La vida de Sebastián “Bambi” Bello fuera de Gran Hermano: “Quiero un chongo con perfil italiano”

En una entrevista íntima con Teleshow, el modelo y estudiante de Ingeniería Industrial repasa su vida antes y después del reality. La operación que cambió su vida, el bullying que sufrió de chico y la búsqueda del amor definitivo

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El exparticipante del reality, Sebastián "Bambi" Bello dio a conocer detalles de su vida y cómo fue su experiencia dentro de la casa

Con más de un mes dentro del reality, Sebastián “Bambi” Bello supo destacarse entre sus compañeros de la nueva edición de Gran Hermano (Telefe). Supo dejar una huella gracias a su extrovertida personalidad, su pasión por la moda y su inconfundible todo de voz. Sin embargo, cuando menos lo esperaba, el público le abrió la puerta de salida y se vio obligado a abandonar el certamen.

Si bien no contaba con una eliminación tan pronta, esto no evitó que se hiciera conocido en todos lados. Una vez afuera, se encontró con una fama repentina y algunos mensajes de los oportunistas de siempre. “Volvieron chongos que ya ni siquiera ni me acordaba de que estaban. Qué vengan chongos nuevos“, le dice a Teleshow con un dejo de humor, pero también con firmeza. Una muestra gratis de su personalidad extrovertida y amena, pero con las convicciones claras y los pies sobre la tierra.

Además, el joven modelo y estudiante de Ingeniería Industrial reflexionó sobre la característica que más impactó ni bien entró a la casa: “Mi voz es muy llamativa. Me costaba respirar por las mismas amígdalas y me operaron, me las sacaron y a raíz de eso me quedó la voz así. La operación fue a los cinco años y yo nunca escuché mi voz gruesa”, asegura Bambi respecto a la condición que lo acompaña desde temprana edad.

A corazón abierto, Sebastián dio
A corazón abierto, Sebastián dio todos los detalles de su vida y su pasión por impulsar su carrera como modelo (Candela Teicheira)

En esta charla íntima, el joven repasa una vida intensa, repartida entre su San Rafael natal, Mendoza capital y Buenos Aires, en la que supo moverse en mundos aparentemente irreconciliables: la secundaria técnica, el taller mecánico de larga tradición familiar y el glamour del modelaje, su gran pasión. El bullying que sufrió en la escuela, el día que le contó a sus padres que le gustaban y sus ganas de volver a entrar en la casa con una nueva estrategia: “No me sentía cómodo con las tensiones que había”, sentencia.

—Ahora sos Bambi... ¿Te gusta tu apodo?

—Me encanta. La verdad es que estoy re contento con mi apodo nuevo. Primero, porque me identifica con cómo soy y, además, porque es como si naciera una nueva estrella. Obviamente, físicamente no me parezco al personaje pero a nivel emocional sí. Me sientro recontra identificado porque soy dulce y un poco buenas que tiene.

Y para quiénes no te conocen, ¿quién es Sebastián Bello?

—Es un chico de San Rafael que tiene 23 años, estudia ingeniería industrial, trabaja de modelaje, ayuda a su papá en el rubro mecánica, en la parte administrativa nada más. Es alguien sencillo que siempre buscó destacarse dentro de lo que puede y en lo que sale mejor Creo que es un poco eso lo que habla de mí.

¿Cómo es venir de San Rafael a Buenos Aires?

Es un gran paso porque, primero, Buenos Aires es una gran ciudad y yo la tomo como Nueva York porque siempre me ha gustado la vida de la ciudad. No implica que viva en un campo.

Y tu infancia y adolescencia, ¿cómo fue?

—Bueno, al principio del nacimiento tuve una apnea con una pérdida de oxígeno que me produjo una pérdida de audición bilateral y, hoy en día, uso audífonos. Hasta los 12 años que no los usaba por el hecho de que nadie me decía si realmente lo tenía que hacer o no. Hasta que me fui a Mendoza y me dijeron que tenía que obligatoriamente haberlos usado desde mi nacimiento por esta misma pérdida que no escuchaba.

¿Cómo se dieron cuenta?

—En la primaria me sentaba adelante, escuchaba todo bien. Pero me daba vuelta, vos me hablabas y yo no te prestaba atención, no te escuchaba. Por otro lado, mi voz es muy llamativa. Al principio me costaba respirar por las mismas amígdalas y, cuando me operaron y las sacaron me quedó la voz así. La operación fue a los cinco años, yo nunca escuché mi voz gruesa, sino que siempre fue finita, como la están oyendo hora. Siempre estuve acompañado de un fonoaudiólogo y un psicólogo porque también sufrí bullying por lo mismo, me hacían burla.

A raíz de su voz
A raíz de su voz aguda, el exparticipante reveló que sufrió de bullying durante su infancia

¿Qué te decían?

—Imitaban mi voz, pero de mala vibra y mala gana. Una cosa es que yo lo permita y otra que no lo haga y lo utilicen como burla. Por otro lado, tuve una infancia muy linda a pesar de eso, acompañado de mi papá, de mi familia. La verdad que estoy súper orgulloso porque siempre me acompañaron en todo lo que yo quiero y cómo me empujan. Es una cuota a lo que yo quiero, por ejemplo, Gran Hermano. Vamos siempre para adelante, nunca quedarse. De mi familia no puedo decir nada malo porque los amo.

¿Y sufriste mucho en esa época en la que te hacían bullying?

—Sí. Yo iba al psicólogo, entonces lo trataba ahí si me molestaba, pero era un tema para tratar que hoy en día no me afecta para nada, lo mismo con usar audífono. Una cosa es que yo lo permita entre amigos o yo mismo como un chiste a que un tercero que no conozco y venga y me lo haga, o cosas que no dan porque yo no tengo la misma confianza.

Y ahora que sos conocido, ¿tus compañeros te escribieron o se intentaron acercar a vos?

Sí, hubo un par que quisieron hacerlo que ya estaba peleado, o algunos chongos tipo: “Ah, mirá, hola”. No, eso es todo. Besitos.

¿Y cómo fue para vos ver a las personas con las que te llevabas mal acercarse de nuevo? ¿Los perdonaste o todavía te quedó la herida?

—No, no perdoné. Me pareció muy obvio, es como que ahora salís dos minutos en la televisión y te quieren más. Volvieron chongos que yo ni siquiera me acordaban que estaban. Y, obviamente que no, que vengan nuevos de Buenos Aires o de donde sea. Algún lindo va a aparecer.

Con el apoyo de su
Con el apoyo de su familia, Sebastián salió adelante y buscó triunfar en lo que más le gusta

En tu adolescencia le contaste a tus papás que te gustaban los chicos.

—Sí, a los 17 años. Yo siempre fui como soy ahora, de mover las manos y tener mi particularidad, pero me costaba mi aceptación de que me gustaban los chicos, es decir, que soy homosexual. A los 17 todavía estaba en la secundaria, porque fui a una técnica y soy maestro maestro de obras, salgo del clóset y hablo con mis papás. Ellos me dijeron que todo estaba bien, que los demás eran de palo y que iba a seguir siendo su hijo.

Ese fue el apoyo que realmente era importante para vos…

—Total. Así que los demás se fueron enterando a medida que pasó el tiempo, tampoco es que fui a correr y a decirlo. Ya con la aceptación de mis papás me había quedado tranquilo de ser libre, poder expresarme, gustar de un chico.

"Yo con la aceptación de
"Yo con la aceptación de mis papás me había quedado tranquilo de ser libre", aseguró Bello sobre su orientación sexual

Ellos te apoyaron en todo siempre…

Siempre. Quise estudiar modelaje y fui porque quedaba en la ciudad de Mendoza. Son dos horas y 40 minutos de viaje y me decían: “Andá, si a vos te gusta el curso, hacelo”. Lo hice para una agencia y después tuve un montón de trabajo hasta el día de hoy allá y por eso ahora quería abrirme las puertas a Buenos Aires y escuchar nuevas propuestas. Me encanta todo lo que es moda.

¿Dijiste que sos maestro mayor de obras?

Sí, y modelo también.

¿Cómo chocan esos dos mundos?

De todo un poco. El maestro mayor de obra va por la parte del diseño. No tanto por la obra en sí, sino por lo arquitectónico como las fachadas, viviendas unifamiliare. Si bien estoy matriculado, no ejercí del todo esa parte, pero también me gusta y tengo herramientas con que defenderme.

Encima, también trabajás en el taller mecánico de tu papá.

—Claro.

Es el combo completo. ¿Y te gusta?

Sí. De hecho, es el rubro de mis papás y de toda mi familia. Desde mi bisabuelo, mi abuelo, mi papá y mi hermano son mecánicos y se dedican a eso. Tenemos un taller y yo de alguna manera quería aportar, porque si bien no me gusta la parte mecánica, no tengo problema en ensuciarme las manos porque de hecho arreglé una vez mi auto desde cero. Pero, por ejemplo, los presupuestos sí los hago porque todo lo administrativo me encanta.

Entre el modelaje y su
Entre el modelaje y su aprendizaje como maestro de obra, Sebastián encontró el equilibrio en su vida

¿Cómo fue la reacción de tu familia cuando dijiste: “Entré a Gran Hermano”?

No lo podían crear. Siempre estuvo la confianza en mí de que podía entrar, pero tener el sí confirmado… Nos abrazamos, lloramos, porque entienden que es un logro para mí, para la familia y para el apellido Bello, de belleza. Estaban muy contentos en San Rafael. Mi mamá me contaba que estaban orgullosos de que está representando a Mendoza.

¿Y por qué decidiste entrar a la casa?

—Porque siempre he visto los programas desde muy chiquito y mi mamá también. Por otro lado, quería ganar el premio y, además, porque el modelaje es toda mi vida, me iba a abrir mucho las puertas, o me iba a hacer mostrarme en otra faceta, otro escalón más en mi carrera.

¿Y recibiste más propuestas como modelo hasta el día de hoy?

No, pero creo que a medida que pase el tiempo, me haga más visto por la gente creo que van a aparecer propuestas nuevas. De hecho, siempre mandé a diferentes agencias de Buenos Aires y no tenía respuestas. Por ahí jodía un poco de ser de Mendoza, tan lejos, y no querían todo el gasto de traerme hasta acá, alojamiento, vuelo o colectivo, así que lo entiendo si era por ese lado. Y ahora estoy acá, me voy a quedar por un tiempo y escuchar nuevas ofertas para trabajar porque a mí me encanta. Estoy con muchas ganas, muchas energías y, además, también de regresar a la casa porque ahora estoy haciendo campaña con toda la Bambineta. Quiero volver a entrar porque el afuera me mostró otra casa para poder cambiar las estrategias, saber con quién ir y con quién no. Así que estoy con la campaña a full para ingresar en febrero.

¿Es difícil leer la casa desde adentro?

—En cuanto a lo emocional yo creía que no. Pero adentro se sienten las emociones, sos más sensible y estás expuesto todo el tiempo a estar más triste, alegre o a tener más ansiedad, todo lo que tenga que ver con los pensamientos y sentimientos. Por suerte, yo lo puede sobrellevar bien. Obviamente hay psicólogos, pero yo me molestaba, o no me sentía cómodo con las últimas tensiones que había. Pero era yo y lo entendía porque era parte del juego del programa mismo. Nunca permití que me pasaran por arriba o pasé por arriba a alguien. Eso lo dejé en claro y no me arrepiento de nada. Sí marqué mis puntos porque dijeron una palabra que, si bien no me afectó, en la actualidad queda mal y atrasa.

¿Qué te dijeron?

Para los que no saben, me dijeron que todos los put… son sordos en una cena de nominados que tuvimos. Desde mi postura, eso no se dice ni en chiste y justo coincide conmigo el dicho y, además, no está bueno porque no sabes a quién tenés al lado y a quién le afecta.

"No tengo miedo de ensuciarme
"No tengo miedo de ensuciarme las manos", expresó "Bambi" sobre su trabajo en el taller de su papá

¿Cómo impactó en vos eso?

No me afectó, estoy bien preparado psicológicamente y hoy en día no me hace nada. Pero, para defender al que no y dar una enseñanza más que un castigo, está bien si tienen ganas de cambiar y decir: ‘Vamos, esto no se dice o atrasa’. Justo porque soy sordo y soy homosexual digo que lo tengo que defender para la gente con discapacidad auditiva y para los chicos del colectivo. Así que me defendí en ese punto y creo que dejé muy en claro en mi charla con un participante dentro de la casa y que si tenía que defenderme no tenía drama. Yo me destacaba en hacerlo cara a cara en un almuerzo o en un vivo, no en armar quilombo, pero ahora hay que cambiar el perfil para entrar.

¿Cómo te va en el amor?

Tuve una re linda experiencia con un chico. Duramos ocho meses y me dejó muchas enseñas y aprendizajes. Tuve una relación a distancia en la que viajaba los fines de semana porque él era de la ciudad de Mendoza y yo de San Rafael. La verdad me encantó estar de novio y, si bien obviamente llegamos a un fin porque ya no estamos junto, yo lo quiero. Es más, nos ha tocado trabajar en el mismo ámbito porque es modelo también.

¿Fue tu primer novio?

—Sí, lo fue y el primero que llevé a casa. Hoy en día, hace dos años que estoy soltero y esperando a ver qué pasa. Igualmente, ahora estoy muy enfocado en el trabajo, ¿pero por qué no algún chongo o algo?

¿Y cómo fue esa experiencia de relación a distancia?

Al principio la puede llevar muy bien porque viajaba, pero sentía como que antes de ir a la facultad me hubiese gustado un: “Te saludo y me voy”. Todo eso que quería hacer no lo podía hacer y también se iba desgastando las ganas de viajar tan seguido porque son casi tres horas y cuarto de viaje en colectivo, más el gasto y todo lo que conlleva un viaje.

¿La distancia arruina la relación?

Un poco la desgasta, no sé si la arruina. Quizás hay otra manera de llevar mejor una relación a distancia, pero esa fue mi experiencia.

Y ahora, ¿estás buscando chongo o algún novio?

Quiero un chongo con perfil italiano. Yo siempre tuve una característica de rubio, estilo italiano, un poco parecido a eso. No voy a decir esto porque es un montón, pero son similares a las mías. Pero no es que quiera estar con uno igual.

¿Estás enamorado de vos, Bambi?

No, me quiero y me amo todo, pero no para tener un novio, sino que quiero uno con estilo italiano, francés, uno europeo me encanta, y más alto que yo.

Pese a su temprana salida
Pese a su temprana salida de la casa, el exparticipante busca regresar en el repechaje de febrero (Candela Teicheira)

¿Cuánto medís?

1, 80 metros. De hecho, me veo mucho más alto porque mi cuerpo es todo fino y me dicen: “No, vos medís más, no puede ser”. Les digo que no, que me medí un montón de veces. Y, bueno, eso es mi experiencia en el amor con chicos.

Y, además de parecer europeo físicamente, ¿qué debe tener en lo emocional?

En lo emocional tiene que ser muy afectivo, inteligente, que le guste trabajar y tener sus cosas por mérito propio. Que sea divertido, haga planes de fin de semana, tomemos vino, merendemos, o simplemente pasear e ir a una plaza, pero que esté despierto siempre.

¿Cuáles son tus gustos para que hagan match?

Me gusta mucho la comida, sobre todo las pastas y el vino, la montaña, el aire libre, o hacer actividad física.

¿Qué querías lograr dentro de la casa para que te haga más conocido?

El objetivo número uno era ganar o durar más tiempo en la casa.

¿Te da lástima no haber seguido más tiempo?

—Sí, yo creí que iba a durar más. Igual un mes y diez días creo que está bien así que, obviamente, estoy orgulloso de haber durado lo que logré. Yo entré con una expectativa que iba a estar más de tres, cuatro meses o hasta la final, pero el público decidió y lo respeto porque está más que bien. En el afuera me han tratado muy bien, nunca pensé que el cariño de la gente se iba a extender tanto.

¿Hubo un momento en que dijiste: ‘Wow. Soy conocido’?

Sí, el fin de semana salí a una fiesta y pensé que iba a entrar como una persona normal porque lo sigo siendo, que no iba a conocerme nadie, pero no. Apenas ingre todos estaban: “Bambi, Bambi, foto”. Me encanta. No estuve en un VIP separado porque tampoco es mi imagen, a mí me gusta estar con todos bailando con la gente.

¿Recibiste odio?

Recibí odio primero por mi voz porque no aguantaban mucho que hable en la televisión. Por otro lado, decían que era “panqueque”, cosas así que en el juego es todo válido, pero en el afuera es muy diferente. Una cosa es el juego y otra es el afuera.

¿Y cómo es recibir esos comentarios?

—Mira, yo antes de entrar a la casa también tuve... Aparte de que ya no le doy tanta atención, lo tomo como chiste. O sea una gracia, ya no me afecta para nada, es como que bueno: “Hablen mal o bien de mí, me favorece”.

¿Y cómo fue ese cambio de tener una vida normal, entrar a la casa y ser conocido hasta en boliches?

Un poco es lo que lo que quería porque desde chico sentía como que algo grande me esperaba. Entonces primero lo de modelaje, entonces siempre me he cuidado mucho con mi imagen y todo, y ahora es como que es una parte más al libro, de salir nuevas experiencias y que te pidan fotos. Yo sin drama, obvio, me encanta que me las pidan, que les manden saludos a algún familiar. Lo hago con mucho cariño.

Fotos: Candela Teicheira

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