A 48 horas de su debut en Lollapalooza Argentina, Justin Timberlake aprovechó su día libre en Buenos Aires para recorrer la ciudad y relajarse junto a sus amigos. El príncipe del pop, que se presentará por primera vez en el país este viernes en el escenario Flow, disfrutó de un día de tranquilidad en Olivos y degustó la gastronomía local.
Para comenzar su día, el intérprete de “Can’t Stop the Feeling!” se dirigió al norte de la Ciudad de Buenos Aires. Bajo un cielo celeste, el artista jugó al golf junto a su círculo íntimo. Según pudo saber Teleshow, el artista realizó nueve hoyos. Luego, cuando el reloj marcó el mediodía, Timberlake regresó a su hotel, ubicado en la zona porteña de Retiro, para descansar.


Luego, ya en horas de la tarde, el músico recorrió la Ciudad de Buenos Aires y eligió una famosa parrilla ubicada en el Barrio de Palermo. Junto a su equipo, el artista llegó a Don Julio en una camioneta de color negro. Cuando la puerta corrediza se movió, el cantante descendió luciendo un look urbano, compuesto por una camisa negra, pantalón verde, lentes marrones y una gorra gris.
De esta manera, el cantante se prepara para su debut en Argentina. El día uno de la histórica edición de Lollapalooza, que celebra 10 años en el país, estará encabezada por el príncipe del pop y ex NSYNC. El estadounidense, uno de los más grandes representantes del pop de las últimas décadas, llega al festival con su primer álbum solista en más de seis años.


Su llegada a Argentina se dio este martes en horas de la madrugada. Su arribo sucedió con un operativo de seguridad y en medio de un fuerte hermetismo, el artista se robó la atención de las cámaras desde su llegada.
Según pudo saber Teleshow, el cantante de Estados Unidos aterrizó pasadas las 0.30 de la madrugada en un Airbus 300, proveniente de Fort Lauderdale, junto a su equipo y su banda. El contingente estuvo compuesto por 70 personas, entre músicos y personal técnico. EL artista no viajó con sus bailarinas, quienes no serán parte del espectáculo que brindará este viernes en el Hipódromo de San Isidro. El interior del avión no pasó desapercibido: estaba completamente ploteado con alusiones a Timberlake, desde la decoración de las paredes hasta los asientos, que llevaban fundas con su nombre.


Desde el primer momento, el traslado del artista estuvo rodeado de precauciones inusuales. A diferencia de otras figuras que suelen utilizar el sector VIP del aeropuerto, Timberlake descendió en una zona más alejada, lo que lo obligó a recorrer un largo trayecto hasta la salida. Vestido con un buzo con capucha y con un semblante serio, evitó cualquier tipo de contacto con los seguidores que lograron acercarse.
El operativo de seguridad se reforzó en cada paso. El cantante abordó una camioneta blindada, un requisito que había solicitado con anticipación, y se mantuvo dentro del vehículo en todo momento mientras esperaba la carga de su equipaje. La caravana que lo escoltó hasta su hotel en Retiro incluyó cuatro combis de seguridad y cinco micros para su equipo.


Ya en su alojamiento, el nivel de resguardo fue aún mayor. Tal como ocurrió con Taylor Swift en 2023, el equipo de seguridad utilizó paraguas para evitar que los fotógrafos captaran imágenes del artista. Durante todo el procedimiento, Timberlake mantuvo la misma actitud reservada, sin realizar declaraciones ni gestos hacia la prensa o sus fanáticos.
Justin Timberlake se consolidó como una de las figuras más influyentes del pop contemporáneo, con una carrera que abarca la música, el cine y la televisión. Su ascenso comenzó en los años 90 con NSYNC, una de las boy bands más exitosas de la historia, con la que vendió más de 70 millones de discos. Sin embargo, su verdadero impacto llegó cuando decidió emprender su camino como solista.


En 2002 lanzó Justified, su álbum debut en solitario, que incluyó éxitos como “Cry Me a River” y “Rock Your Body”, marcando una transición hacia un sonido más maduro. Con FutureSex/LoveSounds (2006), Timberlake redefinió el pop y el R&B contemporáneo con temas como “SexyBack” y “What Goes Around... Comes Around”. A lo largo de su carrera, ganó diez premios Grammy en distintas categorías, consolidando su prestigio dentro de la industria.

Paralelamente, incursionó en el cine con películas como The Social Network (2010), donde interpretó a Sean Parker, y Friends with Benefits (2011), junto a Mila Kunis. Además, fue parte del fenómeno animado de TROLLS, prestando su voz al personaje de Branch y creando la exitosa canción Can’t Stop the Feeling!, nominada al Oscar en 2017.
Crédito: RS Fotos