Cómo es la mansión de casi 4 millones de dólares que quiere comprar Wanda Nara para olvidar una traición

El inmueble de Nordelta tiene tres plantas, ascensor, bar y una bodega de lujo. El recuerdo de la casa de los sueños, que Icardi transformó en pesadilla

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La nueva casa que quiere Wanda Nara

El acero de una puerta de tres metros de ancho por seis de alto no alcanza para blindar el corazón. Pero puede servir como símbolo. Porque en esa entrada, majestuosa e imponente, Wanda Nara parece haber encontrado la escena perfecta para firmar el último capítulo de una vieja herida. La “casa de los sueños” que alguna vez soñó junto a Mauro Icardi, y que él terminó comprando sin ella para luego compartirla con la China Suárez, podría tener ahora su respuesta definitiva: otra casa, más grande, más lujosa, más cara. Y suya.

Le pegó donde más le dolía”, repiten los que la conocen. No fue solo una traición inmobiliaria. Fue un gesto cargado de mensaje. La casa en Nordelta que la empresaria había elegido junto con el futbolista como proyecto de familia se convirtió, de un día para el otro, en el escenario de un nuevo amor, ajeno y humillante. Desde entonces, su relación se volvió un campo minado de peleas legales, judiciales y emocionales. Pero ella, resiliente, decidió no mirar atrás.

Según reveló Yanina Latorre en su programa Sálvese quien pueda, la también cantante volvió a poner el ojo en Nordelta, y no en cualquier zona: fue a recorrer propiedades en El Yacht, uno de los sectores más exclusivos del barrio privado. Allí encontró algo que parece haberle devuelto la ilusión, y acaso también una forma de revancha.

La fachada de la casa
La fachada de la casa que Wanda ya tiene en vista

La propiedad que despertó su interés no es cualquier casa. Es una mansión de tres pisos construida sobre dos lotes unificados, con una superficie total de 2.410 metros cuadrados y 1.170 metros construidos. Una especie de palacio moderno con todos los lujos imaginables. Su precio: casi 4 millones de dólares para la venta. 27 mil mensuales si decidiera alquilarla. Pero, a esta altura, Wanda no parece interesada en alquilar nada.

Tiene 400 metros semicubiertos entre terraza, con pileta, jardín y una bodega importantísima”, detalló la conductora del ciclo al momento de enumerar comodidades que suenan más a fantasía que a listado técnico: ascensor interno, cochera vidriada, bar, sala de póquer, un hall de doble altura que se impone como entrada triunfal, toilette de recepción, y un gran living con ventanales abiertos al verde. La cocina, equipada a nivel gourmet, se une al comedor, y todo parece dispuesto para una vida entre el lujo y la venganza.

Wanda no solo mira hacia el futuro. Lo reconstruye. Si alguna vez soñó con una casa junto a Icardi y terminó siendo testigo de su propia exclusión, ahora parece dispuesta a redibujar ese sueño bajo sus propias reglas. La mansión, más que un hogar, es una declaración.

Mauro Icardi en la ya
Mauro Icardi en la ya famosa casa de sus sueños

Tiene un dormitorio en suite con vestidor, bodega de vinos, y hasta un elevador, es espectacular”, insistió Latorre en su programa, al dejar entrever que la decisión ya estaría casi tomada.

En paralelo, la empresaria sigue viviendo entre el Chateau Libertador, su bastión porteño. Pero lo cierto es que Nordelta vuelve a estar en su horizonte. Y esta vez, sin compartir decisiones.

La imagen es clara. La “casa de los sueños” robada ya no importa. La nueva mansión, con sus terrazas y puertas de acero, es otra cosa: un manifiesto. Un espacio propio. Un símbolo de lo que no pudo ser y de todo lo que aún puede construir.

Pampita y la casa de sus sueños

Cabe recordar que esta mansión habitada pro la actriz y el futbolista no solo fue codiciada por la exesposa de Icardi, sino que también despertó la fascinación de otra figura del espectáculo: Pampita. En una charla con Barbie Simmons, la modelo y conductora aseguró que, desde hace años, tenía puesta la mirada en esa propiedad.

Hace muchos años esa es la casa de mis sueños, mucho antes de que fuera la casa de los sueños de otras personas”, lanzó entre risas, al marcar territorio sobre su admiración por la imponente residencia.

Pampita recordó cómo conoció la casa a través de una amiga que vivía en el barrio y cómo, en sus paseos, siempre se detenía a mirarla. “Cada vez que pasaba por ahí, decía: ‘Esta es la casa de mis sueños’. Cuando me enteré de que estaba en venta, le pedí a una amiga que me acompañara a verla. Fui con Anita, mi hija, y nos sacamos fotos. Pero cuando pregunté el precio, supe que no llegaba a pagarla. Aun así, disfruté muchísimo recorrerla, pasear por dentro, imaginarme viviendo ahí”, reveló.

Con su inconfundible sentido del humor, agregó: “Al final, me cagaron. Igual quiero reconocer algo: capaz me la pueden prestar para algún cumpleaños de los chicos. Lo voy a intentar, no me voy a quedar con las ganas”.