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Meta afirmó que el servicio
Meta afirmó que el servicio se implementará en las próximas semanas. (Unsplash)

Meta ha anunciado que, en las próximas semanas, los usuarios de Facebook e Instagram en el Reino Unido podrán acceder a versiones sin publicidad de ambas plataformas mediante una suscripción mensual.

Esta nueva opción permitirá elegir entre seguir utilizando los servicios de forma gratuita, con anuncios personalizados, o pagar una tarifa para eliminar la publicidad. El precio de la suscripción será de 2,99 libras esterlinas (£) al mes para quienes accedan desde la web y de £3,99 mensuales para quienes utilicen las aplicaciones móviles en dispositivos iOS o Android, una diferencia que responde a las comisiones que aplican Apple y Google en sus tiendas de aplicaciones.

En tanto, si un usuario tiene sus cuentas de Facebook e Instagram vinculadas, solo deberá abonar una cuota mensual para disfrutar de ambas plataformas sin anuncios.

Representación de usuarios de Instagram.
Representación de usuarios de Instagram. (Reuters)

La medida se dirige a los usuarios mayores de 18 años, quienes recibirán notificaciones sobre la posibilidad de suscribirse. Aquellos que no opten por la suscripción continuarán viendo anuncios personalizados, manteniendo así la opción gratuita tradicional. Según Meta, “esto dará a las personas en el Reino Unido la posibilidad de elegir entre seguir usando Facebook e Instagram de forma gratuita con anuncios personalizados, o suscribirse para dejar de ver anuncios”.

Adaptación a la ley de Reino Unido

El lanzamiento de esta modalidad de pago se produce en un contexto de creciente escrutinio regulatorio sobre la privacidad y el uso de datos personales en la publicidad digital. En el Reino Unido, la Oficina del Comisionado de Información (ICO, por sus siglas en inglés) ha mantenido conversaciones extensas con Meta antes de autorizar la implementación del servicio.

El regulador británico había manifestado que la práctica de condicionar el uso de Facebook e Instagram a la aceptación de anuncios personalizados no se ajustaba a la legislación local. Un portavoz de la ICO señaló que este cambio “aleja a Meta de la práctica de orientar a los usuarios con anuncios como parte de los términos y condiciones estándar para usar sus servicios, algo que hemos dejado claro que no se ajusta a la ley del Reino Unido”.

Una persona sostiene un smartphone
Una persona sostiene un smartphone con el logo de Facebook en la pantalla. (Reuters)

El trasfondo legal incluye la demanda presentada por Tanya O’Carroll, activista por los derechos humanos, quien acusó a Meta de infringir la normativa británica al no respetar su derecho a exigir que Facebook dejara de recopilar sus datos para publicidad personalizada.

Tras llegar a un acuerdo judicial, Meta se comprometió a dejar de orientar anuncios a O’Carroll y comenzó a considerar la introducción de una suscripción sin publicidad, en línea con las recomendaciones de la ICO, que este año insistió en que los usuarios de internet debían poder optar por no ser objeto de anuncios personalizados.

Diferencias con la Unión Europea y postura regulatoria

La iniciativa en el Reino Unido se diferencia de la experiencia reciente en la Unión Europea, donde Meta ya había lanzado una suscripción similar en 2023. Sin embargo, la Comisión Europea impuso a la empresa una multa de EUR 200 millones por considerar que el modelo seguía vulnerando las normas de competencia digital y no ofrecía a los usuarios una alternativa verdaderamente libre de personalización.

Logo de Meta. (Reuters)
Logo de Meta. (Reuters)

Aunque Meta ajustó el sistema para alinearse con la regulación comunitaria, la Comisión Europea solicitó nuevas modificaciones y advirtió sobre la posibilidad de sanciones diarias si los cambios resultaban insuficientes. Desde el Brexit, el Reino Unido ha adoptado una postura más flexible respecto a la privacidad digital, lo que ha permitido a Meta avanzar con el lanzamiento tras el visto bueno de la ICO.

La reacción de las autoridades británicas ha sido favorable. La ICO ha expresado su satisfacción con el nuevo modelo, destacando que responde a las exigencias legales del país. Por su parte, expertos legales han subrayado que la decisión del regulador británico evidencia una creciente divergencia entre el enfoque del Reino Unido y el de la Unión Europea en materia de regulación digital.