Acostumbrada a usar sus redes sociales para compartir momentos divertidos con sus hijas, sus rutinas de entrenamiento y promocionar sus emprendimientos, Cinthia Fernández sorprendió a sus seguidores al mostrarse en una faceta distinta: vulnerable, honesta y detallando el difícil proceso que atravesó luego de someterse a una cirugía en la espalda.
La panelista de LAM (América) había contado semanas atrás que sufría de un dolor persistente que terminó en una intervención de urgencia para extraerle un quiste. Desde entonces, ha compartido cada paso de su recuperación. Y este fin de semana, con la espontaneidad que la caracteriza, se grabó frente al espejo del gimnasio donde volvió a entrenar por primera vez después de la operación. “Hoy volví a entrenar con un ‘cuiqui’ padre por la herida del quiste”, escribió sobre una imagen en la que se la ve lista para levantar pesas de 20 kilos a cada lado.
“Volví al ruedo con un cag... padre. Estoy totalmente autorizada por el médico. Hoy a la mañana le mandé un mensaje y me dijo que entrene como siempre”, contó en sus historias de Instagram. Sin embargo, admitió que no pudo evitar la sensación de miedo: “Me siento rara, es como que tengo un palo atrás en la espalda por la cirugía en la que me extirparon el quiste, pero a entrenar”.

Cinthia explicó que decidió levantar menos peso del habitual por precaución, a pesar de la aprobación médica. “Estoy haciendo con menos peso por un cag... personal, pero el médico me dijo que entrene como siempre. Lo que pasa es que cuando levantás sentís que eso te tira, es horrible”, compartió sin filtro sobre las molestias que aún persisten en la zona de la intervención.
La madre de Charis, Bella y Francesca también detalló el procedimiento que debió atravesar. “Me hicieron flor de agujero, tremendo lo que me sacaron de ahí”, dijo, visiblemente impactada todavía por lo que vivió. La noticia de la cirugía la había dado ella misma a fines de febrero, cuando, desde el camarín del ciclo de Ángel de Brito, confesó a cámara que debía someterse a una operación urgente.
“Tenía un bulto en la espalda que hace dos días me empezó a doler”, relató en aquel momento. Lo que en principio parecía un simple granito terminó siendo un quiste que creció rápidamente, causándole un dolor que se volvió insoportable. “Me costó muchísimo dormir”, confesó entonces, recordando las noches en las que no encontraba alivio.
Además, la experiencia la enfrentó nuevamente con los problemas de su obra social. “Cuando vos los necesitás, no están”, lanzó la modelo con bronca al explicar que le ofrecieron un turno para atenderse recién dentro de dos meses. “La espera no era una opción”, remarcó. Fue entonces cuando apareció un cirujano que accedió a intervenirla de inmediato. “Supo entender mi urgencia y me dijo: ‘Es un quiste sebáceo, te lo voy a sacar’”, contó agradecida.
La intervención fue rápida, duró apenas media hora, pero no por eso menos impactante para la panelista. “El olor a podrido que tenía es impresionante y asqueroso”, describió sin rodeos, fiel a su estilo. La angustia de los días previos se disipó, aunque el dolor postoperatorio todavía la acompaña.
La bailarina ya había atravesado una situación similar tiempo atrás, por lo que no dudó en recordar la experiencia. “También me había pasado en la cabeza y me lo terminó sacando un cirujano por lo mismo”, mencionó, enlazando el actual episodio con aquella experiencia anterior.
Ahora, Cinthia transita una etapa de recuperación que la enfrenta, una vez más, a su propia fortaleza. La operación quedó atrás, pero el desafío ahora es otro: volver a confiar en su cuerpo, reencontrarse con su energía habitual y superar el temor que dejó la experiencia.