En una noche donde el teatro argentino fue celebrado en todo su esplendor durante los premios ACE, la actriz Florencia Peña no solo brilló por su carisma y elegancia, sino también por la poderosa declaración que trajo consigo su atuendo. La alfombra roja se transformó en un escenario de conciencia social cuando la intérprete apareció con un vestido majestuoso, coronado por una capa que contaba una historia tan invisible como cotidiana: las tareas de cuidado.

Obra de la reconocida diseñadora Verónica de la Canal, la pieza no fue simplemente un despliegue estético. La capa, intervenida con dibujos y frases, sirvió como lienzo para un mensaje urgente y profundo: las horas, las manos y el amor que sostienen las rutinas diarias de millones de familias. Cada trazo reflejaba una labor concreta, como preparar comidas, organizar horarios, limpiar la casa, o acompañar a niños y adultos mayores a controles médicos. Una realidad que, aunque repetitiva y silenciosa, son la parte central del tejido social.

La campaña impulsada por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) invita a repensar la manera en que se distribuyen estas responsabilidades. “En promedio, se necesitan entre 4 y 10 horas diarias para las tareas de cuidado”, subrayó el Equipo ELA, al momento de resaltar el peso que estas labores imponen, especialmente en las mujeres. En ese acto cotidiano y constante, muchas veces relegado y subestimado, reside una inequidad histórica que exige ser visibilizada.

Desde el primer momento, Florencia Peña y Verónica de la Canal se sumaron con entusiasmo al proyecto. Delfina Schenone Sienra, directora del área de Políticas de ELA, explicó el propósito detrás de esta alianza: “Nos propusimos abrir una conversación sobre cómo cuidamos en nuestro país y cómo podemos cuidar mejor, para que las familias podamos hacerlo con menos estrés. Muchas personas tenemos hijos o adultos mayores a cargo en algún momento. Flor y Vero se comprometieron con la causa desde el primer momento para llevar este mensaje de una manera artística a todas las familias: no están solas en esto”.

La idea es tan simple como revolucionaria: cuidar puede y debe disfrutarse. Pero ¿cómo transformar una rutina agotadora en un acto que convoque al bienestar colectivo? La respuesta, según Delfina, está en la creación de redes sólidas que respalden a las familias en su día a día: “Desde ELA creemos que sí, pero, a menudo, las familias no tienen todas las herramientas necesarias para hacerlo. Y acá es donde entra la necesidad de fortalecer esa red de apoyos y servicios públicos y privados que complemente el trabajo de las familias y nos ayude a cuidar con el disfrute que nos merecemos”.

La escena de la actriz en los ACE podría haber sido solo otra postal glamorosa de la industria del entretenimiento. Pero allí estaba, con una capa convertida en manifiesto, para recordarnos que el cuidado es, en sí mismo, una tarea monumental, aunque su ejercicio diario se disuelva en lo invisible. En palabras dibujadas y símbolos bordados, se alzaba una pregunta silenciosa pero contundente: ¿cómo hacemos para que el peso del cuidado sea más justo y compartido?

Desde su fundación en 2003, Equipo ELA es un faro ineludible en la lucha por los derechos de niñas, adolescentes y mujeres en toda Latinoamérica. Su trabajo, anclado en la búsqueda de justicia y la transformación de políticas públicas, también abraza un enfoque artístico para llegar más lejos. Esta colaboración con Florencia Peña y Verónica de la Canal es una muestra de cómo el arte puede iluminar las conversaciones urgentes.

Mientras las luces de la premiación seguían su curso, las imágenes del vestido de Peña comenzaron a multiplicarse en redes y portales. Allí, entre elogios y aplausos, quedó sembrado un mensaje potente: las tareas de cuidado no son solo parte de la vida. Son la vida misma.