El tiempo, dicen, todo lo cura. Pero en la historia de Gloria Carrá y Luciano Cáceres, el reloj parece haberse detenido en el mismo punto donde la separación dejó heridas abiertas. La división de bienes sigue siendo una espina clavada. Y aunque ambos rehicieron sus vidas en lo personal y en lo profesional, el capítulo judicial de su historia conjunta continúa escribiéndose con tinta amarga.
“No sé, no tengo idea. Te lo digo en serio. Te juro que no hablé con mi abogado. Pero todavía no se hizo, todavía estamos ahí. Hay una pelea, pero bueno... No quiere soltar”, lanzó Carrá, con una mezcla de ironía y resignación. Fue durante un móvil de Puro Show (El Trece), donde la actriz, de trato afable y mirada serena, aceptó hablar sin rodeos de la disputa que mantiene con quien fuera su compañero de vida durante más de una década.
La frase “no quiere soltar” resonó como un eco de viejas batallas que nunca encontraron tregua. Desde hace tiempo, la intérprete sostiene que no lograron repartir los bienes acumulados en el tiempo en que fueron pareja. Y aunque pasaron los años desde la separación, la justicia sigue siendo un escenario inevitable. “Nosotros nunca repartimos los bienes y hay algo que dividir. Por un lado, está mi abogado tratando de que eso se cumpla y, por el otro, el suyo demorando el proceso”, había anticipado la propia Carrá ya a mediados del año pasado.
El cronista, en ese instante, insistió. Quiso saber si el clima entre ellos había mejorado. Ella, evitando cualquier aspereza, aclaró: “Nosotros, como padres, coincidimos con Amelia, y eso es lo principal. Después, lo otro va por otro lado”. La prioridad, aseguró la actriz, es su hija. Pero la calma en la relación parental no alcanza para despejar el conflicto económico.
Hay, según ella, un bien inmueble en José C. Paz, que integra el patrimonio a dividir. También un vehículo que se transformó en un símbolo de esta disputa interminable. “Sí, mi auto está a nombre de él y no lo pone con el mío. Lo uso yo, pero nunca lo pude cambiar, ni venderlo ni hacer otra cosa”, reveló con franqueza. Su tono no dejaba lugar a dudas: había cansancio, pero también determinación.
“¿Nunca te hizo un llamadito? Porque la perjudicada sos vos”, deslizó el periodista. Carrá sonrió con amargura y respondió: “Mucha buena cara pero no es la realidad”. Una frase que pinta de cuerpo entero la complejidad del vínculo. Hay cordialidad en lo que respecta a la crianza de Amelia, pero los desencuentros en el terreno legal parecen inamovibles.
Por su parte, Luciano Cáceres también habló. Escueto y formal, se refirió a la causa judicial con la precisión de quien intenta mantenerse al margen de la polémica pública. “No tengo nada que decir. Estoy esperando que se expida la justicia, yo no estoy atrasando ni obstaculizando nada. No depende de mí esto, ya que lo decide un juez luego de las mediaciones”, afirmó en diálogo con Teleshow. En cuanto a su hija, agregó: “Hay que cuidar a Amelia por sobre todas las cosas”.
La actriz de Verano del 98 y el galán de Graduados habían construido una vida juntos que se rompió en 2015. Desde entonces, sus caminos se bifurcaron, pero la herencia de esa historia compartida sigue en disputa. ¿Qué los mantiene atrapados en esta contienda que parece no tener fin?
Una parte de la respuesta quizás se encuentre en la resistencia a soltar del todo. En la dificultad de dar por cerrado un capítulo que, en los papeles, aún está inconcluso. Mientras tanto, el tiempo sigue pasando, implacable. Y la división de bienes entre Gloria Carrá y Luciano Cáceres sigue esperando un punto final. Por ahora, ese día no llega.