El duelo más tenso de la gala en Gran Hermano (Telefe) tuvo su desenlace en la medianoche del domingo 13 de abril. Tras una definición llena de nervios, silencios y recriminaciones, el público sentenció la eliminación de Martina Pereyra, quien cayó ante Catalina Gorostidi con el 52,6% de los votos negativos.
El dictamen fue uno de los momentos más esperados de la temporada, ya que ambas participantes venían acumulando conflictos, alianzas rotas y protagonismo dentro del juego. La placa, integrada por siete jugadores en una votación negativa, terminó concentrando toda la tensión en ese mano a mano entre dos figuras que dividieron opiniones desde su ingreso a la casa. Catalina, exjugadora de la edición anterior, logró imponerse con el 47,3%, en una muestra clara de apoyo del público a su regreso al juego.
La gala comenzó con la voz de Santiago del Moro anunciando el primer alivio de la noche. Eugenia Ruiz fue la primera en salir de la placa con apenas el 0,5% de los votos en su contra. “Gracias, estaba a punto de desmayarme”, exclamó entre risas y emoción, aliviada de poder festejar su cumpleaños del lunes todavía dentro del juego.

Poco después, Selva Pérez recibió la buena noticia de su continuidad, celebrando con su característico entusiasmo. “Saludos a Uruguay, gracias, gracias. Voy a usar la piscina climatizada”, gritó eufórica tras saber que solo el 1,1% del público pidió su salida.
La tercer salvada fue Gabriela Gianatassio, que acumuló un 6,2% de votos negativos. Saltando y gritando, abrazó a sus compañeras y expresó que se sentía “revivida” por el apoyo del afuera.
Con 12,7%, Ulises Apóstolo también logró salir de la zona de peligro. En su discurso de agradecimiento, lanzó una advertencia directa a sus rivales: “Este cordobés se va a hacer cargo de que se les caigan las caretas”, mirando fijo a cámara.

La quinta y última salvada antes del mano a mano fue Chiara Mancuso, quien recibió el 28,9% de los votos en contra. Al escuchar su nombre, se abrazó con Ulises y lanzó: “¡Cinco veces me fulminó este careta! ¡Gracias, se acabó la mentira!”, en alusión a Tato Algorta, actual líder de la semana.
Con los porcentajes definidos, el cierre de la noche dejó a Catalina y Martina frente a frente. La tensión acumulada durante días explotó en esos segundos previos al anuncio de Santiago del Moro. Cuando pronunció el nombre de la eliminada, Martina solo atinó a abrazar a sus compañeros más cercanos y a salir entre lágrimas, con una mezcla de resignación y tristeza.
La decisión del público dejó a la platense fuera del juego, con el 52,6% de votos negativos. Catalina, por su parte, se salvó con el 47,3% y permaneció firme en su lugar, sin ocultar su alivio.

La salida generó un fuerte cimbronazo en la casa, especialmente en el grupo liderado por Santiago “Tato” Algorta. El uruguayo fue el responsable de bajar de la placa a su aliada Luz y subir en su lugar a Catalina, una jugada que ahora le pasa factura. “Ahora llorá, ridículo”, le gritaron algunos de sus compañeros, como Chiara, mientras él se mantenía en silencio, sin sumarse al clásico canto de despedida.
“Te salió mal la jugada, maestro”, le recriminó Ulises sin disimular la ironía. “Seguí ahí con tu jugada, estratega, ridículo, llorando y con Lucecita, a la que le tenés ganas”, disparó Lourdes Ciccarone contra el oriental mientras Tato se abrazaba con Luz Tito y Lucía Patrone en la galería.
La eliminación dejó al descubierto una nueva fractura en la dinámica del juego, con tensiones que ya no se ocultan y una interna que promete escalar en los próximos días. El “bombazo” de la salida de Martina reordenó el tablero y dejó al descubierto los costos de ciertas estrategias.