De invitada en la mesa Biri Biri (República z) y a través de una charla descontracturada, Flor Torrente recordó distintos momentos de su carrera como actriz e incluso habló acerca de lo que implica para ella ser hija de Araceli González. “Es medio trillado lo de decir: ‘La tiene facil porque es hija de...’ y me gustaría escucharte a vos, que sos ‘hija de’, entre comillas, si para vos fue fácil, fue difícil o cómo”, le planteó Yeyo de Gregorio.
“Para mi no es ni más fácil ni más difícil, nunca lo vi de ese modo. Creo que tiene muchos pros y contra”, comenzó respondiendo Flor. “Tiene un lado que es re positivo porque tenés llegada a espacios o a lugares que quizás si no tuvieras esa puerta, no llegarías. Pero también hay otro lado está lo de: ‘Ay qué va a venir a hacer esta acá...’. Y me pasó un montón de veces. Te juzgan antes de que llegues, por ser hija de, o por como te vestís o por lo que hacés o como pensas. No importa, siempre está el juzgar por delante de todo”, dijo.
“Y hubo momentos que no fueron fáciles, hubo momentos que sí fueron más fáciles, pero es como con todo. Además creo fehacientemente que, obviamente nuestros padres nos dan una chance, pero el sostener tu trabajo, tu camino o tu profesión, depende de vos”, puntualizó.
La respuesta dio para que La Tía Sebi le planteara si hubo algo que haya “frustrado mucho” a quien también es hija de Rubén Torrente, el empresario que entre 1988 y 1991 fue cónyuge de la intérprete de La Banda del Golden Rocket. “Una de las cosas que siempre quise hacer y todavía no me pasó, fue una comedia musical”, confesó Flor. Luego contó que la oportunidad le había llegado y fue superando las distintas etapas del casting. “Pasaba, pasaba y pasaba, pero de pronto quedó la hija del director de la obra”, dijo.
“No sucedió y sentí una frustración muy grande. Encima la gente me decía: ‘Te está yendo re bien’. ¿Viste cuando te empiezan a inflar? Y entonces te ponés en: ‘Ok, esto no lo esperaba, pero dale, es mío el papel’. Quedó la hija del director y era como: ‘¡Pero ni hagan el casting! ¿Para qué me ilusionaste, para qué me hablaste todo el tiempo?”, dijo a la vez que recordó que tras la noticia “me fui a la casa de mi vieja y me puse a llorar con una frustración... Me pasó a los 20 años, más o menos. Yo ya vivía sola”.
¿Y cuáles fueron las palabras de Araceli en aquel momento? “Ella es muy madre, entonces obviamente me dijo cosas horribles de todos los demás, porque es re mamá. Me dijo: ‘Bueno, no importa, ellos se lo pierden’”, recordó entre risas y recreando un tono de ofendida de la actriz.
“Después lo charlamos desde otro lugar y dijimos: ‘Bueno, no importa, quizás ese no era el lugar’. Y después agradecí porque me salieron otras cosas que me parecían más interesantes. Creo que ese ‘no’ siento que fue el ‘no’ que me hizo entender que a veces algunos ‘no’ son necesarios y son importantes. Porque ese ‘no’ te puede llevar a ese ‘sí' que querés”, cerró.
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