El día a día de Wanda Nara sigue acaparando la atención en las redes sociales, especialmente en medio de su disputa con Mauro Icardi. Su última aparición en Instagram resultó particularmente intrigante por un mensaje críptico al final.

En una selfie tomada en el ascensor de su edificio, Wanda compartió las numerosas actividades que ocupan su jornada desde temprano en la mañana. Su día comienza a las siete llevando a sus hijos al colegio. Luego, a las nueve, regresa para una sesión en el gimnasio. A continuación, su agenda está llena de reuniones: a las once, tiene asuntos relacionados con su “new home”, lo que apunta a la gestión de su nueva vivienda; al mediodía, se centra en WC, su firma de cosméticos; a la una y cuarto, en la firma de un importante contrato que no detalló. A las dos, su asistencia al acto de fin de año de “las nenas”, dado que su colegio adonde van sigue un calendario especial del bachillerato internacional. Más tarde, dedica tiempo a llevar a sus hijos al dentista y, a las cinco de la tarde, participa en un té “de chicas”. La jornada prosigue a las siete y media de la noche con una sesión con su psicólogo.

Pero la incógnita surge cuando Wanda escribe: “23 hrs. (SIC) Me hace feliz”. Esta nota en su itinerario despertó gran curiosidad sobre el significado de esa referencia y la identidad de quien la hace feliz a esa hora. Por el momento, habrá que dejar correr el reloj hasta ese momento y descubrir de qué se trata.

En el contexto de este intrigante cierre en la agenda, L-Gante publicó una imagen besando a Wanda, lo que no tardó en alimentar los rumores de una posible reconciliación entre ambos. La fotografía tenía la cara de Wanda tapada, y el cumbiero la usó como excusa para un juego con sus seguidores. Pero el guiño también fue interpretado como una reconciliación entre él y Wanda.

La actividad reciente de Wanda Nara en redes sociales ha generado aún más interrogantes en torno a su vida personal. La empresaria provocó sorpresa al dejar de seguir en Instagram a su exesposo, Maxi López, a Juan Icardi, padre de Mauro, y a su propio padre, Andrés Nara, para luego de unas horas decidir seguirlos nuevamente. Esta oscilación en redes sociales ha intensificado la especulación sobre sus relaciones familiares, justo en vísperas del Día del Padre.

Inicialmente, el gesto de dejar de seguir a estas figuras próximas alimentó rumores de que podría haber tensiones familiares no resueltas, pese a que en el caso de su padre, Andrés, habían mostrado señales de reconciliación en tiempos recientes, que Maxi López la había apoyado en su disputa con Icardi.

En paralelo a estas cuestiones, Wanda enfrenta desafíos en otros frentes. El proceso judicial iniciado por Mauro Icardi para la restitución internacional de sus hijas ha añadido presión y ha puesto en el centro de atención la estabilidad emocional de la empresaria. La legalidad de la situación involucraría tanto a Argentina como a Turquía, países de residencia de la pareja, y obligaría a revisar convenios internacionales que protegen los derechos del menor en disputas transfronterizas.

Yanina Latorre señaló que el anuncio de esta medida judicial fue devastador para Wanda, quien ha tratado de mantener la calma ante esta avalancha mediática. Las declaraciones de Wanda, aunque escuetas, reflejan una carga emocional evidente en medio de cuestionamientos sobre el impacto de esta situación en su vida familiar. En una breve conversación con el programa LAM, Wanda optó por no entrar en detalles sobre el proceso, limitándose a resaltar su enfoque en sus hijas.