Jimena Barón hizo una despedida muy particular. Mientras doblaba y miraba con cariño cada una de las prendas de ropa interior escribió en su cuenta de Instagram: “Adiós tangas, adiós hilos dentales, adiós coreos hot con bombachas minúsculas. La verdad no llego ni a ver a dónde quedó mi vagina (solo veo una panza gigante que eclipsa mitad de mi cuerpo), pero sí llegó el día de reconocer que me ha quedado chica todo tipo de prenda, incluyendo las bombachas. No sobra el espacio en el placard y ya no tiene sentido sostener esta Jimena stripper del pasado, al menos por un tiempo. Compré unas nuevas chabombas medio carpa, sí, y le estoy poniendo muchísima onda a la intimidad porque ganas y hormonas hay, pero también hay un pibe pateándome las costillas literalmente en el medio de toda situación. Me había olvidado cómo era esto“.

El gesto de dejar de lado a su ropa interior sexy fue documentado en un video donde se la ve retirando cada prenda del cajón, acompañando la escena con una reflexión sobre los cambios que atraviesa su cuerpo en esta etapa avanzada de gestación.
Con un tono distendido y fiel a su estilo, la actriz reconoció que el crecimiento de su panza y otros cambios físicos la obligaron a dejar atrás una parte de su vestuario habitual.

Además de referirse a sus tangas, Barón también aludió a la imagen sensual que solía proyectar en redes. Y si bien aseguró que la Jimena “stripper” quedará en pausa, no descartó su regreso. “Ganas y hormonas hay”, aseguró, dejando abierta la posibilidad de mantener activa su vida íntima con algunas adaptaciones.
La publicación finalizó con una frase que resume el tono nostálgico y a la vez humorístico del momento: “Siempre digna, la frente en alto, buscaremos alternativas menos exigentes y con bombacha culo americano. Estamos bien pero las voy a extrañar. Hasta pronto amigas”.

De regreso en Buenos Aires tras su viaje a Estados Unidos, Jimena Barón se enfrentó a una situación habitual en muchas mujeres embarazadas: el guardarropa habitual dejó de ser funcional. La actriz admitió que, a pesar de haber intentado resistirse a ese cambio, finalmente tuvo que asumir que la mayoría de su ropa ya no le entraba.
La compra de prendas más cómodas, y sobre todo adaptadas a su nueva silueta, se volvió inevitable. “Tuve que salir a comprar”, confesó, señalando que incluso las bombachas debieron ser reemplazadas por modelos más grandes, cómodos y compatibles con su embarazo avanzado. Esta renovación de vestuario también tuvo consecuencias prácticas, ya que implicó reorganizar su placard para hacer espacio para la nueva ropa adquirida cuando estuvo en el exterior de vacaciones

Declaraciones sobre su intimidad y humor frente al cambio
Jimena Barón acompañó su despedida de las prendas más pequeñas de su vestuario con una serie de comentarios donde desplegó tanto su sentido del humor como una mirada directa sobre los desafíos de la intimidad durante el embarazo. En particular, la actriz hizo referencia a que el crecimiento de su panza interfiere con la cotidianeidad más básica: “Me ha quedado chica todo tipo de prenda, incluyendo las bombachas”.

Lejos de dramatizar la situación, eligió describirla con una mezcla de ironía y aceptación: “Compré unas nuevas chabombas medio carpa, sí, y le estoy poniendo muchísima onda a la intimidad porque ganas y hormonas hay, pero también hay un pibe pateándome las costillas, en el medio de toda situación. Me había olvidado cómo era esto”.
Estas afirmaciones dejaron entrever no solo una actitud relajada ante los cambios físicos del embarazo, sino también la intención de no resignar su deseo, aun cuando las condiciones hayan cambiado drásticamente. Su frase final, al guardar las tangas y despedirse de ellas, sintetizó con claridad este equilibrio entre aceptación y nostalgia: “Siempre digna, la frente en alto... las voy a extrañar”.