Santiago del Moro anunció el regreso a Gran Hermano de uno de los segmentos más emotivos para los participantes

El conductor del reality dio a conocer la vuelta de una de las dinámicas más movilizantes para los jugadores dentro del aislamiento y, además, presentó a la primera persona que entrará a la casa

Guardar
En la gala del reality, Santiago del Moro presentó a la mamá de Luciana como la primera en ingresar a la casa (Video: X)

El aire en la casa de Gran Hermano (Telefe) está cargado de tensión. Cada rincón parece vibrar con la expectativa de lo que está por venir. Este lunes, regresa una de las dinámicas más icónicas del reality: los “Congelados”, un giro del juego que promete emociones a flor de piel. La confirmación llegó de boca de Santiago del Moro, quien a través de sus redes sociales, y con el estilo directo que lo caracteriza, lanzó un mensaje claro: “Prepárense”.

El “Congelados” es una de esas dinámicas que ponen a prueba no solo la resistencia emocional de los participantes, sino también su capacidad de autocontrol. La regla es simple pero contundente: mientras un ser querido ingresa a la casa para acercarse, hablarles o incluso tocarlos, los concursantes deben permanecer inmóviles, en absoluto silencio. Un movimiento, una lágrima derramada o una palabra susurrada puede significar una sanción, lo que eleva la tensión a niveles extremos. Para quienes juegan, el dilema es desgarrador: resistir el impulso humano de responder o arriesgarse a las consecuencias.

Durante la última gala de eliminación, en la que Carlos Tocco dejó el programa, Del Moro dio a conocer la primera sorpresa. En un gesto lleno de dramatismo, se acercó a Marta, la madre de Luciana Martínez, y reveló que ella sería la primera en participar en esta edición. “Marta, mañana, va a abrir el Congelados. Va a ser el primer familiar en ingresar a la casa. Un aplauso para ella”, expresó, emocionado, el presentador ante las cámaras. El público estalló en aplausos, mientras la mirada de la mujer se llenaba de lágrimas.

Santiago del Moro adelantó la
Santiago del Moro adelantó la nueva edición del "Congelados" a sus fanáticos (Instagram)

Para Luciana, este momento no podría llegar en un contexto más delicado. Hace poco más de un mes, la bailarina dio un paso que sacudió tanto a sus compañeros de casa como a la audiencia: decidió hacer pública su identidad de género. Fue un momento que resonó más allá de las paredes de la casa, transformándose en un acto de valentía que muchos celebraron, pero que también dejó a la jugadora santacruceña con una carga emocional. Desde entonces, expresó en varias ocasiones su preocupación por cómo reaccionaría su familia, y ese miedo ha sido una constante en su día a día.

El ingreso de su madre representa una encrucijada emocional. No solo podría evacuar todas sus dudas e inseguridades, sino que también le daría la fuerza suficiente para continuar en la competencia. Lo cierto es que la casa será testigo de un momento cargado de significado, donde los espectadores podrán presenciar, una vez más, cómo el reality expone las capas más íntimas de quienes la habitan.

Volvió el teléfono rojo a Gran Hermano y puso las cosas interesantes dentro de la competencia (Video: Gran Hermano - Telefe)

Como si no fuera suficiente para agitar las aguas, hace unas semanas volvió a escena otro clásico del programa: el teléfono rojo. Este artefacto, instalado en un lugar visible de la casa, puede sonar en cualquier momento. Para los participantes, el sonido es tanto una promesa como una amenaza. Atenderlo es obligatorio, pero el mensaje que traiga es un enigma. Este elemento, que marcó una de las ediciones más recordadas del reality, regresa para sembrar caos y mantener a todos en vilo.

El regreso de este tipo de dinámicas no es solo una oportunidad para los concursantes de reconectar con sus afectos. También es una prueba de su temple, su fortaleza emocional y su compromiso con el juego. La entrada de Marta a la casa puede convertirse en uno de los momentos más memorables de esta edición. Mientras tanto, el teléfono rojo sigue siendo un recordatorio constante de que, en Gran Hermano, nada está escrito.

La casa late al ritmo de los cambios. Los ojos de millones están puestos en cada gesto, cada palabra, cada silencio. Y en ese pequeño espacio de paredes blancas y cámaras incansables, las emociones no tienen descanso. Ahora, los competidores deberán enfrentarse a otro gran desafío que no solo pondrá en juego su relación con sus seres queridos, sino también su estadía dentro del certamen.

Guardar