Nicolás Cabré cruzó el mundo para un desafío personal y para celebrar esta etapa de plenitud. El actor de Los Mosqueteros del Rey emprendió el viaje a Tokio junto a Rufina, la hija que tuvo con la China Suárez, y Rocío Pardo, su novia desde hace un año. El objetivo final es correr la maratón de la capital japonesa, una de las más importantes del mundo, que tendrá lugar el próximo 7 de marzo. Pero mientras tanto, aprovecha para recorrer diferentes destinos y una de sus actitudes generó polémica en las redes.
En tierras niponas, Cabré no tardó en contagiar su entusiasmo a sus seguidores. En un video que rápidamente se viralizó, se lo ve saltando de alegría en una concurrida avenida de Tokio, mientras sostiene la mano de Rufina. La encargada de capturar el momento fue Rocío, quien, al final de la grabación, se sumó con una simpática selfie para inmortalizar la escena.
La emoción del viaje quedó plasmada en múltiples publicaciones de la pareja. La modelo compartió en sus redes imágenes de los imponentes rascacielos de Tokio, sus luces de neón y la infinidad de carteles publicitarios que dan vida a la capital japonesa. Además, en una foto tomada desde la exclusiva sala VIP del aeropuerto antes de despegar, la modelo escribió: “Equipito”, junto a un corazón blanco, para dejar en claro la unión del trío.
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Pero una actitud generó mucha repercusión en las redes sociales. En un video subido por Rocío a su cuenta de TikTok, y replicado por Nicolás en su feed de Instagram, el actor hizo gala de su histrionismo en un vagón de subte. Colgado de uno de los pasamanos, con movimientos oscilantes y llamativos ante la indiferencia de los pasajeros. “Me mira de reojo”, se lo escuchó decir respecto a uno de ellos que no se inmutaba, mientras su hija, envuelta en carcajadas y algo tímida, le pedía que terminara con su conducta.
El material se hizo viral en las redes y generó un debate, entre quienes destacaron la complicidad padre-hija y el apoyo incondicional de Rocío, y otros que lo cuestionaron por alterar la calma en el transporte público, una de las características de la cultura japonesa.
“Todo sea por hacer reír a la hija, lo banco”, “el amor de Rocío y Rufi me destruye”, “cada uno es feliz a su manera, no está haciendo nada malo solo hacer pasar unas hermosas vacaciones a su hija”, o “hay varios videos de su viaje con su hija y en todos hace alguna payasada en el buen sentido, está jugando con la hija, hay cosas más importantes para tuitear”, fueron algunos de los comentarios de quienes juzgaron positivamente su actitud.

Pero en simultáneo, otras voces se alzaron en su contra, criticando su conducta más allá de las buenas intenciones que pudiera tener. “Por estas cosas no nos quieren afuera”, “parece que no entienden que en Japón hay cosas que se deben respetar, qué lástima”, “hay que ir con una idea de las costumbres. No da faltar el respeto”, escribieron los internautas en el improvisado debate digital.
Por el momento, Nicolás no se manifestó al respecto y parece enfocado en sus objetivos. Por un lado, la tradicional carrera, en la que cumplirá un nuevo desafío por el running, esa actividad que con un poco de pasión y otro de disciplina lo atrapó hace un tiempo. La Maratón de Tokio, que se llevará a cabo el próximo 2 de marzo -el sábado 1° a las 21 hora argentina- y contará con 38.000 corredores, representa uno de sus mayores retos deportivos.
Por el otro, seguir construyendo momentos junto a sus seres queridos. Su hija ante todo, y desde hace un año, su novia. Ajeno a los escándalos que supo transitar, el actor disfruta de la plenitud de la vida aunque, cada tanto, aparezca algún nubarrón en el horizonte.