Las ausencias, y las versiones detrás de cada una de ellas, constituye uno de los grandes temas en cada ceremonia de los Martín Fierro, y la de la Moda no fue la excepción. Cada faltazo trae de la mano alguna polémica por excusas flojas de papeles, sobre todo en aquellas figuras que intuyen que no van a llevarse la estatuilla. Se sabe, el paneo por las caras de los perdedores es el que todos quieren evitar. Sin embargo, este no es el caso de lo que ocurrió con Isabel Macedo, donde todo tiene una explicación.
La protagonista de Margarita se impuso en la categoría actriz con mejor estilo en ficción, en una categoría exigente donde competía con Griselda Siciliani y Violeta Urtizberea, ambas por Envidiosa; y Justina Bustos, por sus looks en Culpa Cero. En simultáneo con la transmisión, la actriz contó en sus historias de Instagram que había viajado desde Salta para estar en los estudios de Martínez, pero un percance de último momento le impidió estar.
“Me tomé el vuelo, me vine para acá para prepararme para el Martín Fierro de la Moda, para estar lista, para estar divina, pero en el avión empecé a sentir que la nariz me hacía ruido”, destacó la actriz. Vale aclarar que, durante los ensayos para la versión teatral de la tira de Cris Morena, Macedo sufrió un accidente que derivó en fracturas en su nariz y en un complejo tratamiento médico.
“No sabía si era la presión o qué, pero me empecé a sentir mal, me dolía la cabeza. Me duele todo, del golpe, obviamente, pero se empezó a agrandar el dolor”, continuó. Pese a esta situación, Macedo intentó maquillarse y lookearse para estar presente, pero le fue imposible. “No puedo soportar ni una brocha en la cara, no me puedo maquillar”, cerró con resignación, pero sin perder la alegría.
Para hacerle frente a la situación, la villana de Margarita se visitó con el espectacular diseño de Jorge Rey y siguió en familia y por televisión las alternativas de la ceremonia. Cuando escuchó su nombre entre las ganadoras, todo fue festejo, quizás con menos glamour que en el salón pero con la misma intensidad. De catering, brindis con champagne y pizza preparada por su marido, Juan Manuel Urtubey. Y un rato después, recibió en sus manos la ansiada estatuilla del gaucho que le alcanzó el propio diseñador.
“En casa, todos atentos y la ganadora es…..Isabel Macedo”, escribió la actriz en la publicación en sus redes en la que documentó la intimidad de su gala propia. “Todo fue un griterío y una alegría que me guardo en el corazón para siempre”, agregó, emocionada por una velada que pudo haber sido como cualquier otra, pero que se transformó en una inolvidable. Es que, más allá de los premios que van y vienen, los recuerdos son los que quedan inmortalizados en el corazón.
Los problemas de Isabel surgieron en un accidente en noviembre pasado. En medio de los ensayos para las actuaciones en vivo del spin-off de Floricienta, la actriz sufrió un golpe en el rostro que alarmó a sus seguidores. Para aclarar lo sucedido y llevar tranquilidad, Isabel registró un video en modo selfie. “Leí que están todos preocupados porque me golpeé en los ensayos. Es verdad, pero no me rompí la nariz, sí me la lastimé”, explicó, mostrando de cerca las consecuencias del impacto. La actriz acercó la cámara a su rostro para exhibir un moretón en el ojo izquierdo y un pequeño corte en la nariz.
Con el paso de los días, la situación se complicó y otras vez las redes fueron el escenario para hacer catarsis. “Me seguía doliendo mucho la nariz, entonces fui al médico y abrimos ahí la tomografía que me hice en Buenos Aires. El informe decía que no tenía nada, que era solo un golpe, pero resulta que tengo tres fracturas en la nariz”, contó Isabel, completamente desolada, mostrando en cámara las consecuencias del impacto. “Con razón me estaba costando tanto respirar... Yo justificaba que era por el golpe. No saben la angustia que tengo. Trato de pensar cosas lindas y que todo va a estar bien”, expresó hace unos días. Y en este contexto, el mimo de APTRA, la contención de su familia y amigos y la alegría que le manifestaron sus seguidores sin dudas es el mejor remedio posible.