El conflicto entre Mauro Icardi y Wanda Nara sigue escalando y deja cada vez más expuestas las diferencias irreconciliables entre ambos. En el centro de la tormenta se encuentran sus dos hijas, quienes se convirtieron en el eje de una batalla legal cargada de tensión mediática y acusaciones cruzadas. Este 24 de enero, durante una audiencia clave, las posturas de ambos bandos quedaron más claras que nunca, aunque la posibilidad de un acuerdo parece estar aún muy lejana.
La abogada de Mauro Icardi, Elba Marcovecchio, se manifestó con firmeza ante los medios, al dejar en claro que su prioridad es proteger el bienestar de las niñas y defender los derechos de su cliente. En declaraciones previas a la audiencia, afirmó a Intrusos: “Estamos esperando que la señora Nara cumpla las resoluciones judiciales y que priorice a sus hijas. No pueden filtrarse audios, grabaciones ni escritos que puedan impactar en la psicología de las niñas”.
Estas palabras hacen referencia a la reciente filtración de discusiones privadas entre Icardi y Nara, que inundaron redes sociales y titulares en los principales medios de comunicación. La letrada fue tajante al calificar estas acciones como irresponsables y perjudiciales: “Los audios fueron sacados de contexto. Se exhorta y se sanciona a la señora Nara por esta obscena exhibición”, sentenció. Además, arremetió contra el entorno de la empresaria: “Si tenés una amiga infiel que difunde algo tan sensible, eso también es tu responsabilidad”.
Uno de los puntos más conflictivos del caso es la custodia de las niñas y el lugar donde deberían vivir. Según la abogada de Icardi, su defendido busca que las niñas regresen a Estambul, Turquía, donde residían junto a él antes de que estallara la disputa. “Las nenas vivían en Estambul con el papá. Tendrían que volver a su centro de vida”, declaró Marcovecchio, al subrayar que el futbolista no hizo pedidos judiciales extremos como los de su exesposa. “Ella pidió una cautelar para que las niñas no tuvieran contacto con el padre. Quiero recalcar que Mauro jamás pidió una cautelar”, sostuvo.
La letrada también salió en defensa del carácter de su cliente, quien, según ella, fue injustamente demonizado en esta situación: “Mauro quiere estar con sus hijas. Mauro no se convirtió en un ogro en una semana”, enfatizó, al dejar entrever que el futbolista busca recuperar la tranquilidad familiar lejos de los focos mediáticos.
Por su parte, el abogado de Wanda Nara, Nicolás Payarola, también se refirió al caso tras la audiencia. En declaraciones exclusivas a Teleshow, destacó que, si bien hubo propuestas de ambas partes, no se logró llegar a un acuerdo: “Hubo una propuesta de nuestro lado y una propuesta del otro lado, pero no se arribó a ningún acuerdo. Eso sí, se dialogó muchísimo. Duró bastante, pero con una buena relación entre los profesionales”, explicó, en un intento por mostrar un clima menos tenso.
Sin embargo, esta aparente calma contrastó con el descargo que realizó el propio Mauro Icardi en sus redes sociales, donde no ocultó su malestar por el rumbo que ha tomado el conflicto. En un texto publicado en sus historias, el futbolista disparó: “Qué poco serio que mientras estamos en una audiencia sobre menores, el abogado de la otra parte se dedica a hablar con periodistas. El foco claramente está en lo mediático más que en la Justicia y en cumplir las resoluciones del juez”.
El deportista también cuestionó la estrategia legal de su exesposa, al recordar los cambios de abogados que se realizaron en los últimos meses: “Tenemos como experiencia que lo mediático no sirvió de mucho cuando hace dos meses daban entrevistas en cadena nacional y tuvieron que sacar a su abogada para poner un penalista en lo civil. Un penalista que, en una audiencia de familia, habla de ‘su defendida’ cuando lo principal son los niños. Poco serio, ¿no?”, para luego concluir con una duda: “Permítanme dudar y preocuparme por el cuidado de los menores y sus representantes”, con un tono de evidente indignación.
La disputa entre Wanda Nara y Mauro Icardi no solo se libra en los tribunales, sino también en el terreno mediático, donde ambos hicieron públicas sus posturas en diversas oportunidades. Mientras tanto, las verdaderas afectadas por esta situación son las niñas, quienes se encuentran en el centro de una batalla que no da tregua.
Con cada nueva audiencia, la posibilidad de llegar a un entendimiento parece más lejana. Las declaraciones de los abogados y los descargos en redes sociales solo alimentan el escándalo y hacen que este drama familiar continúe siendo el foco de atención del público. Lo que queda por delante es un camino incierto, donde el verdadero desafío será encontrar un equilibrio que priorice el bienestar de las niñas sobre cualquier otro interés.