El domingo 21 de abril, en el circuito automovilístico de Toay, en La Pampa, donde su hijo Nicanor corría en la categoría TC Pista, Nancy Pazos tuvo la primicia: Franco Colapinto debutaría a bordo de un Alpine en el circuito de Imola, Italia. Al día siguiente, a las 13.00 en su programa El amor es más fuerte, por Radio 10, la periodista lo contó al aire, mucho antes que cualquiera de sus colegas.
Y su primicia se confirmó.
En la madrugada de este miércoles 7 de mayo, a las 09 hs de Francia, la escudería Alpine lanzó un comunicado para dar a conocer que Franco Colapinto “dará el salto a piloto de carreras para las próximas cinco carreras”, siendo el GP de Imola su primer desafío. Este se correrá entre el viernes 16 y el domingo 18.
Hoy, que el piloto argentino ya es dueño de una butaca en el equipo Alpine, según anunciaron en la escudería que comanda Flavio Briatore, Pazos recuerda el momento (no exento de un blooper) en una charla con Teleshow: “Alguien, que no te voy a decir quién es, obviamente, me dijo ‘Colapinto debuta en Imola, ponele todas las fichas. Entonces en la radio lo conté, pero en vez de Imola, dije ‘en Indianápolis’, me equivoqué, se me mezclaron las carreras. Eso repercutió en todos lados, porque cuando lo dije, todos pensaron que terminaría corriendo en Miami. Así que a los dos días lo corregí, y dije, en Imola”.
Por supuesto, Nancy Pazos no se jugó un pleno: sabía en qué aguas nadaba cuando contó la primicia. Sencillamente porque su misma fuente, que según ella “frecuenta el ambiente del automovilismo”, fue quien le contó, antes que sucediera, que Colapinto firmaría con Williams. “Ya me había enterado la vez anterior que Franco debutaría en la Fórmula uno. Williams lo iba a anunciar a las dos de la tarde. Entonces llame a la radio a las 12 y les dije: ‘chicos, hoy abrimos con Colapinto porque van a dar la primicia’. Al final fue a la una e hicimos todo el programa con eso”.
Pero esta curiosa historia no empezó ahí. Hay un capítulo más, casi inédito, que tuvo lugar dos años atrás. Su hijo Nicanor compite en la categoría TC Pista. Desde siempre siguió la carrera de los argentinos que corren en Europa. Por supuesto, Colapinto fue uno de ellos. Pero su trayectoria tiene algo particular: el esfuerzo que debieron hacer sus padres, Aníbal y Andrea, para sostener su ilusión. Nancy Pazos, que siempre acompaña a su hijo en las carreras, conoció esta historia. Y la contó al aire de Radio 10. “Creo que fue precisamente cuando ganó en Imola, aunque no estoy tan segura de esto. Dije que era un chico que estaba en la Fórmula 2, muy talentoso, que a diferencia de otros pilotos que llegaron porque pusieron plata, se había ganado el lugar con mucho esfuerzo. Dije un montón de cosas que hoy todos saben, pero que entonces eran conocidas sólo porque los que se dedicaban o miraban automovilismo”.
Luego de la radio, Nancy se fue a su casa. Ella, explica, tiene la costumbre de responder todos los mensajes que le llegan, tanto a su celular como a sus redes sociales. Y entre todos los mensajes, había uno de una tal “Andrea”. Lo abrió, y se encontró con una sorpresa: “Hola, te quiero agradecer. Yo soy la mamá de Franco. Y lo que contaste vos fue exactamente así. Nunca nadie lo contó de esa manera y lo valoro”. Pero lo que siguió fue aún más increíble. “Te quiero contar una historia personal. Franco tuvo síndrome urémico hemolítico en el mismo momento que lo tuvo Nicanor”, escribió la madre de Colapinto. Ambos chicos tienen la misma edad, 21 años, y tenían tres cuando sufrieron la enfermedad. Se curaron y luego se dedicaron al automovilismo. Franco desde muy chico, y Nicanor ya más de grande.
“Cuando la mamá de Franco me contó todo eso nos pasamos los teléfonos y empezamos a chatear. Ella me escribía los fines de semana que Nicky corría y yo cuando corría Franco, como dos mamás. Yo a Franco no lo conozco, nunca lo vi, que se entienda bien. La relación es con la mamá, con quien hasta hemos salido a cenar una noche. Y con quien seguimos chateando, aunque por ahora no le dije nada sobre esta chance de Franco”, explica Nancy.

Como dijo, ella y Andrea son dos mamás cuyos hijos están acostumbrados a girar a más de 200 kilómetros por hora. Pero en su caso, hay un condimento especial. Nicanor, cuenta, quiso correr cuando la Fórmula E se presentaba en Buenos Aires. “Lo insólito fue que llegó a casa y me dijo ‘mamá, quiero hacer el curso de karting’. Me maté de la risa, porque yo nací cerca del Autódromo (Nota: en Villa Soldati) y mi hijo no conocía algo personal mío: en la cuadra de mi casa eran todos camioneros como mi papá, y los hijos varones tenían todos karting. Yo también quería uno, pero como era nena, no me lo compraron. No es algo que le haya contado a Nicky. Cuando cumplí 30 años, los festejé en una pista de karting”.
Con Nicanor salían del colegio de Polvorines donde iba a las 16.30, y de allí cruzaban el conurbano para llegar al autódromo. Nancy pensó “no va a durar”. Pero no sólo terminó el curso sino que continuó corriendo después de la pandemia en autos con techo. “Y todavía no tenía carnet de conducir, no sabía ni estacionar”, cuenta divertida la madre.
Ahora, que se anotó la primicia del piloto argentino, Pazos se ataja entre risas: “Por más que haya dicho el 22 de abril, por radio, que Colapinto iba a correr en Imola con Alpine, no voy a dejar el periodismo político”.