Muchos de los músicos de la escena urbana actual de la Argentina surgieron del rap del under. Solo por mencionar algunos, los casos de Wos, Trueno e incluso Duki son algunos de los más emblemáticos a nivel nacional, latinoamericanos e incluso mundial. Matías Vázquez, más conocido por su apodo de Isidishi, llegó a participar a la par de estos íconos en El Quinto Escalón, una competencia de batallas de rap, fundada y organizada en el Parque Rivadavia del barrio de Caballito en la Ciudad de Buenos Aires, que funcionó activamente desde 2012 a 2017. Sin embargo, las últimas noticias sobre él están alejadas de la música: el rapero fue detenido por la Policía Federal acusado de violación de menores y pedofilia.
Si bien Vázquez nunca fue un personaje muy popular dentro del circuito, compitió durante varios años. Tiene 35 años, es oriundo de Ciudad Evita, localidad del partido de La Matanza, en el oeste del conurbano bonaerense. Según sus redes sociales, además del rap, donde siempre tuvo como ídolo a la leyenda Dtoke, su otra pasión es el fútbol, donde simpatiza por River Plate.
Los últimos registros de su actividad en la escena del rap datan de 2020, hasta que fue expulsado de la Anfree, una competición con sede en Monte Grande que, durante la cuarentena por la pandemia del COVID-19, decidió implementar una modalidad del torneo con rimas escritas para que cada uno compita desde su casa. Pese a que se desconocen las razones concretas de su salida, fue cancelado en más de una competición y nunca más volvió a aparecer su nombre en la movida.
Detuvieron por violación de menores y pedofilia a un conocido rapero: hay al menos siete víctimas
La captura de Matías Chávez, imputado por delitos como producción de material pedófilo, grooming, amenazas coactivas, abuso sexual con acceso carnal y violación de menores, se efectuó en un local de comida rápida ubicado en Morón. Este operativo fue llevado a cabo por la División de Delitos Cibernéticos contra Niños, Niñas y Adolescentes, en el marco de una causa liderada por la UFI N°2 de La Matanza, bajo la dirección del fiscal Luis Brogna, apoyado por las investigadoras Lorena Pecorelli y Daniela Sánchez.
Según la información recopilada en el caso, Chávez no utilizaba su nombre real para aproximarse a las víctimas. Por el contrario, asumía falsas identidades femeninas y gestionaba una red compuesta por 13 números de teléfono y 10 cuentas de correo electrónico. Se contactaba con adolescentes a través de plataformas como Instagram, Badoo y aplicaciones de citas como Litmatch, estableciendo vínculos bajo pretensiones fraudulentas. “Les ofrecía dinero a cambio de que enviaran fotos y videos desnudas”, aclaró una fuente vinculada al expediente, indicando que Chávez incluso solicitaba datos bancarios de las víctimas para transmitir una falsa apariencia de pago.
El accionar de Chávez, que se sospecha comenzó alrededor de 2019, ha dejado al menos siete menores identificadas como víctimas, con edades que oscilan entre los 14 y 16 años, residentes en Córdoba, Santa Fe y el Conurbano bonaerense. Fueron las propias familias de las menores quienes denunciaron los hechos ante la Justicia, contribuyendo al inicio de la investigación. Aunque en sus primeros años de actividad su modalidad no implicaba contacto físico, en 2024 Chávez habría coordinado encuentros presenciales con dos adolescentes en puntos como Liniers y Morón, donde se le acusa de haberlas agredido sexualmente tras drogarlas utilizando un vaporizador de aceite de marihuana.
En los allanamientos realizados, las autoridades incautaron su teléfono móvil, además de una bolsa con flores de marihuana y un vaporizador. Estos elementos serán analizados para identificar posibles nexos con nuevos casos o víctimas adicionales que puedan surgir en el transcurso de la investigación. La declaración indagatoria de Chávez está prevista para este martes, mientras la pesquisa continúa en marcha.
