“Sandro, El Gran Show” llega al teatro: “Buscamos que los actores lo interpreten, no que lo imiten”

El espectáculo, que está próximo a debutar en el Teatro Coliseo, busca capturar la esencia del ídolo argentino. Hablan los directores, Ana Sans y Julio Panno y los protagonistas: Sofía Val, Malena Rossi, Alan Madanes y Nacho Pérez Cortés

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Sandro, El Gran Show, se presentará en el mes de abril en el Teatro Coliseo

Sandro es emoción pura. Basta una imagen suya, apenas un eco de su voz, un verso murmurado en voz baja, y todo el cuerpo se estremece. Porque él no cantaba: él ardía. Sus ojos –negros, húmedos, desafiantes– llevaban la melodía en silencio. Y cuando los posaba sobre alguien, era como si todo el universo se detuviera en ese instante. Su rostro, cincelado en sombras y luces, parecía esculpido por la música. El mentón altivo, el cabello rebelde, los labios entreabiertos como si estuvieran a punto de cantar algo prohibido.

Sandro, este año cumpliría 80
Sandro, este año cumpliría 80 años

Cada gesto suyo hablaba. Cada movimiento era una frase no dicha, una declaración en silencio. Sandro no era un simple intérprete. Era un lenguaje. Uno corporal, uno emocional, uno que atravesaba la piel y quedaba tatuado en la memoria. Su cuerpo entero cantaba: las manos extendidas, los pasos felinos, las caderas como un péndulo que marcaba el tiempo del deseo.

En cada canción suya hay un pedazo de verdad que ya no se dice, una forma de amar sin filtros, sin ironías, sin distancia. Y por eso duele, y por eso emociona. Porque Sandro no se parece a nadie. Porque su voz no es solo un sonido, es un cuerpo, es una escena, es un recuerdo que sigue latiendo incluso en los que nacieron después de su muerte.

Rosa Rosa, Sandro lanzó este tema en el año 1969

Teleshow conversón con parte del equipo de lo que será Sandro, el Gran Show. La obra dirigida artísticamente por Ana Sans y Julio Panno, con la dirección musical de José Luis Pagán, narra la historia de un joven que enfrenta el reto de interpretar las canciones del legendario Sandro. Este espectáculo busca rendir homenaje a la figura del artista argentino, combinando el legado musical del ídolo con una propuesta escénica renovada y protagonizada por jóvenes intérpretes con amplia trayectoria teatral: Alan Madanes, Nacho Pérez Cortés, Sofía Val y Malena Rossi.

Olga Garaventa de Sánchez, viuda de Sandro, expresó su emoción y apoyo al proyecto, resaltando que le resulta especialmente significativo que este tributo se realice en el año en que su esposo hubiera cumplido 80 años. El espectáculo, prometen, cautivará al público, celebrando con sensibilidad y respeto al legado del “Gitano”.

Sandro y Olga Garaventa, su
Sandro y Olga Garaventa, su gran amor

Reinterpreta al ídolo desde la esencia

Sandro era su público más que ningún otro artista”, dice Alan Madanes, con una mezcla de emoción y expectativa en la voz. Junto a Nacho Pérez Cortés, ambos actores encabezan Sandro, el Gran Show, una apuesta escénica que, desde el vamos, desafía cualquier formato tradicional para homenajear a un ícono popular.

“Es como una apuesta distinta de lo que uno imaginaría para representar la historia de un ícono. Ya partiendo de la base de que no va a estar él representado físicamente en un solo actor, eso lo pone en otro lugar del espectáculo”, explica Madanes. La obra no busca imitar ni contar biográficamente la vida del Gitano, sino invocar su esencia desde múltiples cuerpos y voces. “Nosotros tratamos de que aparezca la palabra ‘esencia’.

Alan Madanes uno de los
Alan Madanes uno de los elegidos para Sandro, El Gran Show

La propuesta, que se define como un show musical y no como un musical convencional, coloca a los intérpretes en un juego de espejos, donde la figura de Sandro se reconstruye a partir de sus gestos, su voz, su presencia y su inagotable magnetismo.

"Te propongo", Sandro

Con funciones próximas a estrenarse y una enorme expectativa sobre cómo responderá el público, el espectáculo se posiciona como un homenaje colectivo, fragmentado e íntimo. “Creemos siempre cuando hablamos del proyecto que se va a terminar de completar y de cobrar otro valor cuando el Teatro Coliseo se llene de gente”, anticipa Alan a Teleshow.

Nacho Pérez Cortés, quedó seleccionado
Nacho Pérez Cortés, quedó seleccionado para participar de Sandro, El Gran Show

Una apuesta escénica que rompe moldes

Desde su concepción, Sandro, el Gran Show se distancia deliberadamente de cualquier intento de reconstrucción literal o biográfica de la figura de Sandro. Para Alan Madanes, esa decisión fue clave desde el arranque: “La idea no es una biopic. O sea, no es la vida de él, sino que es un poco la historia de nosotros haciendo de nosotros mismos”, explica a Teleshow.

"Así" y "Porque yo te amo" Sandro en un recital en la televisión chilena

El eje central gira en torno al personaje de Alan, quien en escena intenta montar un show sobre Sandro. Para eso, imagina un doble, un alter ego que encarna todo lo que él no es o teme ser. Ese doble está representado por Nacho Pérez Cortés, quien describe el vínculo como “un juego de dobles”, una estrategia que introduce una complejidad emocional y escénica potente. “Ahí aparece la tensión de la obra, en esta pregunta: ¿Cómo hacer para no imitar a Sandro, sino para ser Sandro?”

Lo que podría parecer un desafío imposible —evocar a un ícono sin replicarlo— se convierte en el motor creativo del espectáculo. En lugar de perseguir la copia, los artistas apuestan por una aproximación emocional y corporal. “Siento que es un artista que tiene tantas aristas distintas. No solo es un romántico, sino que es un cuerpo, cómo se mueve. Está tomado por una energía que lo sobrepasa”, dice Madanes.

Una búsqueda desde el cuerpo y la energía

En el universo de Sandro, el Gran Show, nadie se pone una peluca, nadie se esfuerza por imitar una voz, nadie actúa como Sandro. Y sin embargo, Sandro aparece. Esa es la paradoja poderosa que impulsa al elenco: la certeza de que al abandonar la imitación, algo más profundo puede emerger. “No tratamos de pensarlo como una imitación, sino de encontrarnos en él, que nos pase esa energía”, dice Alan Madanes.

“Cada uno en el rol que le toca en la obra, viene a cubrir un poco de cada una de esas facetas que solo él podía abarcar”, explica Alan, reconociendo que es imposible que un solo cuerpo encarne todo lo que fue Sandro, pero sí puede reconstruirse su esencia desde lo colectivo.

Sandro interpretando el tema "Penumbras"

“Trabajamos mucho con los directores: cómo suena él, cómo se planta, cómo se mueve”, detalla Nacho. Esa labor minuciosa permite sostener la ilusión escénica sin necesidad de impostaciones externas. Desde ahí, empieza a surgir algo propio que, en palabras de Madanes, “llene un poco ese espacio que él transitaba arriba del escenario”.

“Cada uno con las chicas, incluso, estamos haciendo algún aspecto de Sandro. Entonces es medio como un crisol donde aparece él. Era un artista tan integral que impacta mucho a cualquier actor, cantante o intérprete que quiera subirse a esa energía que él manejaba arriba de un escenario”, explica Alan a Teleshow.

El fuego sagrado

“El desafío es para todos, en este caso, porque tenemos que evocar la figura de un ícono. El trabajo es muy profundo y realmente estamos indagando mucho en sus letras y trayendo mucho de él, pero poniéndole nuestra propia verdad”, así describe Sofía Val lo que implica formar parte de Sandro, el gran show, una ambiciosa puesta en escena que celebra al ídolo sin caer en la imitación, apostando a una lectura contemporánea, emocional y profundamente personal de su legado.

A su lado, Malena Rossi coincide: “Vamos a disfrutar muchísimo y yo creo que la gente, cuando nos escuche, va a poder llevarse algo de Sandro desde un lugar distinto, pero muy genuino, muy verdadero.” Juntas, comparten escenario en una producción que reinterpreta el mito del Gitano desde múltiples voces y miradas, con énfasis en la autenticidad de cada artista.

Sofía Val convocada para Sandro,
Sofía Val convocada para Sandro, El Gran Show

En diálogo con Teleshow, ambas artistas –actrices, cantantes y bailarinas formadas en el musical y la actuación– cuentan cómo fue el proceso de sumarse a este homenaje sin precedentes. Desde el inicio, las artistas sabían que se trataba de algo distinto. “Cuando convocaron al casting decían: no imitadores, nada. Y eso ya marcaba un rumbo”, recuerda Malena Rossi. El objetivo era claro: rendir homenaje desde una verdad propia, no desde el disfraz.

Sofía Val lo explica con claridad: “Estamos trayendo mucho de él, pero poniéndole nuestra propia verdad”, una frase que resume la esencia del espectáculo. Esa autenticidad también atraviesa el proceso de construcción artística: bucear en las letras, entender su profundidad, y desde allí componer una interpretación que no busque parecerse sino conectar.

Malena Rossi una de las
Malena Rossi una de las voces femeninas de "Sandro, El Gran Show

El equipo creativo planteó un punto de partida inusual: los intérpretes no encarnan personajes ficcionales ni adoptan identidades ajenas. Son ellos mismos en escena. “No estaba muy claro para nosotras a la hora de presentarnos al casting, que nos llegó de distintos modos a cada una”, cuenta Rossi, en relación al misterio inicial que rodeaba al proyecto. Pero con el tiempo, todo cobró sentido: “Más allá de que la figura es Sandro y que el libro tiene que ver con su historia, lo que atraviesa a todos los personajes es esto de ser nosotros”, reflexiona la cantante y actriz.

Recuerdos de Sandro y su presencia mediática

Para Sofía Val y Malena Rossi, el vínculo con Sandro no nació desde una escucha deliberada, sino más bien desde una presencia constante en el imaginario colectivo argentino. Aunque por edad no llegaron a vivir la época dorada del ídolo, ambas reconocen haberlo absorbido de forma indirecta, casi inevitable.

A la hora de revisar su repertorio, se toparon con un fenómeno curioso: muchas de sus canciones estaban más incorporadas de lo que creían. “Creo que de algún modo todos los cantamos y no nos acordábamos, quizás por la edad”, reflexiona Sofía. Y agrega: “No tuve la suerte antes de tener que encarar este repertorio, claro, no a este nivel, pero sí siempre está algún tema conocido dentro de algún repertorio, en algún show”, reconoce Sofía a Teleshow.

Los protagonistas: Malena Rossi, Alan
Los protagonistas: Malena Rossi, Alan Madanes, Nacho Pérez Cortés y Sofía Val

El desafío de representar sin representar

Uno de los aspectos más singulares de Sandro, el Gran Show es su decisión de no esconder a los artistas detrás de personajes. A diferencia de los musicales tradicionales, en los que los intérpretes se sumergen en roles definidos, aquí cada uno sube al escenario como sí mismo. “Somos nosotras. No estamos haciendo de otra persona. No somos un personaje clásico”, explican las artistas, subrayando la particularidad de la propuesta.

Sofía Val agrega otra capa a esta experiencia: “Creo que lo que atraviesa a todos los personajes es esto de ser nosotros, por eso nuestros nombres”. La honestidad en escena se convierte así en una especie de pacto con la audiencia. No se trata de representar a Sandro literalmente, sino de abrir una puerta para que su música y su figura resuenen desde nuevas corporalidades y perspectivas.

La mirada femenina sobre el mito Sandro

“Nosotras como mujeres y como cantantes vamos a disfrutar muchísimo”, dice Sofía con entusiasmo, pero también con conciencia del lugar que ocupan. No se trata de replicar un fenómeno masculino, sino de habitarlo desde otro ángulo. Las canciones, cargadas de pasión, de deseo y de romanticismo, adquieren nuevas resonancias cuando son interpretadas por voces femeninas.

El espectáculo no busca revisar ni juzgar, sino redescubrir. Y en ese proceso, cada artista aporta su sensibilidad única. “Yo creo que la gente, cuando nos escuche, va a poder llevarse algo de Sandro desde un lugar distinto, pero muy genuino, muy verdadero”, dice Sofía. Esa “verdad” a la que se refiere no es solo emocional: es también estética, corporal y política. Implica afirmar que el legado de Sandro puede ser interpretado, apropiado y resignificado por nuevas generaciones y nuevos géneros.

Sandro, El Gran Show, se
Sandro, El Gran Show, se estrena el 10 de abril en Teatro Coliseo

La puesta, sin embargo, no borra al ídolo, sino que lo expande. Malena Rossi lo resume con claridad cuando habla de cómo la figura de Sandro sigue presente, pero desde una multiplicidad de voces. En lugar de centrarse en un solo cuerpo, un solo gesto, una sola voz, el show se abre a una coralidad que incluye, transforma y emociona.

La potencia del talento argentino

En tiempos donde lo tecnológico parece avanzar más rápido que lo humano, Ana Sans no duda en señalar el valor de lo artístico: “El ser artista nos aleja un poco de la inteligencia artificial y nos hace más personas.” Para ella y Julio Panno, el fenómeno de Sandro, el Gran Show no solo tiene que ver con homenajear a un ídolo popular, sino con reconocer el momento de madurez del arte argentino, explican a Teleshow.

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Los directores de Sandro, El Gran Show: Julio Panno, Ana Sans y José Luis Pagan

Ambos directores coincidieron en destacar la calidad y profundidad del talento local que encontraron durante el proceso de audiciones. “Hay mucho talento argentino. Mucho, de verdad”, subrayó Panno a Teleshow.

El proceso del casting

Desde el principio, Julio Panno y Ana Sans tuvieron claro que Sandro, el Gran Show no podía caer en el lugar común de la imitación. La indicación fue contundente y quizás desconcertante para algunos: “No queremos imitadores.” Lo cuentan con franqueza, conscientes de que la frase generaba dudas. “Era una palabra rara que no era muy clara, porque un actor que hace de Sandro lo imita de alguna manera,” admite Panno.

Teleshow conversó con parte del
Teleshow conversó con parte del elenco de Sandro, El Gran Show

Pero detrás de esa exigencia había una búsqueda mucho más profunda: lo que se pedía era interpretación, no copia. En palabras de Sans, la idea era encontrar intérpretes con la capacidad de “encarnar al personaje”, de capturar su esencia sin repetir gestos vacíos. Esa decisión no fue arbitraria: “Fue un pedido también de la familia,” explican. La dirección artística entendió que la figura de Sandro merecía un abordaje que respetara su dimensión humana, no solo su estilo icónico.

“Lo que se busca es que se encarne al personaje, no que se lo imite. O sea, que tenga una profundidad y un compromiso actoral,” enfatiza Panno.

La verdad en escena: lo que transmitía Sandro

Pocas figuras del espectáculo argentino lograron lo que Sandro: emocionar con una intensidad tan auténtica que el público sentía que todo lo que cantaba, lo vivía. Esa capacidad de transmitir verdad desde el escenario es uno de los ejes que marcaron la dirección artística de Sandro, El Gran Show.

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Sandro, El Gran Show, todo el equipo creativo y de directores en pleno trabajo para debutar en abril

La vara es alta porque el referente lo exige. Sandro no era solo un cantante o un ídolo popular: era un narrador de emociones en vivo, alguien que “en el escenario, se jugaba entero,” dicen los directores. Por eso, cada elección artística dentro del show apunta a eso: a construir momentos donde el público no vea una representación, sino una experiencia emocional real.

En cada audición, los directores buscaron algo más que talento: buscaban verdad, riesgo, entrega. El resultado es un elenco que, más allá de las elecciones individuales, refleja una visión artística sólida: una apuesta por el arte como verdad, por la interpretación como entrega, y por el homenaje como acto profundamente humano.