Pasó el tiempo en el que Wanda Nara y L-Gante se escondían y solo jugaban en sus redes a que existía una relación sentimental. Hoy, de vacaciones en Pinamar y disfrutando de su amor, siguen dando pasos en la consolidación de su romance. En sus primeras vacaciones junto a las hijas de cada uno, la pareja se muestra plena desde las playas del destino turístico de nuestro país.
A través de sus redes, la conductora de Bake Off Famosos compartió postales de sus días de relax junto al cumbiero: se mostraron mimosos en la intimidad de la casa en la que se están quedando, entre postales muy sensuales de ella en bikini al costado de la pileta a los panchos que él preparó para comer al aire libre.
Entre las imágenes, en donde queda en evidencia la química que los une, a él se lo ve besándole la mano mientras viajan o cómo él descansa sobre las piernas de la empresaria, en una selfie que ella misma compartió.
Uno de los videos que llamó más la atención fue el trago que preparó el músico y la curiosa forma en la que lo preparó. Wanda captó cómo su novio preparaba un trago al estilo “viajero” para el que se valió de una botella cortada al medio, vodka y una bebida energizante. Lo más curioso fue cómo L-Gante revolvió la preparación: a falta de alguna cuchara o un utensilio para mezclar la bebida, usó una pata de las patas de sus anteojos de sol de marca Prada.
A diferencia de Mauro Icardi, que eligió Milán para compartir sus primeras vacaciones con la China Suárez, la animadora de Love is Blind prefirió la costa argentina. Fiel a su estilo, no faltó el desfile de marcas de lujo entre las imágenes que compartió junto a otros objetos cotidianos y al alcance de todos los bolsillos.
Así la bikini de Louis Vuitton aparece como una gorra de Hello Kitty que fue uno de los souvenirs de su hija mayor en su fiesta de cumpleaños; la cartera Birkin de Hermés en una misma selfie con rojo brillante del trago que preparó el cumbiero; la cartera de Chanel, valuada en 2 millones de pesos, junto a una foto de unos panchos cubiertos de mayonesa después de horas de chapuzones y sol.
Unas horas antes, Wanda se había mostrado cocinando. Sobre la mesada, una mise en place perfecta: morrones recién cortados, papas listas para ir al horno y un pollo en la fuente, bañado en limón y especias.
El resultado fue digno de una postal. En una imagen compartida en su perfil de Instagram, la influencer mostró el plato final: un pollo al horno dorado a la perfección, rodeado de vegetales. La frase que acompañaba la imagen lo decía todo: “Mi forma de dar amor”, con un corazón rojo que reflejaba su manera de cuidar a los suyos.
El cantante no se quedó atrás y retrató su propia visión del momento. En una foto, se la veía a Wanda en plena acción, con cuchillo en mano y mirada concentrada mientras cortaba los morrones. A su alrededor, el orden de quien disfruta la cocina como un ritual. Y con solo una palabra, el intérprete dejó en claro lo que siente: “Afortunado”.
Pero la tranquilidad de esa cena no era más que un respiro después de un día que había sido todo menos discreto. La pareja había llegado a Pinamar buscando desconectar del ruido mediático tras el lanzamiento del nuevo tema de L-Gante, pero la calma duró poco.
A pesar de querer mantener un bajo perfil, la presencia de la pareja no pasó inadvertida. Vecinos y turistas detectaron su ubicación y en cuestión de minutos, la casa fue rodeada por una multitud de fanáticos. Entre gritos y ovaciones, la escena parecía salida de un recital improvisado.
Fue Wanda quien primero lo notó y lo compartió en su Instagram. “Nos coparon la casa”, escribió en una story, mientras registraba el momento en el que una marea de seguidores se agolpaba frente al patio, coreando al unísono: “Wanda, Wanda, olé, olé, olé”.