Karina Crucet, la hija de Lía, se casó por civil con su novio: la íntima ceremonia

La hija de la recordada bailantera dio el gran paso junto a su pareja en el registro civil de Olivos

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Karina Crucet se casó por civil

Karina Crucet, la única hija de Lía, tomó la decisión de casarse por civil luego de seis años de relación con Sebastián Román. Este anuncio lo hicieron el día anterior en sus redes sociales y en la mañana de su casamiento, Karina compartió el minuto a minuto en sus historias.

Primero comenzó con un saludo por el aniversario de novios, puesto que decidieron hacer más especial este aniversario. “Felices 6 años, amor y más en este día especial”, escribió la cantante junto a una fotografía con su pareja. Las horas pasaron y luego llegó el día especial: el desayuno consistió en un mate al sol.

Para este especial momento, Crucet eligió un vestido corto de color blanco, sencillo, con unos zapatos de taco alto que combinan a la perfección. En el caso de su flamante marido, fue por un pantalón gris topo y una camisa blanca, dejando en claro que la sencillez fue una parte clave de este íntimo festejo, al que estuvieron invitados, familiares, los dos hijos varones de la cantante y amigos más cercanos, dando un total de 13 invitados.

Feliz”, sentenció la hija de Lía en un selfie minutos después de casarse con su pareja, minutos más tarde, subió una foto junto a su marido y la felicidad traspasó la pantalla. La pareja pasó por el registro civil y sellaron su amor frente al juez, tras la ceremonia fueron todos juntos a comer a un restaurante donde festejaron el especial día.

Karina arrancó el día de
Karina arrancó el día de su boda tomando mates
Los recién casados a pura
Los recién casados a pura felicidad

Una vez finalizada la ceremonia civil, la pareja posó con su libreta de matrimonio, a los besos y superenamorados. Un detalle que no pasó desapercibido fue la ausencia de sus dos hijas mujeres, que se desconoce las razones de su ausencia en la celebración de su mamá.

Cabe recordar que esta feliz noticia viene meses después del fallecimiento de la reina de la Bailanta, que sucedió en el mes de noviembre, y le causó un gran dolor a la familia. Diez días de su partida, su hija Karina compartió en redes sociales la última imagen que guardó junto a su madre, un retrato íntimo cargado de ternura y dolor.

En la conmovedora fotografía, se pudo apreciar a Lía recostada en una cama, mientras Karina, de rodillas a su lado, le sostiene la mano y la mira directamente a los ojos. En el posteo, la hija de la artista escribió un mensaje lleno de sentimiento: “No sé si estará bien publicar esta foto, hace días que quería hacerlo porque es nuestra última mirada de las dos antes de despedirse de este mundo...”.

Sosteniendo esa misma línea, acompañado por un emoji con una expresión de tristeza, agregó: “Entró mi marido, nos vio, sacó esa foto y nos dejó solas… Él no se animaba a mostrármela, pero a pesar del feo momento, me pareció muy tierna”. Con un toque de añoranza, la mujer no pudo evitar volver a recordar a su madre, en especial luego de presenciar el cortejo fúnebre que le brindó su despedida final en este plano.

La tierna foto con los
La tierna foto con los anillos
La libreta de matrimonio de
La libreta de matrimonio de Karina y Sebastián
Luego de seis años de
Luego de seis años de relación, la pareja dio el gran paso (Foto: Instagram)

La muerte de la intérprete de “La güera Salomé” no solo afectó a su hija, sino también a su nieta Florencia, quien sigue los pasos artísticos de su abuela. Aunque no pudo estar presente en el velatorio, Flor se despidió a través de un video en el que recopiló algunos momentos familiares llenos de alegría y anécdotas inolvidables. En el posteo, la joven cantante escribió: “Solo nosotras sabemos lo que pasamos, lo que vivimos, las fiestas, los cumpleaños, en tu casa también, cumpleaños, veranos en Mar del Plata, la quinta en los 90, cuando pasaba horas en la oficina, yendo a shows con vos también, la casa de la esquina. Los juegos a las escondidas que jugábamos juntas, tus polleras y zapatos que para mí eran un sueño y siempre jugaba con eso, ja, ja, ja. Los desayunos con mermelada y el pajarito amarillo...”.

Entre recuerdos y emociones, Florencia sumó: “¡Gracias a Dios te vi un día antes de tu partida física! Abriste los ojos grandes y me dijiste ‘FLORCITA’. Pude estar presente en tu partida ahí dándote la mano todo el tiempo”. La joven concluyó con una emotiva promesa: “Gracias infinitas por el legado y amor por la música que me dejaste. Cada vez que escuche ‘Qué bello’ voy a romper en llanto. Hasta pronto, Abuela Lía”.