
Tamara Báez mostró con orgullo el resultado de meses de esfuerzo: su nueva casa, que reconstruyó por completo, y compartió con sus seguidores en redes sociales. Sus posteos rápidamente generaron repercusión, entre elogios, curiosidad y, también, comentarios malintencionados. Lejos de esquivar la polémica, la influencer decidió salir al cruce con un mensaje contundente, cansada de las dudas sobre cómo se sostiene económicamente.
Fue entonces cuando expuso una consulta privada que recibió en Instagram: “¿Cuánto te ayudó L-Gante acá o de qué laburás vos?“. A partir de ese mensaje, la joven respondió sin filtro y explicó con detalle cómo se las arregla para mantener a su hija Jamaica sin ayuda más allá de la cuota alimentaria que le pasa el cantante, quien es el padre de la nena. Y dejó en claro que, si su vida estuviera financiada por él, “ya tendría una mansión”.
Tamara aclaró que el resto de los gastos, incluida la compra y refacción de la propiedad, los cubrió con sus propios ingresos, principalmente gracias a las publicidades que realiza como influencer. “Hace más de 3 años que hago publicidad y la cobro. Fui ahorrando peso por peso”, explicó. Además, remarcó que su visibilidad en redes se originó por haber sido pareja del cantante, pero que eso no significa que él tenga control sobre su trabajo: “Me conocen por él, obvio, pero él no me maneja las redes a mí”.

El descargo ocurre en un contexto tenso, en el que la expareja del referente de cumbia 420 viene compartiendo sus actitudes, entre ellas el desamparo económico, incluso después de haberlo denunciado formalmente en la Justicia. A fines de 2022, Tamara ratificó una denuncia por violencia económica contra L-Gante, y en diálogo con el programa A la tarde (América), expresó su angustia: “Estoy muy mal por esta situación. Necesito que se solucione todo. Quiero que él nos tenga bien, más que nada que tenga bien a mi hija”.
Además, la situación volvió a cobrar notoriedad cuando Tamara publicó una imagen de una bolsa con fideos que, según ella, le mandó Elián como parte de la cuota alimentaria. “¿La cuota alimentaria? ¿Y con qué se paga la luz, la obra social, etc.? Una vergüenza. La voy a mantener a fideos a mi bebé ahora”, escribió en sus historias, con un emoji de ratón que dejaba clara su ironía y enojo.
En el mismo espacio, la influencer también se sinceró sobre el difícil momento económico que está atravesando: “Qué año difícil este. Me pasó de todo, pero sigo con fuerzas y metiéndole. Lo único que me pone triste es no poder mostrar a mi bebé, que estoy criando y que les mostraba todo, hasta en el embarazo”, expresó.
Más adelante, lanzó una fuerte crítica que muchos interpretaron como una indirecta al padre de su hija: “Muchas cosas son injustas. Pero acá estoy yo, manteniendo mi vida y la de mi bebita, solitas pero felices, sin que nadie nos dé nada”.
Por último, Báez volvió a remarcar que jamás intentó impedir el vínculo entre el artista y Jamaica, y que desde el inicio de su conflicto judicial dejó asentado un régimen de visitas. “Es lo primero que firmé. No quiero que deje de tener relación con su hija”, aclaró, dejando entrever que su reclamo no es por venganza ni resentimiento, sino por responsabilidad.
Mientras las especulaciones siguen circulando, Báez elige mostrarse real: criando a su hija sola, trabajando en redes y respondiendo con hechos más que con palabras. En cada posteo, en cada mensaje, deja claro que no necesita que la mantengan, pero sí exige respeto. Porque detrás de la influencer, hay una madre que decidió hacerse cargo de hablar cuando ninguno de los usuarios se esperaba una respuesta de su parte.