
El avance acelerado de la inteligencia artificial ha provocado una transformación profunda en el sector energético de Estados Unidos, donde el funcionamiento masivo de centros de datos eleva las facturas de electricidad a máximos históricos.
De acuerdo a una investigación de Bloomberg, el costo mayorista de la electricidad ha crecido hasta en un 267% en los últimos cinco años en ciertas zonas cercanas a estos complejos, una tendencia que ya afecta el presupuesto de hogares y empresas en varias regiones del país.
Aumento en el consumo energético debido a los data center

En áreas como Virginia y Maryland, el crecimiento de Data Center Alley (región al norte de Virginia con alta densidad de centros de datos) extiende su influencia más allá de los límites estatales. Kevin Stanley, residente de Baltimore dependiente de prestaciones por discapacidad, ha visto cómo su factura energética subió 80% desde 2022.
Las compañías de servicios públicos trasladan estos aumentos a los usuarios finales, quienes encuentran cada mes un monto mayor en sus recibos.
Grid Status, una plataforma de análisis energético, y DC Byte, entidad especializada en infraestructura de datos, determinaron que el 70% de los nodos de la red eléctrica con alzas de precios se encuentran a menos de 80 kilómetros de una gran actividad de centros de datos.
El fenómeno no solo responde a la cercanía física, la interconexión de la red eléctrica nacional hace que el aumento de la demanda en un punto crítico termine impactando a usuarios de toda la región. La investigación de Bloomberg señaló que los puntos de Precio Marginal Local, que determinan los costos de electricidad en tiempo real, registran los mayores incrementos justo donde las instalaciones tecnológicas más consumen energía.

Durante 2020, el precio mayorista promedio de la electricidad rondaba los 16 dólares por megavatio-hora en Estados Unidos. Cinco años después, el costo depende mucho más de la ubicación, con estados donde esas cifras superan en más del doble el valor registrado al inicio del periodo. El impacto se evidencia en ciudades de todo el país, desde Chicago y Houston hasta San Francisco y Tulsa.
Inversión tecnológica de grandes compañías en Norteamérica
El auge sostenido de la inteligencia artificial responde a las inversiones de compañías como Nvidia, que en las últimas semanas anunció una inversión de 100.000 millones de dólares para respaldar la infraestructura de OpenAI.
Mientras tanto, Microsoft llegó a un acuerdo plurianual de casi 20.000 millones de dólares con Nebius Group para acceder a potencia computacional en la nube, y Oracle se asoció con OpenAI para instalar capacidad energética suficiente como para alimentar a millones de hogares estadounidenses. Ante estas cifras, el consumo energético de los centros de datos podría duplicarse hacia 2035 y alcanzar casi el 9% del total nacional, de acuerdo con la investigación.
Las autoridades locales y estatales estudian cómo repartir los costos derivados de esta nueva demanda. En Maryland, la Oficina de Asesoría Ciudadana reporta un incremento en las solicitudes de ayuda por facturas elevadas. El estado de Oregón aprobó la Ley POWER, que promueve que los grandes usuarios (centros de datos y mineras de criptomonedas) cubran una mayor parte de los gastos en infraestructura y transmisión.

Bloomberg citó el caso de Hillsboro, suburbio de Portland con 15 grandes centros de datos, donde las tarifas residenciales han aumentado en mayor proporción que las asignadas a los consumidores industriales.
Las empresas tecnológicas argumentan que colaboran con las compañías eléctricas para financiar las inversiones necesarias. Dominion Energy, responsable de la región de Data Center Alley, indicó que la demanda máxima podría crecer un 75% de aquí a 2039 como consecuencia de los propios centros de datos.
Calvin Butler, director ejecutivo de Exelon, sostuvo que la empresa implementa políticas para mitigar el impacto, aunque reconoce que los factores que impulsan las subidas superan su capacidad de control.
A nivel global, el problema adquiere rasgos similares. Japón, Malasia y Reino Unido experimentan alzas en la factura energética debido a la proyección de nuevos centros para inteligencia artificial.
Un informe de Aurora Energy Research prevé que la demanda asociada a estos complejos puede elevar en un 9% los precios en el Reino Unido para 2040. Mientras tanto, el debate sobre quién debe asumir el nuevo costo de la transformación digital se instala en cada rincón donde el desarrollo tecnológico avanza y la presión energética escala.
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