El paso de Javier Milei por el Foro de Davos hizo ruido en la Argentina por sus fuertes dichos contra las minorías, las parejas homosexuales, las personas trans e, incluso, las mujeres. Sus palabras fueron repudiadas por organizaciones LGBTQ+ y de derechos humanos como por figuras relevantes de la política y el artística. Lali Esposito realizó un significativo gesto en medio de la polémica.
“Se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión. Fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años. Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto quiero saber quién avala esos comportamientos”, había dicho el presidente argentino en el Foro Económico Mundial.
“El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aún en su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente. Todo lo demás es búsqueda de privilegios, que es lo que el feminismo radical realmente pretende. (...) En muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima”, agregó en el mismo discurso. Entre quienes repudiaron estos dichos, quien reaccionó públicamente fue Lali Espósito, quien viene manteniendo un enfrentamiento público con el líder libertario desde agosto de 2023.
La cantante y actriz optó por dejar a un lado las palabras y dar un fuerte mensaje simbólico que está en línea con su compromiso con la diversidad sexual y de género: en su cuenta de Instagram publicó en las stories, en el feed e, incluso, como foto de perfil, la bandera de la comunidad LGBTQ+.
El conflicto entre Lali y Milei se inició el 13 de agosto del 2023, el día en que La Libertad Avanza se convirtió en la fuerza política más votada de las PASO presidenciales. Ante estos hechos, la cantante se expresó al respecto en su cuenta de Twitter con un sintético y contundente: “Qué peligroso. Qué triste”. A partir de allí, se convirtió en el blanco preferido tanto del hoy presidente argentino como de los trolls libertarios en las redes sociales, quienes decidieron bautizarla “Lali Depósito” en referencia a los supuestos abultados cachets que habría percibido por dar shows organizados por distintos municipios a lo largo del país.
La pelea tuvo un nuevo round sobre el escenario del Cosquín Rock 2024, donde Lali cambio un verso de su canción “Quiénes son” para hacer referencia a esta disputa pública. “Que si fumo, que si vivo, que si digo, que si bebo, que si vivo del estado”, reinterpretó.
“Y acá estamos, pero esto es gracias a su cariño, a su empuje, a que me comprenden. Como siempre digo todo lo que le sucede a un artista es una cuestión colectiva, no depende solo del artista. Pensé un montón que decir, ustedes entienden el contexto. Esta fiesta que somos los argentinos, esta unión que genera el arte, la música, la cultura, nadie nos la va a sacar jamás. Depende de nosotros y de ustedes, de acompañar y defender. Esta canción es para los mentirosos, los giles, las malas personas, los antipatria y todos”, dijo más adelante durante aquel show, al hablar con su público, antes de cantar “KO”.
A fines de septiembre del año pasado, se escribió un nuevo capítulo en esta disputa pública cuando la cantante lanzó “Fanático”, una canción cuya letra y videoclip están cargadas de referencias sobre este mismo enfrentamiento. En los versos aborda sin tapujos la delgada línea que separa al fanatismo de la obsesión, mientras reflexiona sobre la cultura de la desinformación y las fake news, sin perder su toque irónico. Pícara y seductora, en el videoclip aparece dirigiendo una especie de casting en el que van audicionando distintos personajes: una chica que parece llevar el look de Lali en su etapa anterior, un chico vestido de monja muy al estilo Esperanza Mía, otro con un estilo rolinga glam que lleva una remera con la leyenda “Who The Fuck is Lali?”, también un muchacho grandote y tatuado con bombo a la usanza sindicalista pero con un “LALI” plotteado.
Pero llama la atención un personaje que viste campera de cuero, patillas y que habla a los gritos mientras gesticula nervioso. Entra en acción justo en el momento en que Espósito está leyendo un diario que la tiene en portada bajo el título “Escándalo”. En su rol castinero, la cantante primero le presta atención, luego se come un pancho y finalmente se duerme, hasta que el hombre del bombo es quien lo retira. Minutos después de su estreno, en las redes sociales se empezó a hablar de manera instantánea acerca de las múltiples referencias que hay allí sobre el enfrentamiento público que la popstar local mantiene con el presidente argentino.