El viernes por la noche, Mauro Icardi y Wanda Nara fueron los protagonistas de un violento episodio en el exclusivo departamento donde vive la empresaria sobre Avenida del Libertador, en el barrio porteño de Núñez. Ese día, el futbolista tenía la posibilidad de reencontrarse con sus dos hijas luego de 60 días sin verlas. Sin embargo, todo terminó en una escena de gritos y llanto, en donde el jugador no pudo llevarse a las niñas ante la presencia de la Policía de la ciudad de Buenos Aires y los abogados de cada uno de ellos.
A causa de este escándalo, Wanda hizo la denuncia contra su exesposo ante la Justicia. Fue Marina Calabró, al aire de Lape Club Social Informativo (América TV), quien dio los detalles del documento al que lograron acceder.
“Isabella, cargando su mascota, con lágrimas en los ojos, dijo que el padre no quería que llevaran a los perros para posteriormente explicar, como pudo y con la voz entrecortada, que no quería irse sin ella. La otra niña también lloraba; me explicó que su papá no quería a sus mascotas, que les dijo que no se hicieran las vivas y que había dicho que sus perritos eran unos perritos de mier...”, comenzó leyendo Calabró.
Y agregó: “Sabía que era uno de los tantos caprichos de Icardi, que antepone sus irrazonables antojos a los de sus hijas”. En este documento, Wanda explicó el motivo del apego de las niñas a sus perros. “Tiene que ver con el hecho de que varias de las mascotas todavía se encuentran en Turquía y Mauro se negó a traerlas al país”.
“Mis hijas se encontraban envueltas en llanto. Icardi apareció en el ascensor, ingresó a mi domicilio sin autorización alguna y se encontró con la prohibición de hacerlo”, continuó detallando Marina sobre la denuncia de Wanda.
“Una de las niñas logró refugiarse en su dormitorio ante un escenario de llantos provocado por Mauro Icardi. La otra extendía sus brazos hacia mí al tiempo que me llamaba y, aunque se me rompía el alma, no podía agarrarla porque me veía imposibilitada de hacerlo por la intervención quirúrgica a la que ya aludieran”, detalló Nara en la denuncia que presentó en Tribunales.
“Isabella lloraba, yo lloraba como nunca antes lo había hecho, las personas que me acompañaban también lloraban. No tengo recuerdo de haber padecido una situación tan traumática como la que tuvo lugar el día 14 de marzo en mi domicilio. Mis hijos, gracias a Dios, tampoco”, aseguró la conductora de Bake Off Famosos en el escrito que redactó contra su expareja.
Según la empresaria, en todo momento el delantero estuvo hablando con la China Suárez: “Mientras todos llorábamos, Icardi hablaba con su pareja, que, según decía, las estaba esperando con un asado. Isabella decía que la China le había arruinado la familia, que no quería ir con ella, que era una maldición. Su padre minimizaba su angustia y sus manifestaciones diciéndole que se trataban de bolu... mías o similar”.
Más adelante, Wanda se refirió a sus sentimientos ante este episodio. “Estaba muerta de miedo, pero tomé el coraje que no sabía que tenía y me acerqué al padre de mis hijas suplicándole y rogándole que dejara a Isabella en el piso para tranquilizarla, para ofrecerle un vaso de agua. No logré que lo hiciera. Atrincherado en el ascensor, trataban de contenerlo diciéndole que se iría con las niñas”.
Esta escena terminó cuando el futbolista se retiró del domicilio en compañía de Elba Marcovecchio, una de sus letradas, que se presentó con la intención de calmar la situación. Desde ese día, ninguna de las dos partes utilizó sus redes sociales y, durante el fin de semana, Guadalupe Guerrero, una de las tres abogadas del delantero, decidió dar un paso al costado en la defensa, por lo que solo habrían quedado Marcovecchio y Lara Piro.