Brian de Gran Hermano celebró un nuevo logro tras años de lucha: “No se rindan nunca”

El vendedor ambulante, participante de la última edición del reality, sigue cumpliendo sus sueños y compartió su emoción con sus seguidores

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La emoción de Brian de
La emoción de Brian de GH con su primer auto

Lo anunció con una emoción que parecía contener una vida entera: Brian Alberto, ex participante de Gran Hermano (Telefe) y vendedor ambulante de trenes, presentó públicamente su primer auto. No fue un gesto ostentoso ni una exhibición de lujo: fue una declaración de principios. “Cada día más que feliz. Nuestro primer auto. De a un paso a la vez: primero nos mudamos, después conocimos el mar en familia y hoy, después de tanto, llegó nuestro primer autito”, escribió en sus redes sociales junto a una imagen que lo mostraba abrazado a sus hijos, todos posando frente al flamante vehículo.

Para Brian, este momento no fue solo la adquisición de un bien material, sino un hito emocional. “Más que feliz y agradecidos, sin quemar etapas, viviendo de un día a la vez. Gente, todo llega, no se rindan nunca, siempre por el camino correcto que todo llega”, agregó, en un mensaje que se volvió rápidamente viral y que sintetiza su camino recorrido: de los vagones del tren San Martín al asiento del conductor, siempre con los pies sobre la tierra.

Cuando ingresó a la casa más observada del país, se presentó con orgullo: “Soy vendedor de tren, salgo todos los días con la venta a pelearla, que es lo que me heredó mi papá y me encanta”. Tenía 27 años, venía de San Miguel, provincia de Buenos Aires, y no traía una carrera mediática ni un personaje inventado. Traía calle. Traía el sonido de las puertas del vagón, las miradas rápidas de los pasajeros y el valor diario de ofrecer lo que sea para llevar algo de dinero a casa.

Brian en los últimos días
Brian en los últimos días vendiendo huevos de pascua

En los trenes vendió de todo. Chocolates, pañuelos, golosinas. Incluso, días antes de publicar las imágenes de su auto, fue visto ofreciendo huevos de Pascua a los pasajeros. Los llevaba en una caja sencilla, caminaba los pasillos, sonreía, saludaba, y pedía con franqueza desde sus redes sociales: “Si me ven, cómprenme uno para ayudarme”.

Horas más tarde, volvió a aparecer online, visiblemente emocionado. No le quedaba ni un solo huevo. Pero lo más importante no era eso: se preparaba para llevar a sus hijos al mar por primera vez. “Esa alegría de conocer la playa me hace feliz”, escribió. Y no era una frase decorativa. Era literal: sus chicos jamás habían pisado la arena. En una imagen entrañable, se los vio comiendo panchos antes de subirse al micro con destino a Mar del Plata.

En la casa de Gran Hermano no pasó inadvertido. Se definía como “jodón” o “plaga”, con esa jerga de barrio que mezclaba picardía con calidez. Su actitud desinhibida, directa y su lenguaje corporal lo distinguieron como uno de los favoritos de muchos seguidores, que lo veían como una bocanada de aire fresco en medio del encierro televisivo.

Gran Hermano: la novia de Brian le propuso casamiento en el "congelados" y el rompio las reglas

Sin embargo, su participación no estuvo exenta de polémicas. Protagonizó discusiones, armó alianzas, y sobre todo, se quebró las reglas en uno de los momentos más recordados del programa: el Congelados. Esa dinámica en la que los participantes deben permanecer inmóviles mientras un ser querido los visita, fue para él demasiado. No pudo evitarlo. Abrazó a su pareja, rompió el formato, y en ese instante se convirtió, para muchos, en un símbolo de emoción genuina, aunque le costara una sanción.

El final llegó en un mano a mano ajustado contra Luz Tito, una de las competidoras más fuertes. Su salida dejó un vacío entre sus seguidores, pero también lo devolvió a la realidad con una popularidad renovada.

Desde su salida, Brian no se refugió en la comodidad de la fama efímera. Volvió a caminar los vagones. Se reencontró con sus compañeros de siempre. Visitó sus antiguos lugares de trabajo. Y con cada paso, dejó claro que su identidad no cambió: la lucha, la constancia y sus hijos siguen siendo el eje de su vida.

El emocionante momento entre Brian
El emocionante momento entre Brian y sus hijos, captado por la cámara

Hoy, con las llaves del auto en mano, Brian mira hacia adelante. No hay flashes ni luces de estudio, pero sí un mensaje firme: se puede. Y se puede con trabajo, sin trampas, con humildad. Como lo dijo él mismo, sin quemar etapas.

Ese auto, ese “autito” como lo llama, no solo lo transporta. Es una victoria. Una prueba. Una promesa cumplida.