El truco casero que deja la ropa lisa al salir de la lavadora y evita que se tenga que planchar

La técnica funciona gracias al vapor que se libera durante el lavado y que ayuda a relajar las fibras textiles

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Existe un truco casero para
Existe un truco casero para evitar que la ropa salga arrugada de la lavadora. (Imagen ilustrativa)

Un truco doméstico está llamando la atención por su eficacia para reducir las arrugas de la ropa sin recurrir al planchado: colocar uno o dos cubitos de hielo dentro del tambor de la lavadora antes de iniciar el ciclo de lavado. La práctica, que comenzó a difundirse en comunidades de limpieza y redes sociales, se ha convertido en una alternativa sencilla para quienes buscan ahorrar tiempo y evitar procesos adicionales después del lavado.

La propuesta consiste en introducir los cubitos junto con la carga habitual. A simple vista parece un método poco convencional, pero funciona gracias al vapor que se libera cuando el hielo se derrite de manera gradual durante el ciclo. Ese vapor actúa sobre los tejidos y ayuda a que las prendas mantengan una superficie más lisa mientras se mueven dentro del tambor.

La generación de vapor dentro de la lavadora es clave para que los tejidos se relajen y no se formen pliegues profundos. En lugar de depender únicamente del movimiento del tambor, el proceso incorpora un elemento adicional que suaviza las fibras y reduce la electricidad estática, uno de los factores que provoca que las prendas se adhieran entre sí y terminen más arrugadas.

Poner hielo en el tambor
Poner hielo en el tambor de la lavadora puede ayudar a que la ropa salga lisa.

Este método no requiere productos especiales ni programas sofisticados. Sin embargo, para que funcione adecuadamente, es necesario seguir algunas recomendaciones. La primera es evitar llenar la lavadora por completo. Cuando el tambor está demasiado cargado, las prendas no tienen espacio para moverse y cualquier posible beneficio del vapor disminuye de forma notable.

Otro punto importante es seleccionar un programa de temperatura moderada. Si el agua está demasiado caliente, los cubitos se disuelven antes de tiempo y no generan el vapor gradual que hace posible el efecto deseado. Por el contrario, en lavados muy fríos el hielo tarda demasiado en actuar, por lo que se recomienda optar por ciclos templados que permitan un equilibrio adecuado entre movimiento y liberación de vapor.

También es conveniente separar la ropa según el tipo de tejido. Las telas livianas, como algodón o poliéster, suelen responder mejor a este truco, mientras que las prendas muy pesadas pueden necesitar un espacio mayor dentro del tambor para evitar pliegues marcados.

El truco de poner hielo
El truco de poner hielo en la lavadora funciona mejor si el tejido de la ropa es más liviano. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El secado, otra etapa clave para reducir las arrugas

Aunque el truco de los cubitos ayuda a mejorar el resultado desde el lavado, el secado también juega un papel fundamental. Una de las recomendaciones más extendidas es retirar la ropa apenas finaliza el ciclo. Dejar las prendas dentro de la máquina provoca que el propio peso de la humedad acentúe las arrugas, incluso si el lavado fue correcto.

Un gesto tan simple como sacudir cada prenda antes de colgarla ayuda a estirar las fibras y evitar marcas profundas. En el caso de camisas, blusas o camisetas, colgarlas en perchas permite que mantengan su forma y se alisen de manera natural mientras se secan.

Si se utiliza secadora, la elección del programa adecuado también marca la diferencia. Los ciclos para ropa delicada, mezcla o tejidos resistentes están pensados para evitar un exceso de calor, que puede fijar las arrugas en lugar de suavizarlas. Una vez que las prendas están secas, es recomendable doblarlas o guardarlas sin demora para evitar que se acumulen y vuelvan a arrugarse.

Tender bien la ropa también
Tender bien la ropa también ayuda a que la prenda no se arrugue y evita el planchado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una alternativa económica a productos especializados

La popularidad del truco con hielo se debe, en gran parte, a que no requiere gastos adicionales. Frente a suavizantes especializados, bolas para la lavadora o dispositivos que prometen reducir las arrugas, esta opción casera solo necesita algo disponible en cualquier hogar.

Aunque no sustituye por completo al planchado en prendas que requieren un acabado perfecto, sí se ha convertido en una solución práctica para ropa del día a día, especialmente en hogares donde se busca reducir el tiempo dedicado a las tareas domésticas.

La tendencia continúa creciendo como parte de una serie de métodos simples que buscan optimizar el lavado y el secado sin necesidad de equipamiento adicional. Para muchos usuarios, esta técnica ya se ha integrado como parte habitual de su rutina, demostrando que pequeños ajustes pueden mejorar significativamente el resultado final de la colada.