En julio del año 2024 Celina Rucci contó al aire de Desayuno Americano (América TV) que su pareja, Federico Girardi, se arrodilló frente a ella y le pidió matrimonio luego de una serie de años duros, a causa del diagnóstico de leucemia que recibió en plena pandemia. A los pocos meses de esta propuesta, la pareja se casó en una impresionante boda en una isla griega, sin embargo, esa celebración de su amor no fue suficiente y dieron el sí en el registro civil.
Celina anunció este nuevo casamiento en sus redes sociales y lo hizo con una fotografía junto a su pareja y los testigos escribió: "Mr & Mrs Girardi. 07 de febrero 2025″. Para esta ocasión Rucci eligió un traje sastre blanco compuesto por una chaqueta de doble botonadura con solapas anchas y hombreras marcadas, junto con un pantalón recto que llega justo por encima de los tobillos. Bajo la chaqueta, lleva una blusa blanca de cuello alto y textura semitransparente. Complementa su atuendo con un tocado blanco con velo de malla, que cubre parcialmente su rostro, y sandalias de tacón en tono nude.
En el caso de Girardi fue por los clásicos: un traje gris oscuro de corte clásico, combinado con una camisa blanca y una corbata en tono lila con textura sutil. Su cinturón de cuero marrón hace juego con sus zapatos de piel, uno en marrón oscuro y otro en marrón claro, ligeramente desgastados.
En sus historias compartió un corto video en el que mostró los detalles del almuerzo que preparó para festejar su unión civil. En el último piso de un edificio, con vista al barrio de Puerto Madero, prepararon una pequeña reunión con sus 14 personas más cercanas.
En el centro de la habitación colocaron una mesa de color negro, con unos arreglos florales cada pocos centímetros y entre medios velas, dándole un ambiente romántico al lugar. Copas, vasos, cubiertos e individuales de lino fueron los elegidos para esta fiesta íntima. “Nuestra boda”, fue todo lo que escribió Rucci en el video junto a un corazón.
Cómo fue la boda griega de Cecilia Rucci y su marido
Rucci y Federico eligieron la isla de Scíathos, en Grecia, como escenario para su boda. Este destino, situado en el Mar Egeo, es conocido por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, lo que aportó un marco idílico para la celebración.
El casamiento estuvo inspirado en la cultura griega, incorporando elementos tradicionales como la música y la danza. Una de las expresiones más características de esta influencia fue la participación de los invitados en el sirtaki, una danza popular que se asocia a las festividades helénicas y que suele incluir la práctica de romper platos contra el suelo, símbolo de alegría y buena fortuna.
La ceremonia y la fiesta se realizaron en un entorno al aire libre, con el mar como fondo y un atardecer que sumó un tono aún más romántico al evento. La ambientación resaltó el estilo natural del lugar, con detalles que evocaban la esencia mediterránea.
Uno de los momentos más conmovedores de la boda fue el intercambio de votos. Dirigiéndose a Federico, Celina expresó: “Cuando me tocó una gran batalla te dije ‘esperame que vuelvo y vamos a ser felices para siempre’. Mirá lo felices que somos, mirá con quiénes estamos”, con lágrimas en los ojos. La emoción del momento se intensificó cuando agregó: “No me importa si esto es para siempre o no, pero yo te voy a amar y voy a estar siempre, siempre de tu lado. Te amo con toda mi alma y te agradezco porque vos me salvaste la vida. Gracias mi amor”.
El discurso de Celina fue recibido con aplausos y lágrimas por parte de los invitados. En particular, Pamela David, madrina de la boda, no pudo contener la emoción y se la vio visiblemente conmovida durante el intercambio de votos.