La desopilante anécdota de Natalia Oreiro trabajando con Adrián Suar: “Lo agarré de los pelos”

Este año fue uno de los más exitosos para Natalia Oreiro, quien recientemente fue homenajeada como Ícono de la Moda en los premios Martín Fierro de la Moda y acaba de estrenar Campamento con mamá (Netflix). En medio de este panorama, la actriz pasó por Vuelta y Media (Urbana Play) y habló un poco de todo. De su presente, claro, y de algunas anécdotas de tantos años el medio, una de ellas desopilante con Adrián Suar como coprotagonista. Y sacó a relucir otra gran tarea que lleva a cabo en su vida: la crianza de su hijo Atahualpa, fruto de su relación con Ricardo Mollo.

Yo hace muchos años que trabajo y lo he hecho con varios actores”, comentó ante el equipo del programa, conformado Sebastián Wainraich, Julieta Pink y Pablo Fábregas. “Me acuerdo de hacerlo con Adrián Suar y un día lo agarré de los pelos”, agregó, con un toque humorístico, respecto a la época en que compartió el rol protagónico con el actor en la serie Solamente Vos (El Trece), entre 2013 a 2014.

“O sea, mi personaje lloraba, abría la puerta y él tenía que decir un texto. La quinta vez que no le salía el texto, lo agarré y le dije: ‘O me lo decís, o me voy a mi casa’. Y él era el jefe, era el dueño del canal”, continuó, entre risas, al recordar su actitud en ese entonces. Al escuchar la anécdota, Wainraich, la interrumpió: “Sí, yo estaba ahí. Yo era el psicólogo en ese momento y, un día, vos no te acordás, pero nos dijiste: ‘Ustedes improvisen, hagan la bol… que hacen, yo entro después y decimos la letra bien”.

Divertida por las palabras del conductor, a Natalia no le quedó más que reconocerlo. “Bueno, así soy”, resaltó y, acto seguido, se unió a las carcajadas que se robaron el protagonismo en el estudio.

Durante el programa, también se puso seria para hablar de la maternidad. Sin filtro, no solo contó divertidas anécdotas sobre Merlín, sino también cómo intenta protegerlo de la exposición pública y del truco para que participe en su reciente filme. “Mi hijo me acompañó al rodaje. De hecho, él aparece de perfil, no llegás a reconocerlo porque era el cuidado que queríamos tener con el papá”, comentó Natalia respecto a la postura que tiene con el músico sobre mostrar a su hijo ante las cámaras. “En un punto, obviamente que me encanta la temática, yo quería hacer esta película para estar con él y que la vea”, explicó, entre risas.

Esto tomó por sorpresa a Wainraich, quien no dudó en indagar al respecto. Por su parte, ella le comentó: “No vio ninguna, ni siquiera Re loca porque dice muchas malas palabras”, reveló la artista. “Yo no soy de decir en casa, ni en general. A veces, me sale alguna mal aprendida que intento erradicar porque ni siquiera quiero decirla, pero él no. Entonces, para Re loca me encerraba a ensayarlas”, sumó la invitada al ciclo, quien dejó en claro su manera de crianza.

Momentos más tarde, Oreiro fue consultada respecto al motivo que la llevó a alejar a su hijo de la exposición. “Ser anónimos en la infancia y en la adolescencia es un privilegio. No estoy de acuerdo con que los más jóvenes tengan redes, porque la mirada del otro siempre es una mirada que te juzga. O que te tiren un corazoncito, lo hace cuando sos grande, imagínate cuando te estás formando”, aseguró ante la cámara, lo que suscitó la curiosidad de los panelistas.

”Es cierto que antes no existía la exposición que hay ahora y una historia le puede llegar a un millón de personas”, analizó Fabregas, comparando ambos contextos históricos”. Antes tampoco había tanta protección, cuando entraste a trabajar era todo muy salvaje. Estabas mucho más en riesgo que, ahora, una chica o un chico de 16 años, que le pueden pasar un montón de cosas horribles, pero hay un colchón…”, interpretó el humorista. “No iría a ese extremo, sino que me refiero a cuando te miran y te juzgan. Yo era la rara en el secundario… Me refería a no tener una imagen armada y todo el tema de los celulares”, expresó la uruguaya.

“Pero, es cierto que cuando comencé a trabajar no había protección al menor, los horarios que exigían… Yo hacía publicidades desde los 12 años y podía estar toda la noche, pero después iba a la escuela. Tuve mucha suerte, nunca me pasó nada feo, pero si él quiere actuar obviamente que lo haga”, sentenció.