El orgullo de Marcelo Tinelli por un gesto de su hijo Lolo: “Comprado por él”

El conductor compartió su felicidad por la actitud del niño de 10 años que lo vincula con una de sus grandes pasiones

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Marcelo Tinelli mostró el cuarto
Marcelo Tinelli mostró el cuarto de su hijo menor y un detalle se llevó todas las miradas (Foto: RS Fotos)

Una cama, un escudo y un sueño. En un rincón de la casa de Marcelo Tinelli, un niño de diez años armó su propio santuario. Allí no hay lujos ostentosos ni caprichos de millonario: hay pasiones sinceras, coleccionadas con la devoción de un hincha y la precisión de un piloto. En sus redes, Marcelo en más de una ocasión se mostró orgulloso de su hijo menor, los logros que va cumpliendo en su vida y la pasión que los une: el fútbol.

Lorenzo Tinelli, hijo menor del conductor fruto de su relación con Guillermina Valdés, abrió al mundo una parte íntima de su universo. Fue su propio padre quien, con orgullo, compartió la imagen en redes sociales. “Amo la habitación de Lolo”, escribió Tinelli. Una simple frase que encierra una verdad más honda: el niño empieza a elegir, a definir su estética, a mostrar quién es.

En la foto, se recorta el cuarto del niño como un altar pequeño pero cargado de símbolos. Hay una cama de una plaza, envuelta por un acolchado que grita identidad: los colores celeste y blanco de la Selección Argentina, que muestra algunos de los momentos más emblemáticos que se vivieron en el Mundial de Qatar 2022, evento que el pequeño pudo vivir en primera persona junto con su papá. En el cubrecama se puede ver la icónica atajada de Dibu Martínez en la final, la Copa del Mundo, la Scaloneta y, por supuesto, Lionel Messi.

En las paredes, veloces como un domingo de Gran Premio, cuelgan cuadros de la Fórmula 1. No es casual: la pasión por el deporte es algo que su papá le transmitió desde una temprana edad. Pero el verdadero protagonista es el nuevo objeto: un banderín.

Se trata de un objeto representativo del club de sus amores, San Lorenzo de Almagro. “Y con un nuevo banderín comprado por él“, detalló el conductor en la historia que compartió con sus seguidores. Un gesto que parece pequeño, pero que revela carácter. Esa insignia no es un adorno: es una declaración de pertenencia.

Con su propio dinero, Lolo
Con su propio dinero, Lolo compró un banderín de San Lorenzo (Foto: Instagram)

El caracter familiero de Marcelo Tinelli no es ninguna novedad. A principios del mes de abril, el conductor del Bailando cumplió 65 años y recibió este nuevo año de vida rodeado de sus cinco hijos, Micaela, Candelaria, Francisco, Juanita y Lorenzo, y su primo hermano, el Tirri. Luego de una cena íntima con su círculo más interno, hizo una mega fiesta en el centro porteño.

En el corazón del evento, Tinelli, con su infaltable traje negro y peinado plateado impecable, recibió a cada invitado con una sonrisa. A su lado, su hijo menor, Lolo, lo acompañó con un look similar: traje negro y zapatillas de diseño, símbolo de esa mezcla de solemnidad y rebeldía que define a la nueva era.

La pasarela improvisada en la entrada del edificio también tuvo protagonistas. Cande, fiel a su estilo punk-chic, llegó en auto junto a su hermana, Mica. Desde el asiento del acompañante, saludó con una mezcla de timidez y coquetería. Su look, que consistía en una campera oversize, labios rojos, tatuajes a la vista, condensaba su identidad: una estrella alternativa nacida en el seno de la televisión masiva.

Marcelo junto a sus cinco
Marcelo junto a sus cinco hijos en su cumpleaños número 65

En cambio, la hija menor del conductor, Juana, por su parte, impactó con un short blanco con puntilla, borcegos altos y un blazer oversize que no pasó desapercibido ante las cámaras.

Y, como broche de oro, Tinelli posó junto a sus dos tías, con quienes compartió una tierna foto ante sus seguidores. “Hay momentos que son únicos e imborrables. Mis dos tías que amo, juntas en mi cumple. Lo que te tengo presente mamá hermosa, linda y buena, estando con tus hermanas. Las amo, Dori y Mirta. Estás conmigo, Chiqui, mamá tan amada”, escribió, emocionado, al referirse a ambas mujeres, quienes le recuerdan a su propia madre.