Damián De Santo protagoniza El beso de Judas: “Trato de usar todas las palabras antes de recurrir a la violencia”

La ópera prima del cineasta Martín Murphy se llevó el premio al Mejor Thriller en los Chicago Films. Completan el elenco Alfredo Casero, Martín Campilongo, Fredy Villarreal, Adriana Salonia y Fernando Lúpiz y se estrena el próximo jueves

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"El beso de Judas", opera prima del cineasta Martín Murphy

A lo largo de la entrevista con Teleshow, Damián De Santo reflexiona sobre este nuevo desafío actoral, su conexión con el elenco y el director, y la complejidad del filme .“Siempre trato de usar todas las palabras que tengo antes de recurrir a la violencia. Pero en la película, mi personaje es todo lo contrario. Fue un trabajo interesante entrar en su mente”, cuenta el actor, quien asegura que la historia está narrada de una manera que atrapa al espectador.

Con una carrera sólida tanto en cine como en televisión, De Santo se enfrenta a un año lleno de proyectos y nuevos desafíos, reafirmando su versatilidad como actor.

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Damián De Santo disfruta de su nuevo desafío actoral en El beso de Judas

Un papel desafiante: interpretando un personaje opuesto a su personalidad

Para el actor, asumir el papel en El Beso de Judas fue un desafío que lo llevó a explorar emociones y actitudes completamente ajenas a su personalidad. “No soy ni violento, aunque si puedo ser el enano enojón y calentón”, confiesa, explicando que su naturaleza es más conciliadora. Desde el primer momento, la idea de interpretar a un personaje con una dualidad tan marcada lo atrajo: “Me gustó la rareza de cómo se cuenta esa historia”.

"El beso de Judas", opera prima del cineasta Martín Murphy, con Damián De Santo y elenco

A lo largo de su carrera, interpretó una gran variedad de roles, pero este en particular lo sacó de su zona de confort. “Si en la película tengo cara de hijo de p... durante toda la historia, se pierde la sorpresa”, explica, resaltando que la clave de su actuación fue construir un personaje creíble sin que el desenlace de la historia se hiciera evidente desde el inicio.

De Santo también reconoce que su formación y valores influyeron en su enfoque del personaje. “Mi abuelo siempre me decía que las agresiones físicas empiezan cuando se terminan las palabras. Entonces trato de usar todas las palabras que tengo”, comenta. Sin embargo, en la película tuvo que desprenderse de esa filosofía y adoptar una mentalidad completamente distinta. “Fue interesante meterme en la mente de alguien que resuelve las cosas de otra manera, con menos palabras y más acción”.

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En el film "El beso de Judas" también participan Alfredo Casero y Campi (Gustavo Gavotti)

Más allá del desafío actoral, De Santo destaca la manera en que la historia está construida. “Es una película que te obliga a prestar atención, que puede que necesites verla dos veces para captar todos los detalles”, comenta. La estructura del guion y la forma en que se va revelando la trama le dieron un atractivo especial al proyecto.

Elenco y dirección: una experiencia enriquecedora

Además del reto actoral, Damián De Santo destaca la experiencia de haber trabajado con un equipo que lo sorprendió y lo enriqueció. “El elenco es espectacular. No conocía a muchos de ellos, pero desde las primeras reuniones hubo una química increíble”, cuenta el actor. Uno de los aspectos más gratificantes fue su relación con el director, Martín Murphy, a quien no conocía personalmente antes de la filmación. “Nos hicimos muy amigos. Lo quiero un montón, nos queremos un montón”, revela. Para Damián, el vínculo con el equipo de trabajo es fundamental para que el proceso creativo fluya de manera orgánica. Disfruté con todo el equipo técnico, producción, el elenco, y por supuesto con Alfredo Casero, Martín Campilongo, Fredy Villarreal, Adriana Salonia y Fernando Lupiz. “Soy muy querendón, igual”, agrega con humor a Teleshow.

"El beso de Judas", Alfredo
"El beso de Judas", Alfredo Casero interpreta un personaje crucial en la historia

En cuanto a la dirección, Damián De Santo valora el enfoque del realizador, quien describió la película como un thriller psicológico con capas narrativas profundas. “Nunca sabés qué va a pasar. No solo en el final, sino incluso en la mitad de la película. Hay momentos en los que el espectador cree tener todo claro, pero de repente algo cambia y te hace dudar”, explica el actor, resaltando la complejidad del guion.

Esta construcción narrativa fue uno de los aspectos que más lo cautivó del proyecto. “Me gusta hacer historias así, donde hay una distancia clara entre el espectador y el personaje, pero al mismo tiempo sentís que en cualquier momento todo puede cambiar”, señala. El trabajo conjunto con el elenco y el equipo de producción hizo que la experiencia fuera aún más enriquecedora para él. La película no solo le permitió explorar nuevas facetas como actor, sino que también le dejó relaciones personales que valora profundamente.

El thriller psicológico y su impacto en la audiencia

Para Damián De Santo, El Beso de Judas no es solo una película más dentro del género thriller, sino una historia que desafía al espectador y lo obliga a cuestionar lo que ve. “No te digo que solo el final sorprende, sino que incluso en la mitad de la película hay momentos que te descolocan”, asegura el actor, quien destaca la complejidad de la narrativa y la forma en que el guion juega con la percepción del público.

"El beso de Judas", Martín
"El beso de Judas", Martín Campilongo interpreta a un hombre muy diferente a los que vemos habitualmente en él

Uno de los elementos que más le interesó del proyecto fue esa construcción psicológica del suspenso. “Mientras la historia avanza, el espectador mantiene cierta distancia con el personaje, pero al mismo tiempo siente que en cualquier momento todo puede cambiar”, explica. La película propone un juego de engaños en el que nada es lo que parece, lo que la convierte en una experiencia intrigante para quien la ve.

"El beso de Judas", se
"El beso de Judas", se estrena en cines el próximo jueves

El actor también resalta el desafío de interpretar a un personaje con una dualidad tan marcada. “Si desde el primer momento mi personaje mostrará su verdadera cara, la historia perdería impacto. La clave está en mantener ese equilibrio entre lo que se muestra y lo que se oculta”, comenta. La transformación progresiva de su personaje es uno de los elementos más trabajados en la película, logrando que el público se mantenga atento hasta el último segundo. “Les decimos a los espectadores que no se vayan hasta el último segundo. Van a tirar el pochoclo al piso”, advierte con una sonrisa, dejando en claro que la película tiene giros inesperados que sorprenderán hasta el final.

El cine y las series: su consumo personal de entretenimiento

Aunque Damián De Santo es un actor con una vasta trayectoria en cine, teatro y televisión, confiesa que en su vida cotidiana no es un gran consumidor de cine ni de series largas. “Me encantan las series, pero si tienen tres o seis capítulos. Si son muchas temporadas, ya no me las banco”, admite con franqueza.

Esta postura no es nueva para él; desde que comenzó su carrera en la actuación, notó que ver demasiado contenido audiovisual podía interferir con su propio proceso creativo. “Siento que hay muchos actores que ven un personaje y tienden a copiarlo, aunque sea inconscientemente. Yo prefiero entrar en un proyecto como una piedra sin tallar, sin referencias que puedan condicionarme”, explica a Teleshow.

El actor disfrutó trabajar con
El actor disfrutó trabajar con el equipo técnico, producción, elenco y colegas destacados

Por esta razón, evita ver películas o series que puedan parecerse a los papeles que le toca interpretar. “Si me dicen ‘mirá esta película que tiene que ver con la obra de teatro que vas a hacer’, me resulta contraproducente. Prefiero que el director me vaya llevando” agrega.

Su relación con la pantalla es más bien pragmática: disfruta de buenas historias, pero no se deja absorber por ellas. Sin embargo, reconoce que el thriller psicológico es un género que le interesa y que disfrutó mucho trabajar en El Beso de Judas precisamente por la profundidad de la historia.