla, ya que le resultaba difícil mostrarse vulnerable y hablar abiertamente de su sobrepeso. Destacó, además, el apoyo incondicional de sus padres para afrontar este nuevo desafío.
Ansaldo detalló los hábitos alimenticios que contribuyeron a su aumento de peso. “Lo que me pierde a mí son las harinas, la pizza. Una crocante de muzzarella, una fugazzetta rellena. Mi sobrepeso, mi obesidad, va por ser harinero”, confesó. También mencionó que las empanadas y otros productos a base de harina forman parte de sus debilidades, y que su preferencia por lo salado supera ampliamente a la tentación por lo dulce.
Uno de los momentos más llamativos de su ingreso fue la confesión sobre su relación con la leche. Ariel reveló que todas las noches bebe un litro de leche fría directamente de la botella antes de dormir, hábito que mantiene desde hace años. “La leche me da vida, bienestar”, enfatizó, y añadió que la consume en todas sus formas y derivados, aunque evita tomarla por la mañana para no sufrir molestias digestivas. Esta declaración provocó bromas en el estudio, donde el especialista Sergio Verón lo apodó “un ternero” y el conductor bromeó con la idea de darle una mamadera.

La anécdota más comentada surgió cuando Ariel Ansaldo admitió que tomó mamadera hasta los 12 años, atribuyendo en tono humorístico esta costumbre a la influencia de campañas de lactancia de su infancia. “La dejé cuando pasé de la primaria al secundario”, relató, y explicó que la ansiedad oral ha sido una constante en su vida.
En cuanto a las consecuencias físicas de la obesidad, el exhermanito fue directo al mencionar los cambios que más le afectan. “Ahora que engordé, tengo el pubis adiposo, no me gusta. Esa parte me da bronca, y el culo, yo tenía lindo culito. Ahora también se me cayó y hay unos pocitos de celulitis”, describió, sin perder el tono distendido que caracterizó su presentación. El propio participante fijó como meta llegar a diciembre en mejores condiciones y reconoció que hacía meses que no se pesaba antes de ingresar al programa.

El contexto personal también fue tema de conversación. Relató que antes de la pandemia solía practicar deportes como snowboard y salir a trotar, y que su peso habitual rondaba entre 115 y 120 kilogramos. Sin embargo, durante la pandemia, sus hábitos cambiaron drásticamente: comenzó a comer principalmente de noche y a picotear durante la madrugada, lo que contribuyó a su aumento de peso. “No como mucho durante el día, todo a la noche. Yo no soy de lo dulce, mi debilidad es lo salado”, detalló.
De cara a su participación en Cuestión de Peso, Ariel Ansaldo se mostró decidido a cumplir con los objetivos que le propongan los especialistas del programa, quienes realizarán un seguimiento semanal de su evolución. El propio participante manifestó su intención de superar la meta de bajar más de un kilo y medio por semana, convencido de que este proceso marcará un antes y un después en su vida.