Luego de una semana cargada de emoción, la cual tuvo el encuentro de Luciana con su madre y Petrona con su esposo, la casa de Gran Hermano (Telefe) volvió a vivir momentos de tensión cuando afrontó una nueva gala de nominación. Tal como había sucedido la semana pasada, los participantes volvieron a tener una votación mixta, es decir, la mitad votó en el confesionario y la otra mitad cara a cara ante sus compañeros.
Esta dinámica, que alterna las modalidades de nominación entre los jugadores, añade un nivel adicional de estrategia y tensión, ya que aquellos que votan frente a sus compañeros deben enfrentar la presión del grupo. La división asegura que todos los participantes experimenten ambas modalidades a lo largo de las nominaciones, destacando las distintas estrategias que cada jugador adopta según las circunstancias.
La primera en pasar al confesionario fue Chiara, quien la semana pasada había sido víctima de este sistema. En la tranquilidad del cuarto, la joven expresó: “Quería nominar a los dos fulminados, así que voy a ir por otro lado para armar una placa fuerte. Brian y Lourdes”. Luego fue el turno de Sandra, quien no solo nominó, sino que también expuso un duro enfrentamiento que tuvo con Giuliano por quién estaba más cerca del teléfono rojo en caso que sonara. “Voy a votar a Sofía. Desde que llegó Jenifer está sacando información, se pegó con ella, no está bueno. Hace mucho no está en placa negativa. El segundo voto es para Katia”, expresó.
Así las cosas, Luciana votó a Brian y Chiara y luego siguieron Santiago (Brian y Sofía), Luz (Claudio y Sofía), Petrona (Ulises y Katia) y Claudio (Katia y Ulises). A partir de este momento, los restantes participantes debieron nominar cara a cara ante los demás competidores. El primero en expresar su intención fue Giuliano. Para su decepción, el santafesino había realizado la nominación espontánea, dándole tres votos a Santiago y dos a Sandra. Sin embargo, los primeros fueron anulados ya que el uruguayo es el líder de la semana y goza de inmunidad.
Luego fue el turno de Jenifer, quien nominó a Katia y Claudio. Angustiada por los últimos días que vivió en la casa, la oriunda de La Matanza votó a Claudio y Chiara. La joven expresó sentirse excluida del grupo por sus compañeros, lo que le generó una difícil adaptación al certamen. Después le siguió Brian (Chiara y Ulises), Ulises (Katia y Petrona), Lourdes (Ulises y Claudio), Juan Pablo (Luz y Martina), Sofía (Brian y Sandra) y Martina (Ulises y Sofía). Sin embargo, los votos de esta última fueron anulados por Carlos tras su eliminación.
En esta séptima semana de nominación, Gran Hermano aplicó sanciones que modificaron el desarrollo de la gala. Dos jugadoras, Luciana Martínez y Jenifer Lauría, fueron penalizadas por infringir las reglas del programa, lo que resultó en su nominación automática.
Luciana Martínez fue castigada por moverse en el sector de los Congelados, un área restringida donde los participantes deben permanecer inmóviles. Por su parte, Jenifer Lauría reveló información del exterior, una acción que está prohibida dentro de la casa. Esta última sanción incluyó una cláusula adicional: Jenifer quedó en placa sin posibilidad de ser salvada por el líder de la semana, un golpe estratégico significativo.
Pero antes de que algunos jugadores pudieran celebrar, el conductor le pidió al líder Santiago que haga su movimiento. Rápidamente, el uruguayo decidió salvar a Katia y subir a placa a Chiara. De esta manera, la placa quedó conformada por Luciana (sancionada), Giuliano (fulminado), Juan Pablo (fulminado), Jenifer (sancionada), Brian (8), Claudio (6), Ulises (6) y Chiara (4). Quienes se salvaron de la situación, y aseguraron un lugar en la próxima ronda, fueron Sofía (4), Sandra (3), Luz (2), Lourdes (1), Martina (1) y Petrona (1).