El argentino Pablo Helman, reconocido profesional de los efectos visuales, fue nominado por cuarta ocasión a los Premios Oscar en la categoría de mejores efectos visuales, esta vez por su trabajo en la película Wicked. Este logro consolida su destacada trayectoria en la industria cinematográfica, donde trabajó en producciones de renombre internacional y colaborado con algunos de los directores más influyentes de Hollywood. La nominación fue anunciada durante la presentación oficial de los candidatos a la 97ª edición de los Premios Oscar, marcando el inicio de la temporada de premios más esperada por la industria del cine.
Helman, nacido en Buenos Aires, lleva tres décadas dedicadas a la creación de efectos visuales que transformaron la narrativa cinematográfica. Su primera nominación al Oscar llegó en 2003 por su trabajo en Star Wars: Episode II - Attack of the Clones, aunque en esa ocasión el galardón fue para El Señor de los Anillos: Las dos torres. Posteriormente, en 2006, fue nominado por La guerra de los mundos, perdiendo frente a King Kong. Su tercera nominación ocurrió en 2020 por El irlandés, donde trabajó junto a un equipo que incluyó a Leandro Estebecorena, Nelson Sepulveda-Fausser y Stephan Grabli, en un proyecto que destacó por el rejuvenecimiento digital de los actores principales. Ahora, con Wicked, Helman vuelve a competir por el prestigioso galardón.
Durante una entrevista con Infobae, Helman reflexionó sobre la esencia de su trabajo, al destacar que su labor consiste en “crear cosas que no han sido vistas nunca”. Sin embargo, subrayó que los efectos visuales no tienen valor sin una narrativa sólida que los respalde: “Siempre necesitas una historia para contar. Los efectos visuales están al servicio de la historia, si no hay historia no valen los efectos visuales”, afirmó.
Antes de convertirse en una figura clave en el mundo de los efectos visuales, Pablo Helman tuvo un inicio profesional muy distinto: en su juventud fue baterista de Los Moros, banda con la que grabó tres álbumes y obtuvo un disco de oro. Más tarde, decidió mudarse a los Estados Unidos para estudiar composición en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Fue a través de la música que encontró un camino hacia el cine, justo en un momento en que los efectos visuales comenzaban a revolucionar la industria.
Desde entonces, trabajó en una amplia variedad de producciones cinematográficas, colaborando con directores de la talla de Steven Spielberg, Martin Scorsese, David Fincher y Peter Weir. Entre sus proyectos más destacados se encuentran películas como Los Fabelman, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, Munich, Silencio, Mank y Capitán de mar y guerra: la costa más lejana del mundo. Además, participó en la creación de efectos visuales para títulos como La momia, Las tortugas ninja, Battleship: batalla naval, El último maestro del aire, Las crónicas de Spiderwick, Soldado anónimo, La supremacía de Bourne y Terminator 3: La rebelión de las máquinas.
La película Wicked, que llegó a los cines el 22 de noviembre, es una adaptación del exitoso musical que explora la historia no contada de las brujas de Oz. Helman presentó una proyección especial de este largometraje durante su última visita al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde también fue homenajeado con el Premio Astor de Plata a la Trayectoria. Este reconocimiento destacó su contribución al cine y su impacto en la industria a nivel global.
Su trabajo en Wicked se suma a una lista de colaboraciones con directores de renombre, como su participación en Los asesinos de la luna, dirigida por Martin Scorsese, y su contribución al rejuvenecimiento digital de Robert De Niro en El irlandés. Estas experiencias reflejan su capacidad para innovar y adaptarse a las demandas técnicas y artísticas de cada proyecto.
La nominación de Helman al Oscar 2024 por Wicked no solo celebra su talento individual, sino también su capacidad para liderar equipos y contribuir al desarrollo de historias visualmente impactantes. Con una trayectoria que abarca casi tres décadas, su influencia en la industria cinematográfica sigue creciendo, consolidándolo como uno de los referentes más destacados en el ámbito de los efectos visuales.