
Desde su llegada a Buenos Aires para presentar After This Death, Mía Maestro se mostró emocionada. Y no era para menos: volvía a su país con una película dirigida por Lucio Castro, su amigo desde la adolescencia y con quien comparte una historia de vida, que se estrenó en el marco de BAFICI 2025. En una entrevista con Teleshow, la actriz habló de todo: de la película que escribió Castro especialmente para ella, de la libertad como eje vital, de cantar en pantalla, del dolor de una pérdida gestacional, y del cine hecho entre amigos.
Pasaron más de diez años desde que Lucio le propuso filmar una película juntos. Fue el día de su cumpleaños. La llamó y le dijo: “Feliz cumpleaños… hoy se me ocurrió escribir un guión para hacer una película con vos”. La respuesta fue inmediata. “Buenísimo”, le dijo Mía sin necesidad de leer una línea sobre la obra que iba a tardar una década en concretarse. No hacía falta. Habían crecido juntos. Se conocían desde los 14 años, desde aquel taller literario de Javier Adúriz, donde descubrieron al mismo tiempo la poesía y el mundo. Hoy, esa promesa compartida se concreta en After This Death, la película que estrenaron por tiempo limitado en el reconocido festival de cine, donde tendrá su última función este sábado, y que los volvió a reunir en la pantalla grande y en su país.
“Lucio para mí es como un hermano. Nos fuimos de Argentina al mismo tiempo, él a Nueva York, yo a California. La historia que tenemos es muy profunda y por eso este proyecto siempre fue un sí absoluto”, dijo la actriz en un extenso mano a mano con este medio, emocionada por volver a mostrar una película en su tierra y, sobre todo, frente a su gente. En esta ocasión lo hace de la mano de un thriller psicológico con tonos románticos, líricos y oscuros, y hasta ligada con la música. Isabel, su personaje, es una mujer embarazada que mantiene una aventura con un cantante. Él desaparece, mientras que ella enfrenta a sus fans obsesivos, un matrimonio resquebrajado y una pérdida que la atraviesa de cuerpo entero.

“Lucio escribió el personaje para mí. Está profundamente ligado a mis ideas sobre el feminismo, el deseo y la libertad”, aseguró. Y, a la hora de referirse con su personaje en la ficción, explicó: “No tenemos vidas parecidas, pero compartimos ese impulso. Isabel tiene una búsqueda muy intensa de libertad espiritual, de vivir fuera del molde, de cuestionar lo que los demás esperan de una mujer. Eso me toca de lleno”. Por otro lado, el camino hasta concretarla no fue fácil. “La queríamos filmar en otoño por el cambio de las hojas. Todos los años decíamos ‘filmamos entre agosto y noviembre’… y no pasaba. El cine es así. Hay que tener muchos proyectos y esperar a que uno madure”, comentó sobre la producción de esta obra.
Durante esos diez años de desarrollo del guión, muchas mujeres se acercaron a ella para contarle sus experiencias. “Un montón de mujeres me regalaron sus historias. Mujeres que se separaron en el embarazo, que vivieron fetiches, deseos intensos, otras que pasaron por un duelo muy fuerte, otras que lo vivieron en silencio. Fue uno de los regalos más grandes de este proyecto”, dijo con emoción.

Aunque en la ficción atraviesa un huracán emocional, Mía fue construyendo ese papel con delicadeza y complicidad. “Lucio y yo hablamos mucho de esta mujer. Queríamos contar una historia que no se ha mostrado demasiado: una mujer embarazada viviendo su sexualidad sin que eso tenga que ver con la fidelidad o la infidelidad, sin culpa. Solo deseo. Solo cuerpo”, explicó. “Relatar la sexualidad femenina en el embarazo desde un lugar libre, donde no haya juicio. Eso fue fundamental para mí”, completó Maestro al respecto.
Pero Isabel no solo desea. También pierde. “Tiene muchas muertes en la película: la muerte de una relación, de un hijo, de un matrimonio. Cosas que le pasan a mucha gente, pero que generalmente te suceden en 15 o 20 años. En esta película, le pasan todas juntas”, señaló. Y sumó: “Y eso la transforma, la rompe, pero también la libera”.

En la película, su personaje también canta. Y esa habilidad se convierte en un símbolo en la trama. “No es que simplemente canta. No es que ahora canta porque sí. Es su exhalación final. Después de todo lo que atravesó, Isabel encuentra su voz. Su verdad. Su fuerza. Y la expresa, cantar es decir: sigo viva”. En ese sentido, explica que la música, en After This Death, “no es un accesorio, sino que es un personaje más”: “Lucio escribió todas las letras y trabajó con dos compositores, amigos suyos de hace 20 años. Hicimos las canciones completas, como si fuésemos una banda. Cantamos todo en vivo, sin doblajes. Hay un soundtrack listo para salir”.
Sobre Lee Pace, su coprotagonista, comentó que lo conoce desde La saga Crepúsculo: amanecer parte 1 y 2. “Somos muy amigos. Él ya había trabajado con uno de nuestros productores. Le llevamos el guión y dijo que sí enseguida. Fue todo muy fluido, muy orgánico. Así se hacen muchas películas independientes: entre amigos”, comenta, emocionada, a la hora de referirse a la relación que comparte con su compañero de elenco.

Y aunque la película es una producción estadounidense, su esencia es argentina. “No fue algo pensado. Es lo que somos. Lucio es argentino, yo también. Aunque se filmó afuera, es una película nuestra. Tiene guiños culturales, detalles, tonos que solo la audiencia argentina va a leer de esa manera”.
Su explicación dio lugar a que se refiera al cine de su tierra natal, donde arrasó con películas como Tango, no me dejes nunca, que fue nominada a Mejor Película Extranjera en la edición de los premios Oscar en 1999. “Me encanta filmar en Argentina. Siempre estoy buscando proyectos para trabajar con directores de acá. Hay tanto talento y tantas historias. El cine argentino es una parte enorme de nuestra cultura y viene atravesando momentos muy duros. Yo siempre quiero apoyarlo”, aseguró a este medio.
Y, aunque no quiso dar nombres, dejó en claro que hay actores con los que sueña volver a trabajar, en especial con su excompañero, Miguel Ángel Solá. “Tengo muchos, pero si digo uno o dos, los otros se van a enojar. A Miguel Ángel, por ejemplo, me encantaría reencontrarlo. Hubo una posibilidad que no se dio, pero ojalá suceda”, expresó.

Por otro lado, su presente profesional está más activo que nunca. “Ahora se estrena Grassland, una película sobre una madre que cultiva marihuana en 2008, en Estados Unidos, cuando todavía era ilegal”, contó, emocionada, ante el inminente estreno de este proyecto. Pero no es el único, explicó: “También tengo otra película con James Franco sobre Alina, la hija de Fidel Castro. Yo hago de Natalia, su madre. Y estoy produciendo un documental con Jeff Orlowski, el director de El dilema de las redes sociales. Soy productora principal y una de las escritoras, por lo que trabajo en eso todos los días”.
A la hora de pensar en el profundo mensaje que intenta dar su nueva película, dejó una última reflexión sobre lo que espera que el público se lleve de la sala: “Una mirada sobre lo femenino que sea distinta. Con más matices, sin juicio, que emocione, que genere preguntas y abra debate”.

Con una historia atravesada por el deseo, la pérdida, la maternidad y la identidad, After This Death se convierte en una experiencia sensorial y profundamente humana. En el centro, la interpretación de Mía Maestro acompaña cada silencio, cada herida y cada transformación con una entrega que conmueve. Esta vez no vuelve solo a compartir su trabajo en su tierra natal, sino que regresa a contar, desde el cuerpo y la voz, una historia que necesitaba ser dicha.
Crédito de fotos: Adrián Escandar.