Marcela Tauro frente al mayor desafío de su carrera: “Soy periodista porque mi mamá lo llevaba en la sangre”

Mamá de Juan Cruz y profundamente espiritual, estará desde hoy a las 18 horas en la conducción de Infama, por América. En una charla a corazón abierto, habla del legado de su mamá, de su hijo, de los amigos del medio y de sus expectativas

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La entrevista de Andrea Taboada a Marcela Tauro, a horas de comenzar con la conducción de Infama

“Soy una todo terreno”, admite Marcela Tauro casi al comienzo de la charla en la que abrió su corazón para Teleshow. Recordaba sus comienzos en la revista Gente, cuando en diciembre de 1988 tuvo que cubrir la fastuosa boda de Susana Giménez y Huberto Roviralta en el Hotel Alvear, y la mañana siguiente la encontró trabajando en las últimas esquirlas del levantamiento militar en Magdalena. Desde esa época, hasta hoy, pasaron muchas horas de archivo, cuando a los 20 años fue pasante en El Gráfico, de gráfica en Gente, sus 18 años de Radio 10 junto a Marcelo Polino y su actualidad junto a Del Moro en La 100´; pero sobre todo un vastísimo recorrido por el periodismo de espectáculos en televisión, desde Indiscreciones con Lucho Avilés e Intrusos desde el comienzo con Jorge Rial y Luis Ventura hasta hoy. Y toda esa carrera, hoy, este domingo 13 de abril de 2025, se corona con la conducción: a las 18 horas estará al frente de Infama, una marca histórica para América TV.

En el mundo de la pantalla chica, para la gente que la sigue, su nombre, Marcela, fue dando paso a un apelativo más rotundo: ella es “La Tauro”. Así se la conoce desde hace años, aunque se haya dado cuenta hace poco del peso que tiene su apellido. “Ahora sí, porque bueno, Del Moro siempre me dice ¿Vos te das cuenta que sos La Tauro? Yo no lo había registrado. Pero si, no soy Marcela, como Susana. Soy La Tauro”.

Mamá de Juan Cruz, profundamente espiritual y creyente, periodista de raza, desde hoy encara un gran desafío.

—¿Qué te dio esta profesión?

— Muchas más satisfacciones que disgustos. Primero, gente que terminó siendo amiga, familia. Vos pensá que con (Marcelo) Polino me conozco hace mil años. Y no hablamos todo el tiempo.

— Ustedes trabajaron en Radio 10 haciendo un éxito.

— Dieciocho años. Y nos conocemos desde Lucho (Avilés),. Y sin embargo a mí me da ternura, por ejemplo, el otro día enterarme que mi hijo se habla con él, ¿entendés?

— ¿Y vos no hablás con él?

— Mirá, hace tres semanas que estamos que vamos a ir a Babieca, el lugar nuestro, (Daniel Gómez) Rinaldi y él. Pero siempre la complicada soy yo. Últimamente yo genero y después no puedo ir. Bueno, y el otro día mi hijo me dice ‘ay, mami, hablé con el tío Poli, te manda saludos’. ¿Desde cuando hablás con el tío Poli? ‘No, porque le pedí un video’. Él y Matilda, la hija de Luli Salazar, logran de Marcelo lo que no logra nadie. Y bueno,somos familia, a pesar de que no estamos todo el tiempo pegados. Y tengo muchos amigos de la profesión.

— No es, como dice Carmen...

— ... que no hay amigos en este ambiente. Yo puedo decir que sí hay.

Tauro habló de sus amistades
Tauro habló de sus amistades dentro del medio, comenzando por Marcelo Polino (Foto: Gustavo Gavotti)

— Tenés una trayectoria enorme, Marcela. Mucha calle, mucha redacción, mucha radio, mucha tele.

— Sí. Y aparte soy una bendecida, porque a la edad que tengo estoy trabajando muchísimo y con grosos. Y me adapté. Porque uno se tiene que aggiornar.

— Si.

— Por suerte soy de aggiornarme rápido, la transición no me cuesta tanto. Pero me tuve que aggiornar con Del Moro, a otro tipo de programa, con mas joda, que sacó otra Marcela, que yo tenía guardada. Porque fuera del aire soy jodona, pero no lo mostraba en los medios. Y él logró sacar esa Marcela, que ahora saco en Intrusos, en todos lados. La estoy sacando demasiado ya (ríe)

— No, está muy bien, no la reprimas. Estamos a pocas horas del debut. Fuiste conductora de muchos programas, pero este tiene algo especial, tiene un peso propio Infama.

— Yo tuve que ver un montón de videos, Andre, quise experimentar las distintas etapas de Infama. Todas.

—¿Cómo te ves en pocas horas debutando en un programa con esa firma? Para mí, Infama es Santiago del Moro.

— Y si, es Del Moro.

Marcela Tauro cuenta que Santiago
Marcela Tauro cuenta que Santiago del Moro la ayudó a sacar un costado lúdico que tenía guardado (Foto: Gustavo Gavotti)

—Y José Núñez, gran productor, y América, Jotax, Anita Guevara, el Chato Prada, Noel Vila, a todos vamos a nombrar.

—Sí, obvio, todos. Sabés que el otro día tuve que ensayar la venta de Infama, que es muy arriba. Y es muy Del Moro la venta...

— ¡Ay, quisiera ver el domingo…!

— Ahí vas a estar. El domingo es un día terrible. Sobre todo a la tarde, porque hay mucha gente que está sola. Entonces vamos a acompañar a esa gente.

— Está buenísimo, porque es un anti domingo.

— Total. Entonces que se diviertan, que chusmeen, vamos a hacer un poco de todo. Informar, mostrar qué es de la vida de los mediáticos que surgieron de Infama. Zulma Lobato, Electra. Un montón.

—Me acuerdo cuando Santiago ayudó a Noelia Pompa a operarse las lolas.

— Habrá una parte del programa donde vamos a mostrar que es de la vida de ellos hoy. Y después tengo un panel maravilloso con Laura Ubfal, Karina Iavícoli y Gonzalo Sorbo, que es una revelación. Y ahí vamos a estar picantes porque tenemos el libro de Infama también, el libro que guarda todos los secretos, gigante, una enciclopedia...

—Es como La Biblia.

—Están todos los secretos que no pudimos contar de otros programas. Entonces lo vamos a abrir y donde se abre se abre. Hay camaritas, paparazzis, hay un montón de secciones.

Marcela Tauro habló de su espiritualidad, eje central en su vida

— Vuelve el Cazador, un camarógrafo que está en donde se te ocurra. ¿Y vos cómo recibiste la propuesta?

— En enero, cuando estaba conduciendo Intrusos, me vinieron a ver Anita Guevara, la gerenta de programación, el Chato Prada gerente artístico y José Núñez. Y estaban armando un programa para los fines de semana. Hace un mes, decidió el canal que fuera Infama. Y cuando me lo manifestaron dije bueno, sí me gusta, pero tendría que ver porque no me acuerdo tanto de Infama. Me acuerdo de haber hecho notas para Infama con Alfonso (cronista de América TV) y demás...

—Pero va a tener tu impronta también.

—Obvio. Mi personalidad. ¡Ojalá fuera Santiago del Moro, sería un exitazo seguro!

—¿Qué te dijo Santiago?

— La mejor onda, me mandó un mensaje. Le pedí algunos consejos y me los dio. Y me mandó un video que vamos a ver el domingo. También le dio un poco de orientación a Gonzalo Sorbo, que está en el equipo. Yo lo conocí a Sorbo del noticiero, y ahora trabajando en la radio y la verdad que me divierte mucho y es otra mirada, ¿viste? Está buenísimo.

—Pasaste por Intrusos con Luis Ventura y Jorge Rial, que son dos tótems del mundo del espectáculo. ¿Hoy, quién te parece que es el tótem, si es que lo hay?

— Para mí son varios. Yo creo que cada uno a su modo, es indiscutido. Me parece Ángel (De Brito), sí. Y me gusta mucho Yanina (Latorre). Me parece que se puso al hombro un lugar y es maravilloso. Después, obviamente, los chicos Pallares y Lussich, con otro estilo. Son más showman. Me divierte esa parte, más teatral.

— ¿Y te sentís cómoda en todos los registros?

— Yo me adapto a cualquiera.

— Porque aparte no es fácil ser panelista.

— Es muy difícil porque tenés que estar atenta al conductor, a la conductora y hacerle la segunda o la tercera. Y no es fácil ser segundo. Hay que ser un buen segundo, pero estar atento y meter la pregunta justa.

Marcela Tauro y el recuerdo de su madre

— Hoy te escuché muy emocionada por tu mamá. Era, obviamente, tu primera fanática.

—Sí, sí. Yo creo que en el fondo, hoy me doy cuenta, después de hacer tanta terapia y tanta holística, que soy periodista porque mi mamá lo llevaba en la sangre.

— Contame, no sabía.

—Mi mamá no era periodista. Era maestra y venía de una familia de panaderos. Pero mi mamá compraba la revista Gente, donde yo terminé trabajando. ¿Entendés? Y yo creo que lo llevo en la sangre porque ella siempre me apoyó, y hoy estaría feliz.

— Seguramente hay alguna señal habrá

— Seguro. Mira, estos días me estoy acordando mucho y la siento, así que estoy segura de que va a estar al lado mío, acompañándome y protegiéndome.

— ¿Cómo se llamaba tu mamá?

— Carmen. Van a hacer dos años que murió, así que todavía estoy en duelo. Pero aprendí, me di cuenta, que la vida te prepara. Pensé que no iba a poder soportar la muerte de mi mamá, porque yo era muy pegada. Yo la llevé a vivir conmigo y con mi hijo, entonces era como una segunda mamá de mi hijo también. Y encima mi hermana Pato está viviendo en Suecia. Estamos hiperconectadas. Pero justo me pasó en un momento donde yo estaba sola, porque mi hijo estaba con un viaje de estudios en Suecia, con mi hermana. Entonces cuando muere mamá yo estaba sola y justo me había separado el día anterior. Cuando te vienen te vienen todas juntas, pero evidentemente Dios sabe cuando manda las cosas, porque me di cuenta de que estaba preparada, lo pude sortear con entereza.

— ¿Y ella te miraba en la tele?

— Todo el tiempo. Me mandaba mensajes. Me decía ‘ay, no te acordás que esto, que lo otro? Me daba data. Ella llamaba, por ejemplo, a las revistas, a todos los laburos y me daba data.

— Claro, por ahí veía algo en otro canal o en otra revista o en un diario. Te completaba la información. ¡Le debes a Carmen!

— ¡Totalmente se lo debo! Por supuesto. Gracias a ella. Y ahora es emocionante que mi hijo siga mis pasos también.

"La Tauro", como es conocida
"La Tauro", como es conocida en el medio, contó que su hijo sigue sus pasos en el periodismo (Foto: Gustavo Gavotti)

— Tenía entendido que iba a ser periodista deportivo.

—Pero a último momento se arrepintió y dijo no voy a ser periodista general.

— ¿Y lo apoyas?

—Sí, pobre, ya le estuve hablando de que él tiene que ser libre y hacer lo que quiere, porque debe ser un peso tener a mí como madre, ¿viste?

— Pero La Tauro también es buena.

— No, ya sé. El otro día, de hecho, me dijo ‘mamá, tuve que decir que era tu hijo porque me preguntaron por qué seguí la carrera. Y dije ‘porque mi mamá es periodista’. Y le preguntaron ¿quién es tu mamá? La Tauro. Dale, jodeme, le respondieron, porque aparte Juan Cruz no se parece mucho a mí físicamente. ‘Si, te juro que es mi mamá‘, decía él. Me dio risa, ternura, pero bueno, seguirá su camino. Él sabe mucho de deportes. Veremos.

— Infama es un programa picante y fuerte, así que eso seguro lo va a tener, lo va a seguir conservando. Y más con tu temperamento, vos sos una mujer fuerte, sos La Tauro. ¿Cuáles son tus límites al contar una historia de un famoso, una famosa?

— Ahora uno está aprendiendo un montón de cosas que antes, en nuestra época, cuando empezamos, Andre...

—... Las redes no estaban.

— No. Vos, antes, los embarazos los podías decir. Ahora no, ahora yo consulto un embarazo. Me llega y espero. Antes no se esperaba.

— Sobre todo recuerdo el de Andrea del Boca.

—Un buen ejemplo. Te acordás que fue como que la apuramos en confirmarlo. Y está bien que ahora se consulte. Digo, cambiaron las formas y está bueno. Las enfermedades y ese tipo de cosas son el límite.

— ¿Tenés guardadas muchas cosas?

— Sí.

—¡Está el libro de Infama y el libro de La Tauro!

—Y hay cosas que no me acuerdo, yo tendría que anotar todo. Claro, ¿no te pasa que a veces vas por la calle y pensás ah, pero yo lo sabía eso, me lo habían dicho?

Marcela Tauro revela que no
Marcela Tauro revela que no cuenta todo lo que sabe, y relató un episodio con Raquel Mancini cuando empezaba en el oficio (Foto: Gustavo Gavotti)

— ¿Viste? ¿Y si te piden que no lo digas, no lo decís?

— Muchas veces me ha pasado. Hace un rato estaba recordando una cosa porque me la encontré saliendo del canal a Raquel Mancini, que ahora está haciendo A la tarde. Y nos acordábamos de una situación. Yo fui a hacer una nota y ella estaba con un novio en ese momento. Todos estábamos buscando esa foto. La encuentro haciendo otra nota y el fotógrafo hizo la foto. Al final nunca la pudimos publicar porque era muy importante. Cuando llegué a la redacción, yo chocha, ‘ay mira lo que hicimos’, y me dicen ya nos enteramos del quilombo armaste, nos llamaron por teléfono, no se puede publicar. Yo indignada. Era joven, ‘¿y cómo no se va a poder publicar? Hace tres meses que estamos atrás de esto’. Esas cosas pasan.

— ¿Sos ansiosa?

— No soy ansiosa, pero me volví ansiosa. Es como que estoy en trabajo de parto y quiero ya parir.

— ¿Y después que viene? O dejas que la vida te sorprenda…

— Que me sorprenda. La verdad es que no lo planifiqué. Fijate vos que llega en el momento justo, porque nunca me había visto como conductora. Me pasó de golpe cuando se fue Flor, salí al toro... Y ahora es como que me sorprendió, y me dejo sorprender con todo. Tuve un par de propuestas para un streaming y qué sé yo, no me daban los horarios. No puedo, pero bueno, me dejo sorprender.

— Te ves luminosa. Y el tema espiritual, me imagino, que te ayuda mucho en la profesión.

— Me ayuda. Esta profesión es estresante. Y aparte, me ayuda para manejar el ego.

— Me encanta hablar de eso. ¿Dónde tenés tu ego?

— Creo que lo tengo bien ubicado. Yo soy una persona normal, como cualquiera que nos está mirando, que tiene la suerte de trabajar en lo que le gusta. Eso es un privilegio en este país y en este momento. Siempre tuve ese privilegio, esa suerte, nunca dejé de tener trabajo, gracias a Dios. Pero no dejo de ser una persona que va al supermercado, que cocina cuando puede, porque tampoco soy la gran cocinera, ¿viste? Sufro, lloro, voy por la calle y no me la creo porque estoy en la tele o en un medio, ¿entendés?

— Eso se vio a lo largo de todos estos años, se te ve así, como cercana.

— Soy así, soy cercana. Y trabajo mucho la espiritualidad, en lo que puedo, cuando tengo tiempo hago retiros. Heredé de mi mamá el rezo del Rosario y eso me da mucha paz.

El rito de rezar el
El rito de rezar el Rosario todos los días hace que Marcela Tauro encuentre paz (Foto: Gustavo Gavotti)

— ¿Tenés un horario para hacerlo?

— A veces lo hago a la mañana cuando estoy desayunando, antes de irme a la radio, pero te lleva un tiempo rezar el Rosario. Y si no lo puedo hacer a la mañana, lo hago a la noche antes de acostarme. Y me duermo tranquila. Había empezado un ayuno de 40 días, que no lo logré, a pan y agua, por determinadas cosas y situaciones que viví. No sé si te acordás cuando hace tres años tuvo el accidente el accidente el papá de mi hijo, que estuvo al borde de la muerte. Ahí había hecho un ayuno y la promesa que me sacaba las extensiones. ¿Te acordás que tenía el pelo corto? Claro, algo que uno sufra tiene que ser. Yo pelo largo siempre, un sacrificio si salía todo bien y se salvaba. Bueno, lo hice. Y ahora también tenía ganas de hacerlo, pero bueno, tiene que ver con lo que vos me dijiste. Estaba ansiosa y no lo pude lograr. Espero, después del debut, poder hacerlo.

— El domingo seguramente vas a llegar al canal, sí empieza a las seis de la tarde...

—...Dos horas antes. Tengo que probar luces y eso.

—¿Carmen, tu mamá, que te diría antes de salir por la puerta?

— No digas malas palabras, cuidado el léxico. Me diría se vos, me parece. Voy a llevar una foto de mi mamá conmigo, obviamente. Y le pedí a mi hijo que venga. Si no quiere estar en cámara no hay drama, que no se muestre. Pero detrás de cámara lo quiero. Y mi hermana va a estar online. Son cinco horas más. Pero va a estar con mi cuñado. Y después toda la gente que quiero. Mucha gente.

— La verdad es que todos, toda la gente con la que hablé, colegas, se pusieron muy contentos. Y yo me pongo muy contenta. Y te felicitamos. Sos una gran compañera, una gran mujer.

— Gracias, gracias. No quiero llorar. Pero bueno, ustedes me la hicieron fácil. Yo pude, si querés, lucirme en el verano, conduciendo, porque ustedes me la hicieron fácil. Vos, los chicos, los compañeros, todos. Guido, Josefina, Karina, Laura, todos. Porque, a ver, al aire ven puteadas de tránsito, pero la verdad que fuimos un grupo unido. Y no fue fácil.

— Era una primera vez.

— Por eso.

Tauro y el apoyo de sus colegas y sus compañeros

— Sos una mina muy generosa.

— El tema es que uno se sienta bien y se sienta cómodo. Y mirá, yo me luzco si los dejo ser a ustedes, si se lucen también. ¿Entendés? Eso lo tuve clarísimo desde siempre. Para mí, el trabajo es en equipo. Eso lo aprendí de la gráfica. Y también déjame agradecer. Yo trabajé muchos años en Radio 10 con el doctor Hadad. Y para mí, yo siempre lo digo y mucha gente se me enoja, fue uno de los mejores jefes que tuve, si no el mejor. Generoso, súper amable y realmente aprendí muchísimo. Nos dio a mí y a Polino un lugar espectacular. En C5N también, trabajé con Feinmann, con el Negro Oro, imagínate. O sea, aprendía o aprendía. Yo lo sentí como una familia. Me acuerdo de las fiestas que hacían de fin de año y todo eso. Aunque no lo vea, aunque no hable con su mujer, Viviana, vi que se casó la hija y dije ‘guau, qué fuerte’. Porque claro, parezco una vieja, entendés... Digo, si crece mi hijo,¿cómo no van a crecer los demás? Ellos también estuvieron en el nacimiento de mi hijo. Toda esa etapa de la vida, y siempre está el doctor Hadad. Le quiero agradecer porque en los momentos claves, cuando nació mi hijo, que estuvimos al borde de la muerte y después, cuando murió mamá, uno de los primeros llamados que tuve fue el de él. Así que le quiero agradecer.

— El domingo te vamos a ver, obviamente. Por último, ¿cómo es la frase que decís de Infama, con las llamitas?

— El fuego se vuelve a prender.

— ¡Bravo, Marce!