Entre escándalos, cruces y momentos de tensión, Julieta Prandi atravesó el primer día de su juicio contra su exmarido, Claudio Contardi, en la causa por abuso sexual con acceso carnal, agravado por daño en la salud mental de la víctima. En ese marco, quien salió a hablar fue Mariano Peluffo, amigo y compañero de trabajo de la actriz, quien la acompaña en su programa de radio.
Al terminar de declarar, el locutor se presentó ante las cámaras y relató el clima que había este miércoles en el juicio. “Había un ambiente muy tenso, ella había pedido que su ex no estuviera, pero hay una cuestión legal. Entonces los separaba un biombo para que no tuvieran contacto. Yo conté lo que viví al lado de Juli”, comenzó diciendo Peluffo en Todo Noticias.
Inmediatamente, Mariano relató una de las situaciones de violencia que presenció años atrás entre Contardi y Prandi: “Ella me fue contando en capas, como de una cebolla, lo que iba recordando de lo que había vivido. Ella toma la decisión de irse de casa en 2019, después de hechos traumáticos. Algunos los vivimos, en 2019 vivimos un evento, llegó de un auto, pálida, sus papás estaban acá conmigo, pero ella tuvo que volverse apenas terminamos el trabajo. Estaba angustiada, y a los días se fue de la casa”.
En ese marco, el presentador también se refirió al mecanismo de control que Contardi ejercía sobre la actriz: "El único trabajo que ella tenia era el de la radio, nuestro programa. El abogado defensor me preguntó dónde vi violencia económica, pero en 5 años, un padre que no pasa un peso...Todas las bombas estallaban de 14 a 17, siempre en el horario de trabajo de Juli. Quería dinamitarle su único ingreso. El punto de vista emocional es tremendo. Es muy difícil juntar el coraje para irse. Los hijos declararon en pericias no querer verlo (al padre) nunca más".
Peluffo resaltó cómo comenzó su amistad con la actriz y cómo esta se fortaleció una vez que Prandi abandonó su casa: "Ella fue asilada de su familia en la relación. Mi vínculo diario con Juli empieza cuando ella se fue de la casa. Ella vivía nerviosa, mirando el teléfono. Yo no conocí al marido, lo vi dos veces nada más. Es una forma de control, la posibilidad de mandarle la ubicación, también es una herramienta de control".
En ese sentido, el locutor reflexionó sobre este tipo de casos y buscó enviar un mensaje de concientización: "Ojalá esto termine bien, hay muchas personas que pasan por esto. Nadie está exento de caer en manos de alguien que te manipule, que pueda psicopatear, que te termine enroscando en una telaraña, más allá de que la estadística dice que pasa más en hombres con mujeres como víctimas, también pasa a la inversa".

Por último, el presentador comentó cómo veía a su amiga y las próximas instancias que atravesará el proceso: “A Julieta la veo súper entera y con ganas de que esto se resuelva y se haga Justicia. Vendrán muchas instancias de apelación, pero ya que la causa sea elevada a juicio es un gran paso. Después vendrá la causa de los chicos. Cuando Juli me dijo que esto iba a ser elevado a juicio, le dije todo lo que me acordaba y que podía contarlo. Yo soy papá de tres hijas mujeres, no quisiera por asomo que alguna pasara esto. Hay que estar cuando te toca estar”.
La causa comenzó tras la denuncia de Prandi ante la UFI N° 4 de Escobar en 2021. Contardi fue acusado por Prandi de someterla mientras convivían en un barrio privado de esa localidad bonaerense, “entre el 28 de julio del año 2015, fecha posterior al nacimiento del hijo mayor de ambos y el mes de marzo del año 2018, fecha en que se mudan a la localidad de Martínez”, según consta en el expediente. La pareja se separó finalmente en 2019.
La cantidad de abusos, así como las fechas exactas de los hechos, no pudo ser determinada por Prandi, un punto que la defensa de Contardi atacó y que el juez Marino no consideró relevante: la falta de precisión es propia del trauma del abuso sexual.