
A pesar de los rumores, las apariciones públicas separadas y las especulaciones sobre terceros en discordia, Valentina Cervantes y Enzo Fernández decidieron darle una nueva oportunidad a su vínculo sentimental. La separación, aunque breve, fue lo suficientemente llamativa como para instalarse en los medios, especialmente por los nombres que empezaron a circular en torno al futbolista durante ese período.
Valentina, durante esa etapa, regresó a la Argentina junto a sus hijos Benjamín y Olivia, replegándose de la vida familiar que ambos llevaban en Europa. La distancia coincidió con versiones que involucraban al jugador del Chelsea con la cantante rosarina Nicki Nicole, a quien habría conocido en un boliche.
Tras algunas semanas separados, Enzo le pidió a Valu una segunda oportunidad, la joven aceptó y comenzaron nuevamente la vida en común, instalándose otra vez en la ciudad de Londres, Inglaterra, con sus hijos. Aunque se reanudó la convivencia familiar, Valentina mantuvo un ritmo constante de viajes a Buenos Aires, lo que la llevó a estar presente en el estadio Monumental durante el partido entre Argentina y Brasil.
La noche en que la Selección Argentina goleó a Brasil 4 a 1 no solo estuvo marcada por lo deportivo, sino también por una coincidencia que llamó la atención del público y de los medios. Cervantes, vestida con la camiseta albiceleste, asistió al estadio Monumental para apoyar a Fernández desde el palco VIP de la cancha de River, lugar con el que está familiarizada gracias a los inicios de la carrera de su novio, allí estuvo acompañada por sus hijos Benjamín y Olivia, quienes ingresaron al campo de juego con su papá.
Lo que volvió singular su presencia fue la cercanía física con otra figura involucrada en la narrativa sentimental que rodea a Enzo: la cantante Nicki Nicole. La artista rosarina también se encontraba en el Monumental, ubicada a pocos metros del lugar donde estaba Valentina. La cantante llegó al estadio junto a Tini Stoessel y Emilia Mernes, quienes forman parte de su círculo cercano y con quienes acaba de lanzar el tema “Blackout”.
Aunque no hubo interacciones públicas entre ambas mujeres, el solo hecho de compartir el mismo espacio generó incomodidad. A pesar de la presencia de la joven, que fue señalada como una tercera en discordia, Valentina se enfocó en alentar al padre de sus hijos hasta el final del partido, sin dar señales de reacción ante la presencia de Nicole. Esa actitud no impidió que el episodio se volviera uno de los temas más comentados de la noche en redes sociales.
Una vez que finalizó el partido, la pareja del jugador del Chelsea dejó una serie de mensajes en sus redes sociales. Antes del pitazo inicial, cuando los acordes del himno argentino comenzaron a elevarse en el aire húmedo del Monumental. Allí estaba Enzo, con Benjamín, su hijo de apenas un año, en brazos. Lo sostuvo con ternura mientras miraba al cielo. El bebé, cachetón, curioso, se aferraba al cuello de su padre como si el estadio no existiera.
Valentina lo resumió todo con una frase: “Los amo, mis amores”. No necesitó más. En un país donde la pasión futbolera suele teñirse de furia, los Fernández-Cervantes ofrecieron un contraplano: ternura, humor y familia. Una imagen vale más que mil palabras y que 80 mil gritos.
Las cámaras, implacables y compasivas, captaron ese instante. Y lo multiplicaron. “Me vuelvo loco con Benja”, escribió un usuario. “Todos amamos al bebé gordito”, “Muñeco”, “Preciso un Benja así”. Las redes no hablaron de táctica, hablaron de amor. De la dulzura de un niño que aún no camina, pero ya recorre los pasillos del corazón argentino.