Es hijo de Cristina del Valle, lo crió Claudio Levrino, volvió al país después de 20 años y hoy regresa a las tablas

Patricio Coutoune, ganador del Premio Hugo con “Gayola en París”, reestrena su obra en el teatro Ítaca. El recuerdo de la trágica muerte de Levrino, su vida en Miami y la decisión de volver a la Argentina

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Claudio Levrino, Patricio Coutoune, Federico
Claudio Levrino, Patricio Coutoune, Federico Levrino y Cristina del Valle

Dicen que no se puede cambiar de pasión. La historia de Patricio Coutoune lo confirma: fue actor, tuvo restaurantes, se metió en el mundo del fútbol, se exilió en Miami y regresó al país… para volver a cantar y actuar para su público. Es que desde chico, fue el oficio de la actuación lo que mamó: su madre es Cristina del Valle. Y su papá del “corazón” fue Claudio Levrino. Fueron una de las parejas más recordadas y exitosas de la década del 70, malograda por el absurdo accidente que en el verano de 1980 se llevó al actor.

Coutoune tiene 55 años. Hoy retorna a los escenarios en el teatro Ítaca (Humahuaca 4027, Almagro) con su obra “Gayola en París”, un unipersonal musical escrito por su esposa, la actriz y autora Pamela Jordán.

Patricio con su padre biológico,
Patricio con su padre biológico, Alberto

Cuando tenía 11 meses, su progenitor, Alberto, joyero y empresario gastronómico, se separó de Cristina. Y se fue a vivir a Brasil. Al poco tiempo, su madre conoció a Levrino, y el flechazo fue instantáneo. “Yo tenía dos años, más o menos. Claudio ocupó el rol de padre. Me trató siempre como a un hijo. Fue un tipo bárbaro. Y luego, cuando mi padre volvió, tuvo mucha injerencia en que lo volviera a ver. Ellos se llevaron muy bien, y con mi hermano Federico (Levrino, hijo de Claudio y Cristina) íbamos de un lado al otro con los dos: eran papá Claudio y papá Tito”.

Cuando Patricio tenía diez años, la tragedia golpeó a la familia. El 20 de enero de 1980, en un accidente, mientras hacían temporada en Mar del Plata, Levrino accionó un arma, creyéndola vacía, dentro del auto y se disparó en el cuello. “Eso fue muy público, se hicieron pericias. Él tenía una bala en la recámara y creía que estaba descargada, porque ni siquiera tenía el cargador puesto. Fue una fatalidad”, recuerda.

Cristina del Valle, Rubén Green,
Cristina del Valle, Rubén Green, Patricio Coutoune y Federico Levrino

La muerte de Levrino lo marcó: “Imaginate, fue alguien muy querido, y a esa edad. Pero salimos adelante. Claudio y mamá eran una pareja muy famosa en ese momento. Vivíamos en Villa Urquiza, los dos eran gente de barrio y nos criaron así a nosotros. Lo que sucedió fue una fatalidad en la cresta de la ola de ambos. Y nosotros tomamos mucho el ejemplo de mi vieja, de su esfuerzo, de su dedicación, de cómo se levantó. Una genia. Ella se iba a la mañana temprano, se iba al canal y a la noche teatro. Lo entendí porque así es la vida del artista: hoy estás ahí arriba y de repente estás sin laburar”.

Más tarde, en 1983, Cristina del Valle, que hoy tiene 81 años y está retirada de la actuación, conoció al actor Rubén Green, que murió en 2003, y a quien también Patricio recuerda con mucho cariño: “Era una gran persona, otro padre. Para Fede fue lo mismo que Claudio para mí”.

Cristina del Valle junto a
Cristina del Valle junto a su hijo, Patricio Coutoune y la esposa de éste, Pamela Jordán

Los estudios de televisión y los camarines de los teatros eran ámbitos comunes para Patricio. La actuación fue su vocación desde chico, pero Cristina del Valle le puso una condición: que estudiara. Comenzó con Rodolfo Graziano y llegó a la comedia musical con Pepe Cibrián. Al mismo tiempo, lo atrapó la música y formó una banda de rock, Carloni. La banda no trascendió, pero fue vital para su vida: tocando en Hendrix, un bar de San Telmo, hace 30 años, conoció a Pamela Jordán, la actriz protagonista de la película Pizza, Birra, Faso, que hoy es su esposa y madre de sus dos hijos, Lucas y Juana. “De hecho, Pamela filmó Pizza, Birra y Faso embarazada de Lucas”.

Patricio Coutoune, Pamela Jordán y
Patricio Coutoune, Pamela Jordán y sus hijos, Lucas y Juana

Antes de que el país estallará en el 2001, Patricio y Pamela tomaron una decisión drástica: se fueron a vivir a Miami, Estados Unidos. “Fue por la crisis económica. Nos costaba mucho ser artistas en ese momento. Pero el inicio fue durísimo. Yo pintaba casas, supermercados, de noche, de día, súper sacrificado, con mis hijos chiquitos. Pero progresamos: armé mi empresa de pintura y mi mujer tenía una empresa de animaciones para el público latino. A nivel económico nos fue muy bien. Progresé un montón. También hicimos un grupo de teatro con mi mujer y un productor cubano. Era algo diferente porque todos usábamos nuestro acento: había mexicanos, puertorriqueños, cubanos, peruanos y argentinos. Tuvimos muy buenas críticas, laburamos bárbaro”.

Patricio junto a su hermano
Patricio junto a su hermano Federico

Pero aunque las cosas iban bien, el tiempo les dijo a Patricio y a su esposa que era hora de volver. “Los argentinos tenemos una identidad muy fuerte. Nosotros teníamos casa, tres autos, a nivel material no nos faltaba nada. Los chicos se hacían grandes y después iba a ser muy difícil. Y entonces decidimos regresar a la Argentina. Elegimos esto, y ser felices. Y nos agradecen la decisión todos los días. Es raro, ¿no? Pero el exilio es duro. Y la obra que presento habla también eso. Uno extraña, y se da cuenta de todo lo bueno cuando no lo tiene”.

Patricio, Pamela y los dos
Patricio, Pamela y los dos Premios Hugo que ganaron por "Gayola en París"

Primero pusieron un restaurante, y luego Patricio comenzó a trabajar en el fútbol, un ámbito que suena extraño para un actor y cantante. “Tuve emprendimientos gastronómicos y produje teatro también. Ahí conocí a gente vinculada con el fútbol y me metí. Primero en Fútbol para Todos, comencé a trabajar con los dueños de los derechos audiovisuales. Hoy estoy con Disney, TNT y la Liga. Lo que hago ahí son las acreditaciones de prensa. Soy el vínculo entre la Liga, los dueños de los derechos y los clubes. Todos los que se tienen que acreditar lo hacen a través mío”.

Coutoune, en una escena de
Coutoune, en una escena de "Gayola en París", que reestrena en el Teatro Ítaca (Crédito: Sebastián Montagna)

Pero a la pasión nunca se le puede poner un dique para siempre. Y el año pasado, luego de años sin actuar en la Argentina, Coutoune regresó a los escenarios con “Gayola en París”, que hoy reestrena. Con esa obra, Coutoune obtuvo el Premio Hugo a “revelación masculina”, y el musical ganó como “mejor espectáculo para un solo intérprete” en la misma competición. Además, por su actuación, obtuvo una nominación en los Premios ACE. La obra tuvo un comienzo: “Como yo canto tango, mi mujer prometió que me iba a escribir una obra. Y salió esta historia de un ex boxeador de los años 40 o 50, que cuenta cómo llegó a ese encierro. Hacía mucho tiempo que no subía a las tablas. Pero estamos muy contentos”.

Coutoune en "Gayola en París",
Coutoune en "Gayola en París", un musical unipersonal (Crédito: Sebastián Montagna)