Con mucha alegría, Flor Vigna quiso darle a su madre un regalo inolvidable: un viaje al paraíso tropical de Morro de São Paulo, Brasil, para agradecerle toda una vida de esfuerzo y sacrificios. Sin embargo, lo que debía ser una escapada perfecta se vio opacado por un imprevisto que la dejó postrada en la cama: se enfermó y su esperado descanso se convirtió en una prueba de paciencia y frustración.
Desde sus redes sociales, la cantante compartió postales llenas de felicidad en los primeros días del viaje. En una de las imágenes más emotivas, aparece junto a su madre, ambas con flores en el cabello, sonriendo y disfrutando del momento. “La traje a mi mami al viaje de sus sueños”, escribió con emoción.
El destino elegido fue una posada en plena selva brasileña, un refugio de ensueño con cabañas rústicas, rodeadas de vegetación exótica, senderos floridos y hamacas colgantes para el descanso. En una de las imágenes, se pudo ver a su madre relajándose en la entrada de la cabaña, una construcción triangular de madera, casi oculta entre el follaje verde y vibrante. El interior del alojamiento, también registrado en sus historias, reflejaba el mismo espíritu acogedor: paredes de madera, luces cálidas y una cama decorada con flores y toallas dobladas en forma de cisne, un detalle típico de los hospedajes boutique de la zona.
Pero lo que prometía ser un viaje de pura felicidad se convirtió en una experiencia agridulce cuando Vigna cayó enferma. En una nueva historia, recostada en su cama y con el rostro visiblemente afectado, la artista relató el mal momento que estaba atravesando. “Vos podés crear todo el año trabajando duro, duro, duro… y cuando por fin llega el momento de vacaciones, cuando por fin la llevo a mi vieja al viaje que más se merece… me enfermo”, expresó con resignación sin dar mayores detalles de lo que le ocurrió, pero se la veía tomando una sopa liviana.
Con bronca y frustración, la bailarina admitió que había invertido toda su energía en este viaje especial, esperando que fuera una recompensa por su esfuerzo. “Quise ser la hija modelo y me enfermé. Y ahora soy un problema para todos”, lamentó.
Esta no es la primera vez que quiere agasajar a sus allegados. En septiembre pasado, la intérprete de “Picaflor” decidió sorprender a sus amigos con un viaje a otro rincón paradisíaco de Brasil: Buzios. Entre playas de aguas cristalinas y calles empedradas llenas de historia, la artista combinó trabajo y disfrute. No solo aprovechó la escapada para promocionar su tema “Bonita”, sino que también compartió una profunda reflexión sobre la importancia de vivir el presente.
“Cuidado de estar siempre donde debiste y poco en donde quisiste. Nunca volveremos a ser tan jóvenes como hoy. ¿Te vas a quedar con las ganas o la anécdota?”, escribió en un video que recopiló los primeros instantes del viaje. Desde su infancia, ella vio de cerca el sacrificio diario de sus seres queridos, lo que moldeó su visión sobre la vida y el esfuerzo. “Toda mi familia trabaja muy duro de lunes a lunes desde antes que nací. Abrían el kiosko llueva o truene, en Navidad y Año Nuevo. Desde muy temprano hasta muy tarde… Nos perdimos muchas cosas y la vida nos dio algunas cachetadas para que cayera otra ficha”, recordó en aquella oportunidad.
Con esta premisa en mente, Vigna decidió cambiar el enfoque y priorizar la creación de momentos inolvidables con las personas que ama. “Hoy quiero vivir cosas inolvidables con la gente que amo, quiero jugármela y tener mil recuerdos por el mundo. Así que me la recontra rebusco para estos momentos conmigo”, expresó con determinación.
A través de estas experiencias, la cantante y bailarina reafirma su filosofía de vida: disfrutar del presente, rodearse de sus afectos y no postergar la felicidad. Aunque la enfermedad haya empañado su viaje a Brasil, el verdadero regalo ya estaba hecho: un recuerdo imborrable para su madre, y otro capítulo en su historia de amor y gratitud hacia los suyos.