Nicolás Cabré, Rocío Pardo y Rufina, la hija que tuvo con la China Suárez, viajaron a Tokio para que el actor pueda correr la maratón de la capital de Japón. En este contexto, aprovecharon para hacer turismo por el país y para ello eligieron en especial la ciudad de Kioto.
Nicolás compartió algunos momentos de este viaje con su novia y su hija. Las calles de Kioto se convirtieron en el escenario perfecto para sumarse a una de las tradiciones: alquilar un traje típico y vivir la experiencia japonesa a pleno. Para la ocasión, la pequeña seleccionó un kimono rosa con estampados florales en tonos blancos y rosados. Su atuendo incluyó un obi de gran lazo color marfil y sandalias tradicionales zori con calcetines tabi blancos. Su cabello se vio recogido en un peinado adornado con una flor.
Rufina no fue la único que se llevó todas las miradas sino que en el fondo se observa una construcción de estilo tradicional japonés con techo de tejas oscuras y muros de piedra y madera. La vegetación bien cuidada rodea la entrada. Al fondo, las montañas de Kioto se alzan bajo un cielo nublado con el sol parcialmente cubierto por nubes densas. En la parte inferior de la imagen, el actor le dedicó unas tiernas palabras a su única hija: “La más linda de Kioto”.
Este gesto hace honor a las raíces de Eugenia, quien tiene antecedentes japoneses, razón por la cual su usuario en redes es sangrejaponesa, una oda a su familia. Cabe recordar que hasta el momento Suárez no tuvo la oportunidad de viajar para conocer a los parientes, por lo que esta foto marca un momento importante en la vida de Rufina.
Este viaje no solo coincidió con el desafío deportivo al que se enfrentó el productor teatral, sino que también fue el lugar ideal para celebrar el cumpleaños de Rocío. En un gesto lleno de romanticismo, Nicolás le dedicó unas emotivas palabras en su cuenta de Instagram: Voy a ser breve, ya que podría escribirte millones de cosas… esas cosas hermosas que solo vos me hacés sentir”, comenzó el tierno mensaje que escribió el actor en la publicación que le dedicó a Rocío.
En un carrusel de imágenes, se lo vio abrazando a su novia, mientras ella, con una torta individual y una vela, posaba sonriente. A su lado, Rufina, quien tiene una gran relación con la mujer que su padre eligió para compartir su vida, tiene la alegría a flor de piel y completaba la escena de felicidad. “Gracias por ser la persona que sos, conmigo y con Rufi. Gracias por amarme, por cuidarme, gracias por escuchar, por compartir, por hacerme reír, por hacerme soñar… Sé feliz, sonreí como lo haces todo el tiempo, y seguí por favor enseñándome lo que es el amor”, continuó Cabré en un mensaje que pronto se llenó de comentarios y muestras de cariño. Un amor consolidado, que se expone con naturalidad, lejos del ruido mediático y con la complicidad de quienes lo rodean.
Antes de terminar, dejó en claro lo que siente por su novia: “Disfrutá de tu día hermosa de mi corazón, que como te dije antes te merecés lo mejor del mundo, porque sos la mejor del mundo. Te amo mi amor, y que lo cumplas feliz”.
A diferencia de otras parejas del mundo del espectáculo, Cabré y Pardo viven su relación con naturalidad, lejos de los flashes, el estruendo mediático y la polémica que los salpica a causa del conflicto de la actriz de Casi Ángeles con Wanda Nara por su relación con Mauro Icardi. No necesitan grandes declaraciones ni escándalos para demostrar lo que sienten. Se los ve felices, plenos, compartiendo con Rufina momentos que quedarán en la memoria de los tres.
