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Hay tamaños idóneos para todo
Hay tamaños idóneos para todo tipo de jugadores, desde los ocasionales hasta los competitivos. (Unsplash)

La elección del monitor gamer adecuado puede determinar la calidad de la experiencia de juego, ya que el tamaño ideal varía según el tipo de juego y las expectativas de cada usuario. El mercado actual ofrece opciones que van desde 24 hasta más de 65 pulgadas, cada una con ventajas específicas para distintos perfiles de jugadores.

La siguiente guía, elaborada por HardZone, puede ayudar a los usuarios a elegir la mejor opción acorde a sus necesidades.

Monitores de 24 pulgadas para juegos competitivos

Los monitores de 24 pulgadas se han consolidado como la opción preferida para quienes practican juegos competitivos como los títulos de disparos en primera persona o los populares battle royale. Este formato, considerado básico en el mundo gaming, permite mantener la atención en toda la pantalla sin desplazar excesivamente la vista, lo que resulta fundamental en partidas donde la rapidez de reacción es esencial. Además, suelen ofrecer resoluciones 1080p y altas tasas de refresco, características que favorecen la fluidez y la precisión.

Monitor de 24 pulgadas. (LG)
Monitor de 24 pulgadas. (LG)

Monitores de 27 y 32 pulgadas: versatilidad e inmersión

En el caso de los monitores de 27 pulgadas, la tendencia apunta a resoluciones superiores, como 1440p o incluso 2160p (4K), y paneles con una gama de color más amplia. Aunque no suelen ser la primera elección para el gaming competitivo más exigente, resultan ideales para juegos de campaña, experiencias PvP menos centradas en la velocidad o para un uso doméstico más versátil. Su tamaño permite disfrutar de una calidad visual notable y, en configuraciones dobles, facilitan la multitarea y el consumo de otros contenidos.

El salto a los monitores de 32 pulgadas introduce una experiencia más inmersiva, especialmente en modelos curvos que predominan en este segmento.

Aunque algunos jugadores consideran que este tamaño puede resultar excesivo para el uso individual, se convierte en una alternativa atractiva para sesiones de juego en grupo, como simuladores deportivos o multijugador local. La curvatura de estos monitores ayuda a reducir la distancia visual a los extremos de la pantalla, lo que mejora la comodidad y la percepción del entorno virtual, además de facilitar su integración en espacios más reducidos.

Los monitores de 27 y
Los monitores de 27 y 32 pulgadas ofrecen resoluciones superiores a 1080p. (Unsplash)

Monitores UltraWide y de gran formato: simuladores y experiencia de salón

Para los entusiastas de los simuladores de carreras o vuelo, los monitores UltraWide representan una solución casi imprescindible. Su formato panorámico, que equivale a la unión de dos monitores convencionales, proporciona una visión extendida del entorno, muy valorada en títulos como F1 2024 o Microsoft Flight Simulator. Estos dispositivos suelen contar con resoluciones mínimas de 1440p, frecuencias de refresco de al menos 120 Hz y paneles curvos, lo que los hace también atractivos para usuarios que requieren multitarea o trabajan con varias aplicaciones simultáneamente.

En el extremo superior del mercado se encuentran los monitores de gran formato, conocidos como BFGD (Big Format Gaming Displays) y aquellos que superan las 42 pulgadas.

Originalmente impulsados por NVIDIA y otros fabricantes, estos modelos alcanzan o superan las 65 pulgadas, incorporan resolución 4K UHD y frecuencias de refresco de al menos 120 Hz, además de certificaciones como NVIDIA G-Sync Ultimate. Aunque su precio y disponibilidad los sitúan fuera del alcance de la mayoría, han evolucionado para abarcar monitores de más de 42 pulgadas, pensados para quienes buscan una experiencia de juego en el salón y la posibilidad de conectar múltiples plataformas.

Monitor UltraWide. (Unsplash)
Monitor UltraWide. (Unsplash)

Características técnicas clave según el tipo de juego

Más allá del tamaño, existen características técnicas que influyen en la elección del monitor ideal. La curvatura, presente en modelos a partir de las 27 pulgadas y en los UltraWide, potencia la inmersión, aunque implica un peso mayor debido a la estructura necesaria para mantener la forma.

La resolución y la tasa de refresco también deben considerarse en función del tipo de juego: mientras que los títulos competitivos se benefician de resoluciones más bajas y frecuencias elevadas, los juegos AAA y las experiencias inmersivas sacan partido de resoluciones 4K y paneles de mayor tamaño.

Los monitores de gran formato, equipados con resolución 4K y altas frecuencias de refresco, se han convertido en la opción para quienes desean transformar su salón en un espacio de entretenimiento versátil y de alto rendimiento para videojuegos.